Cómo dejar la Masturbación Compulsiva

Consejos para superar la masturbación compulsiva como vía de escape emocional.

Cómo dejar la Masturbación Compulsiva
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Hay temas que cuesta admitir, incluso frente al espejo, y este puede ser uno de ellos. Tal vez te has dado cuenta de que lo haces más seguido de lo que quisieras, o que después te queda una sensación rara, una mezcla entre alivio y vacío.

La masturbación forma parte de la vida sexual de casi todo el mundo, y en general es algo sano, pero hay momentos en que deja de sentirse así: cuando pasa de ser una elección a un impulso difícil de frenar. En esos casos, es súper importante entender qué hay detrás de esa necesidad constante.

Hoy hablaremos sobre cómo indagar en esas razones y compartiremos algunas claves para dejar la masturbación compulsiva.

La masturbación y su lado saludable

Masturbarse es una forma natural de conocer el cuerpo, liberar tensión y disfrutar del placer sin culpa. De hecho, muchos psicólogos coinciden en que hacerlo con equilibrio puede ayudar a reducir el estrés, dormir mejor y mejorar la relación con la propia sexualidad. Además, permite descubrir qué gusta, qué no, y cómo comunicarse mejor con una pareja.

En algunas personas incluso alivia molestias físicas, como ciertos dolores menstruales. Sin embargo, hay un punto en el que la masturbación puede transformarse en una especie de escape emocional. Cuando se convierte en un hábito automático, deja de ser una forma de conectar contigo y se vuelve una manera de evitar sentir otras cosas.

Señales de que algo ya no va bien

No existe una cantidad “correcta” de veces para masturbarse. Lo importante no es cuántas, sino cómo te afecta. Si lo haces sin ganas reales, solo por costumbre o ansiedad, o si te sientes mal después, tal vez haya algo que revisar.

Algunas señales comunes son:

  • Pensar todo el tiempo en hacerlo o buscar excusas para encontrar el momento.
  • Cancelar planes, aislarte o evitar la intimidad con tu pareja.
  • No disfrutarlo realmente, sino usarlo como distracción.
  • Intentar detenerte sin lograrlo.
  • Depender del porno o necesitar estímulos cada vez más intensos.

Cuando pasa esto, la masturbación deja de ser placer y se convierte en un ciclo de alivio y culpa que termina afectando tu energía, tu ánimo y la forma en que te ves a ti mismo.

Qué puede estar detrás de la masturbación compulsiva

Cuando algo se vuelve repetitivo y difícil de controlar, no es solo por falta de autocontrol, sino que suele haber otras razones que empujan esa conducta. Entenderlas ayuda a soltarla con menos culpa y más claridad.

Algunas causas frecuentes son:

  • Estrés o ansiedad constante: la masturbación actúa como una salida rápida para calmar el cuerpo.
  • Vacío o aburrimiento: el impulso aparece cuando falta motivación o conexión emocional.
  • Tristeza o soledad: el placer momentáneo se usa para tapar emociones incómodas.
  • Culpa aprendida: creencias religiosas o culturales que asocian el placer con algo “malo” pueden generar más deseo y conflicto interno.
  • Problemas de pareja o sexuales: algunas personas se refugian en la masturbación cuando hay distancia emocional o miedo a fallar.
  • Experiencias pasadas difíciles: a veces, el cuerpo busca en la masturbación una forma de calmar el malestar emocional que viene de heridas antiguas.

Reconocer estas causas es una forma de mirarse con honestidad, ya que cuando entiendes qué hay detrás, el impulso empieza a tener más sentido.

Cómo recuperar el control paso a paso

El objetivo no es dejar de masturbarse para siempre, sino poder elegir cuándo y por qué hacerlo. Recuperar esa libertad requiere cambios pequeños, pero constantes. Puedes empezar por los siguientes:

1. Revisa lo que piensas del placer

A veces cargamos con ideas viejas sobre la sexualidad: que el placer es sucio o que hay que controlarlo. Esas creencias solo generan culpa, y la culpa alimenta la repetición. Cuestiona de dónde vienen esas ideas y si realmente representan lo que tú crees hoy.

2. Observa cómo te sientes antes y después

Haz una pausa antes del impulso y pregúntate qué estás buscando. ¿Placer, distracción, alivio, compañía? Y luego fíjate cómo te sientes después. Si el alivio dura poco o aparece incomodidad, ahí hay algo que vale la pena explorar.

3. Cambia los contextos que lo facilitan

Si suele pasar siempre en el mismo lugar o momento (por ejemplo, de noche con el teléfono), cambia algo de esa rutina. Deja el smartphone fuera del cuarto, escucha música, escribe o sal a caminar. Estos ajustes aunque parezcan muy simples pueden romper el automatismo.

4. Busca otras formas de liberar tensión

El cuerpo necesita liberar energía. Moverte, hacer deporte, meditar o simplemente respirar profundo puede ayudar más de lo que parece. También sirve ocupar la mente en algo creativo o que te entusiasme. La idea no es reprimirte, sino ofrecerte alternativas reales.

5. Reduce el consumo de porno poco a poco

El porno puede distorsionar lo que esperas del sexo y aumentar la necesidad de estímulos. Si lo usas, intenta limitarlo o dejarlo por un tiempo. En lugar de eso, conecta con tu imaginación o con tus propias sensaciones físicas, sin depender de pantallas.

6. Pide ayuda si se vuelve demasiado difícil

Cuando la masturbación compulsiva empieza a ocupar demasiado espacio en tu vida o afecta tu bienestar, hablar con un psicólogo o terapeuta sexual puede ayudarte mucho. No es necesario poner etiquetas, sino entender el origen del comportamiento y aprender otras formas de gestionar tus emociones.

Francisco Hidalgo Díaz

Francisco Hidalgo Díaz

Psicólogo General Sanitario, Perito forense

Profesional verificado
Sevilla
Terapia online

Volver a sentirte en calma contigo

Masturbarse no es algo que haya que evitar ni esconder. El problema surge cuando lo haces sin decidirlo, solo porque no sabes cómo detener el impulso. Recuperar el control tiene más que ver con escucharte que con prohibirte. Y eso pasa por saber identificar las primeras señales de la masturbación compulsiva para ponerle fin.

La clave está en mirar lo que hay debajo de ese hábito: las emociones, los vacíos, las ganas de desconectar. Con paciencia y curiosidad, puedes volver a sentirte en paz con tu cuerpo, sin miedo ni culpa.

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  • Hidalgo, F. (2025, 27 junio). Cómo dejar la masturbación si es compulsiva o ansiosa. AVANNZA Psicólogos.
  • Stock, T. (2025, 19 mayo). Masturbation Addiction: Signs, Causes, and Management - Men's Health Clinic AU. Men’s Health Clinic AU.

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Francisco Hidalgo. (2025, octubre 30). Cómo dejar la Masturbación Compulsiva. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/clinica/como-dejar-masturbacion-compulsiva

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