Cómo es el acompañamiento psicoterapéutico en los casos de duelo patológico

Con un acompañamiento empático, guiamos a quienes sufren una pérdida complicada.

Cómo es el acompañamiento psicoterapéutico en los casos de duelo patológico
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El duelo es una experiencia universal que todos enfrentamos en algún momento de la vida, generalmente tras la pérdida de un ser querido. Aunque la mayoría de las personas logran adaptarse con el tiempo, en algunos casos el proceso se complica y da lugar a lo que se conoce como duelo patológico. Este tipo de duelo, también llamado duelo complicado, se caracteriza por una intensidad y duración inusuales del sufrimiento, que impiden a la persona retomar su vida cotidiana y afectan su bienestar físico y emocional.

En la actualidad, el duelo patológico es reconocido como una condición que requiere atención profesional, ya que puede derivar en problemas como depresión, ansiedad o aislamiento social. Por ello, el acompañamiento psicoterapéutico se vuelve fundamental para ayudar a quienes atraviesan este difícil proceso, brindando herramientas y apoyo para afrontar la pérdida y reconstruir el sentido de la vida.

¿Qué es el duelo patológico?

El duelo patológico es una reacción emocional ante la pérdida que se prolonga y se intensifica más allá de lo esperado en un proceso de duelo normal. Mientras que el duelo natural implica tristeza, nostalgia y adaptación progresiva, el duelo patológico se caracteriza por una incapacidad persistente para aceptar la pérdida, sentimientos de vacío, desesperanza y una intensa añoranza por la persona fallecida. Las personas que lo padecen pueden experimentar síntomas como insomnio, fatiga, dificultad para concentrarse, aislamiento social e incluso pensamientos recurrentes de muerte.

Este tipo de duelo suele aparecer cuando existen factores de riesgo como antecedentes de trastornos psicológicos, falta de apoyo social o una relación muy dependiente con el ser querido perdido. Reconocer el duelo patológico es esencial, ya que sin intervención adecuada puede afectar gravemente la salud mental y física, dificultando la recuperación y la reintegración en la vida cotidiana.

Principios del acompañamiento psicoterapéutico

El acompañamiento psicoterapéutico en casos de duelo patológico se basa en principios fundamentales orientados a restaurar el bienestar emocional de la persona afectada. En primer lugar, la intervención debe ser empática y personalizada, respetando el ritmo y las necesidades individuales de cada paciente. El objetivo principal es facilitar la expresión y elaboración de las emociones asociadas a la pérdida, permitiendo que la persona reconozca y acepte su dolor sin sentirse juzgada.

Además, la psicoterapia busca identificar y modificar pensamientos disfuncionales que perpetúan el sufrimiento, promoviendo una visión más realista y saludable de la situación. Otro principio clave es el fortalecimiento de los recursos personales y sociales, ayudando al doliente a reconstruir su red de apoyo y a retomar actividades significativas. Finalmente, se trabaja en la prevención de complicaciones, como la depresión o el aislamiento, acompañando a la persona en el proceso de adaptación y reintegración a su vida cotidiana.

Fases y técnicas del acompañamiento

El acompañamiento psicoterapéutico del duelo patológico se desarrolla en varias fases, cada una con objetivos y técnicas específicas que permiten abordar el sufrimiento de manera integral y personalizada.

1. Evaluación inicial

La primera fase es la evaluación inicial, en la que el terapeuta explora la historia de la pérdida, las características del duelo y la presencia de factores de riesgo como antecedentes de depresión, falta de apoyo social o pérdidas múltiples. En esta etapa se utilizan entrevistas clínicas, cuestionarios y la observación empática para comprender el impacto emocional y funcional del duelo en la vida del paciente. Esta evaluación permite diseñar un plan de intervención adaptado a las necesidades particulares de cada persona.

2. Intervención terapéutica

La segunda fase corresponde a la intervención terapéutica propiamente dicha. Aquí, el objetivo es facilitar la expresión emocional y ayudar a la persona a procesar la pérdida. Se emplean diversas técnicas, siendo la terapia cognitivo-conductual una de las más utilizadas. Esta terapia ayuda a identificar y modificar pensamientos negativos y creencias irracionales que obstaculizan la aceptación de la pérdida, como la culpa excesiva o la idealización del ser querido.

También se recurre a la terapia de exposición, que consiste en enfrentar gradualmente recuerdos, objetos o situaciones asociadas al ser querido, para disminuir la evitación y el malestar. Además, se pueden realizar ejercicios simbólicos, como escribir cartas de despedida, crear rituales de homenaje o trabajar con fotografías y recuerdos, permitiendo resignificar la relación con la persona fallecida.

3. Seguimiento y cierre

La última fase es el seguimiento y cierre, donde se refuerzan los logros alcanzados, se previenen recaídas y se fomenta la autonomía. El acompañamiento se va retirando gradualmente, asegurando que la persona cuente con las herramientas necesarias para enfrentar futuros desafíos emocionales.

Resultados y beneficios del acompañamiento

El acompañamiento psicoterapéutico en casos de duelo patológico ofrece resultados muy positivos para quienes lo atraviesan. Entre los principales beneficios se encuentra la reducción de la intensidad y duración de los síntomas emocionales, como la tristeza profunda, la ansiedad y el sentimiento de vacío. Gracias a la intervención profesional, las personas logran aceptar la pérdida, expresar sus emociones de manera saludable y resignificar la relación con el ser querido.

Además, se observa una mejora en la capacidad para retomar actividades cotidianas, restablecer vínculos sociales y prevenir complicaciones como la depresión o el aislamiento. El proceso terapéutico también fortalece la autoestima y los recursos personales, permitiendo que la persona recupere el sentido de la vida y la esperanza en el futuro. El apoyo familiar y social, junto con la guía profesional, son elementos clave para lograr una recuperación integral y duradera tras un duelo complicado.

En conclusión, el acompañamiento psicoterapéutico es fundamental para superar el duelo patológico. Brinda herramientas para afrontar la pérdida, favorece la adaptación emocional y previene complicaciones. Buscar ayuda profesional y apoyarse en el entorno son pasos esenciales para recuperar el bienestar y reconstruir el sentido de la vida tras una pérdida significativa.

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  • Vedia, V. (2016). Duelo patológico. Factores de riesgo y protección. Revista digital de medicina psicosomática y psicoterapia, 6(2), 12-34.

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Romina Giarrusso. (2025, junio 3). Cómo es el acompañamiento psicoterapéutico en los casos de duelo patológico. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/clinica/como-es-el-acompanamiento-psicoterapeutico-en-los-casos-de-duelo-patologico

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