La crisis sanitaria y social del coronavirus ha traído consigo un fuerte impacto en la vida de todos nosotros tanto a nivel personal, como social, económico y laboral. Y esto, por supuesto, tiene repercusiones a nivel psicológico.
Y es que es más que evidente que la aparición de este nuevo virus ha cambiado por completo la forma de comunicarnos, de vivir en sociedad, de trabajar y de gestionar nuestro tiempo libre.
El paradigma laboral que conocíamos, anterior a la pandemia, se ha esfumado; en la actualidad las nuevas formas de trabajar desde casa han generado muchos problemas tanto a nivel físico como psicológico en los trabajadores de nuestro país.
Uno de los trastornos que está afectando actualmente a más gente desde la irrupción de la pandemia del Coronavirus es el síndrome del quemado o de Burnout, que ya ha sido reconocido por la OMS como alteración psicológica a tener en cuenta.
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¿Qué es el síndrome del quemado?
Este síndrome se caracteriza por un estado de agotamiento intenso a nivel físico, mental y emocional que puede estar ocasionado por una situación de estrés laboral sostenido, por un clima de trabajo demasiado exigente o por un horario de trabajo excesivamente largo, entre otras cosas. Dicho de manera resumida, está vinculado a un mal encaje entre el sistema de incentivos y las exigencias del trabajo, lo cual da lugar a emocionalidad negativa como por ejemplo un exceso de ansiedad mezclado con desmoralización.
Para muchas personas, este síndrome está suponiendo un añadido a los problemas ocasionados por la pandemia que vivimos en la actualidad; y sus consecuencias van desde la imposibilidad de seguir realizando el trabajo por parte de la persona quemada laboralmente, hasta la aparición de problemas de tipo ansioso y/o depresivo.
Causas de este problema en el contexto de la pandemia
Existen varias causas que explican la aparición del síndrome del quemado en el contexto de la pandemia de coronavirus actual; estas son las más destacables.
1. Aislamiento
Los meses de confinamiento vividos a lo largo del último año han supuesto una situación verdaderamente angustiante para una gran cantidad de personas que han estado trabajando solas en sus hogares durante períodos de tiempo prolongados y sin poder salir de casa.
Esta situación vivida por tantos ciudadanos durante los primeros meses de la pandemia ha sido una de las mayores fuentes de estrés, que, combinadas con la imposibilidad de encontrarse con amigos y familiares han desencadenado en muchos casos, la aparición del síndrome del trabajador quemado.
2. Monotonía
A lo largo de estos meses todos hemos notado de manera parecida la monotonía en el paso de los días. Y es que, la falta de alicientes y planes de ocio con otras personas más allá del trabajo diario, especialmente para aquellos que teletrabajan (pues las experiencias a las que se exponen son menos variadas), puede suponer una situación difícil de superar psicológicamente.
Además de eso, la sensación de que todos los días son iguales, de que no hay ningún cambio de una semana para otra, puede generar también sentimientos de frustración y malestar; unidos a las exigencias laborales dan como resultado un cóctel muy propicio para la aparición de este síndrome.
3. Generadores de ansiedad
Son muchas las fuentes generadoras de ansiedad y estrés con las que nos podemos encontrar en un contexto de pandemia, y todas ellas pueden afectar de una manera u otra al bienestar de la persona.
La crisis sanitaria que nos abruma día a día, la enfermedad o el fallecimiento de un familiar, la crisis económica global y sus efectos en el ámbito personal, el confinamiento o el miedo a perder el empleo, son algunas de las vicisitudes con las que convivimos día a día y que pueden generar un síndrome del quemado en muchas personas.
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4. Dificultad en la conciliación familiar
La conciliación familiar siempre ha sido un reto para gran parte de los trabajadores de nuestro país, y el actual contexto de pandemia global pone aún más en riesgo la posibilidad de conciliar la vida laboral con la familiar.
Los padres y madres que trabajan en casa con sus hijos en tiempos de confinamiento, se han encontrado con la difícil tarea de atender a sus obligaciones laborales al mismo tiempo que ejercen sus labores como padres.
Este contexto puede ser otro de los generadores de estrés más habituales, especialmente cuando los niños impiden trabajar a sus progenitores.
5. Incertidumbre
La incertidumbre que vivimos en la actualidad es otra de las constantes que afectan a la vida de la gran mayoría de la población, cuyo futuro laboral pende de un hilo en muchos casos o que se han visto afectadas de una manera u otra de la crisis sanitaria, económica y social provocada por la pandemia del coronavirus.
En muchos casos, la incertidumbre elimina los incentivos diarios (al no asegurar que a medio y largo plazo la consecución de metas sea posible o vaya a aportar beneficios) y puede causar también desmotivación, estrés o ansiedad, lo que a su vez es susceptible de generar un síndrome del quemado en la persona.
6. Horarios largos de trabajo
El teletrabajo propicia en algunas ocasiones que se difuminen los horarios de trabajo diario. Es por eso, que las largas jornadas laborales realizadas por empleados que trabajan desde casa, junto a otros elementos de riesgo como el estrés laboral o la alta exigencia, también pueden contribuir a la aparición del síndrome del quemado, porque incluso ahorrándonos los minutos de desplazamiento, es fácil caer en una mala gestión de las horas de la jornada. Tal y como dice la ley de Parkinson, el trabajo tiende a expandirse hasta ocupar todo el tiempo disponible, que en el caso del trabajo desde casa es, muchas veces, todo el día.
Esto sucede principalmente en aquellos casos en los que el trabajador amplía, muchas veces sin darse cuenta, su jornada laboral a causa de la falta de referentes temporales y la falta de supervisión y apoyo inmediato por parte de quienes en otras situaciones habrían estado a su lado
¿Qué podemos hacer ante esto?
El síndrome del quemado y el resto de formas de malestar originadas sobre todo por el contexto laboral pueden y deben ser tratadas desde la psicoterapia. Por eso, si las sufres, te invitamos a ponerte en contacto con nosotros. En Psicología 360 ofrecemos asistencia psicológica online adaptada a los tiempos que corren, partiendo de nuestra amplia experiencia como profesionales de la salud mental.
