La filosofía antigua puede dividirse en diferentes etapas. Los filósofos anteriores a Sócrates son llamados “presocráticos” y son conocidos por pasar de los mitos, que eran la forma de explicar y aprehender el mundo hasta la época, al logos, que se basa en el uso de la razón para la búsqueda de la verdad.
Parménides nació en una pequeña ciudad Griega de la provincia de Anatolia, Elea, hacia el año 515 a.C, unos treinta años antes que Sócrates, por lo tanto, forma parte del grupo de filósofos “presocráticos”, y se convertiría en uno de los pensadores más elocuentes y profundos de su tiempo.
De familia rica e ilustre como muchos otros filósofos de la época, desafió las teorías vigentes y a sus predecesores. Fue el fundador junto a otros filósofos de la escuela eleática, cuya doctrina principal sostiene que una cosa perceptible es esencialmente una sola entidad inmutable, es decir, las cosas existen inherentemente, están unidas y son inseparables. Empezando un debate ontológico entre dualismo y monismo que todavía sigue vivo, las cosas presentan una única realidad o podemos separarlas en diferentes sustancias, para Parménides "lo que hay y el ser son la misma cosa", un punto de vista que pertenece al monismo.
También transmitió sus ideas y la división entre verdad y percepción. A través de las artes escribió un gran poema titulado "Sobre la naturaleza" en el que prescribía dos visiones de la realidad: "el camino de la verdad" y "el camino de la opinión" donde separaba el pensamiento racional de los sentimientos. Parménides murió hacia el 450 a.C., a la edad de 65 años. En este artículo profundizaremos en la vida y obra de Parménides, poniendo de relieve unos pensamientos e ideas, sin duda antiguos, pero que al ser de los primeros nos permiten entender mejor la filosofía contemporánea.
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Breve biografía de Parménides
La vida de Parménides no está falta de incógnitas y vacíos; ni siquiera el año de su muerte y nacimiento se saben con certeza, si bien está rodeada de otros grandes nombres de la época. Parece que lo único que podemos establecer sin riesgo a equivocarnos es el lugar de su nacimiento, Elea, ciudad de la Magna Grecia y de donde toma su nombre la escuela Eleática. También su origen en el seno de una familia influyente y bien posicionada de la antigua Grecia.
Sus primeros pasos en el mundo de la filosofía son dudosos. Mientras algunos afirman que fue discípulo de Arminias, que era un conocido seguidor de Pitágoras, otros conocidos filósofos de la época como Platón y Aristóteles afirmaron a través de sus testimonios que Parménides se inició en el mundo de la filosofía gracias a Coprofen, que ya es considerado parte de la escuela Eleática y su pensamiento.
Parménides es considerado como un grande dentro del mundo de la filosofía y ostenta el título de padre de la metafísica. Animó a los que le siguieron a replantearse ciertas ideas que reinaban hasta el momento en la antigua Grecia, donde el mundo y la existencia del ser humano se explicaban principalmente gracias a la mitología y el sentido que esta establecía del mundo. Los filósofos de la época, entre los que se encontraba Parménides, se dedicaron incansablemente a buscar la verdad, el origen de todas las cosas, utilizando como instrumento la razón. Pero, ¿cómo podemos explicar un mundo en constante cambio? No solo el devenir constante del mundo era el problema, también lo era nuestra limitada y poco fiable capacidad de percepción a través de los sentidos.
Fue también conocido por desafiar a grandes contemporáneos de la época. Uno de sus enfrentamientos más conocidos fue contra Heráclito, filósofo materialista, que consideraba que la existencia de las cosas se daba por oposición, según Heráclito es la alegría que nos permite experimentar la tristeza. Uno de los alumnos más conocidos de la escuela eleática fue Zenón de Elea, que siguiendo el planteamiento de su maestro intentó demostrar que el ser era algo único e íntegro, no hay una serie de elementos distintos y diferentes que lo constituyen, sino que tanto el ser como el universo forman parte de una misma base, "Nada viene de la nada" como diría su mentor.
Igual que otros filósofos preocupados por la ciudad y su desarrollo, también participaba, según se cuenta, de la vida política de la época. Parménides lo hacía de forma activa, formando parte del gobierno y contribuyendo a la redacción de las leyes de su ciudad.
Al parecer, en los últimos años de su vida vivió en Atenas junto a su discípulo más famoso, Zenón, con el que se dice que compartía también una relación, y ha sido considerado su erómenos. Fue en Atenas donde un muy joven Sócrates pudo oír sus enseñanzas, al parecer no fue el único en quedar impregnado de sus ideas y teorías. Según se relata, Pericles también asistía con sumo interés a sus intervenciones. Parménides influenció de esta manera no sólo al pensamiento de su época, sino también al venidero gracias a la transmisión de su conocimiento.
Parménides fue el primero en establecer la superioridad de la razón frente a la percepción y obtuvo principalmente su prestigio gracias a esta idea. Lo que vemos y captamos a través de nuestros sentidos no es lo cierto. A través de nuestra vista, oído, tacto o sentimientos, siempre según Parménides, únicamente surgirán creencias y opiniones falsas que harán que nos equivoquemos y confundamos la verdad con lo que somos capaces de percibir.
Platón lo admiraba profundamente no únicamente por sus ideas, sino por su forma de argumentarlas de manera analítica y profunda en su obra diálogo con Parménides. Platón lo reconocería en tanto que padre espiritual y ve en sus maneras de pensar diferentes de las suyas una especie de traición sentimental por la admiración que sentía hacia él.
Su única obra escrita: el poema "Sobre la naturaleza"
Sus enseñanzas y pensamientos son aún objeto de muchos debates, sobre todo en lo que los sentimientos y las situaciones pueden decirnos sobre lo verdadero. Aunque posiblemente no tengamos todo lo que escribió, y sus pensamientos sean más amplios. La única obra que conocemos es un extenso poema didáctico titulado "Sobre la naturaleza", que fue reconstruido gracias a los diferentes fragmentos encontrados.
El poema se divide en dos partes principales y un proemio; cada parte muestra y recorre un camino diferente, el de la razón y el de la opinión, existiendo para Parménides un verdadero ganador: la razón nos conduce a la verdad de las cosas, los sentidos sólo pueden captar la apariencia, que no tiene por qué ser cierta, es más, puede inducirnos a creencias completamente erróneas y opiniones infundadas.
Un pensamiento que quizás ahora intentemos contrarrestar poniendo de relieve algunas capacidades como la intuición y los sentimientos a la hora de conocer y aprehender el mundo, pero importante para una época ciertamente influenciada por las religiones y la falta de pensamiento crítico.
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El pensamiento de Parménides
Parménides siguió con la búsqueda comenzada por la escuela de Mileto, en el siglo VI a.C., intentando explicar y establecer un origen de la naturaleza, o más concretamente de la existencia, ya que su investigación se centraba especialmente en los seres vivos. Para su principal representante, Tales de Mileto, este principio u origen fundamental no era otro que el agua (arjé, en griego), es a partir de esta sustancia se habrían creado todos los seres vivos, una teoría que, lejos de ser descabellada, concuerda en gran parte con la teoría de la evolución.
La importancia de esta idea, que ahora tenemos un poco integrada, ya que sabemos que evolucionamos a partir de unos mismos elementos y luego a partir de seres vivos, fue que se convirtió en la primera teoría occidental sobre el mundo físico que conocemos, estableciendo un origen común a todos y todas.
El objetivo de Parménides era, entonces, conocer el mundo. ¿Pero cómo hacerlo, si este no para de cambiar? Ese parecía ser el principal obstáculo al que se enfrentaba. Por eso fue muy importante el enfoque racional que proponía, esta perspectiva llegó también a influenciar el propio origen de las cosas, que según él no sería el agua, sino la capacidad de ser que tenían en común las cosas.
Dentro de las características que les son propias e innatas estaría la capacidad de ser. Todos los seres son, existen, los seres que no son, no existen. Esto es complicado de entender y sobre todo se presenta a malinterpretaciones que vienen dadas por el pensamiento posterior entre pensamiento y existencia. Para hacerlo más accesible y comprensible podemos utilizar un ejemplo sugerido por el mismo Parménides, según él, el ruido y la luz son seres y el silencio y la oscuridad no existen y, por lo tanto, no son seres. Para Parménides no era el agua, sino la existencia que era común a todas las cosas que evidentemente eran.
Este principio de ser o no ser es el origen de su poema. Esta revelación le es entregada, al igual que otras, por una diosa. Más que nada, este axioma o principio viene a decir que el espacio o el vacío no existirían y tampoco la nada, y, por lo tanto, el ser humano o el resto de las cosas no pueden provenir de algo que no existe, si es lo único que compartimos todos.
Una vez el ser es y el no ser no es establecido, se centra en definir cuáles son las propiedades del ser o del ser. De modo que el ser o la realidad no puede morir y es entonces eterna. Por una parte, no puede originarse en el no ser o la nada, porque simplemente estos no existen, ni tampoco pueden dejar de existir. Son los sentidos y lo que obtenemos a partir de ellos que nos hace creer que las cosas aparecen y desaparecen en realidad, “todo está lleno de Ser”, esta propiedad última, no se puede dividir, no puede desaparecer, y no puede cambiar. Es decir, no puede convertirse en inexistencia.
Estas conclusiones van claramente en contra de la información que nos ofrecen los sentidos, porque gracias a ellos lo que percibimos es un mundo en constante cambio, no cosas inmutables. Esto hace que Parménides presente un alegato en favor de la razón, que es la única que puede acercarnos a la verdad.
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