¿Cómo gestionar la Ansiedad ante un viaje?

La globalización ha provocado que el hábito de viajar se vuelva no sólo más común, sino también más accesible. Así, el viaje ha pasado de ser el privilegio de unos pocos a ser la práctica habitual de muchas personas. Viajar supone una experiencia estimulante que proporciona gratos e inolvidables recuerdos. Pero ¿es así para todos?

Aunque pueda parecer difícil de comprender para las personas que disfrutan viajando, la experiencia del viaje puede suponer una auténtica crisis de ansiedad para algunos. Subirse a un avión (en lo que se puede añadir la fobia a volar), adentrarse por carreteras desconocidas con la posibilidad de perderse, afrontar la masificación turística… todo ello puede generar síntomas ansiosos que, en lugar de proporcionar una excitación positiva, hacen surgir todo lo contrario. El viaje se vuelve, para estas personas, algo complicado y poco apetecible.

¿Cómo gestionar la ansiedad ante un viaje?

La aparición de la ansiedad antes de acometer un viaje es bastante más usual de lo que se cree. Además, no se trata de algo que afecte a los “novatos”, sino que también puede darse entre los viajeros más experimentados. Lo que se oculta tras los síntomas ansiosos puede variar significativamente; tal y como hemos comentado en la introducción, bien pueden estar desencadenados por la masificación, por el estrés que supone circular por lugres no conocidos, o bien por un añadido bastante común, el miedo a volar (entre otros muchos factores).

A continuación, te contamos las causas por las que viajar puede convertirse en una experiencia ansiosa. Además, te damos varios consejos que te serán muy útiles a la hora de gestionar la ansiedad ante un viaje. Si es tu caso o el de alguna persona cercana, sigue leyendo.

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¿Cuál es la causa de que viajar produzca ansiedad?

Como en cualquier reacción ansiosa, lo verdaderamente importante a la hora de comprender su causa es analizar qué hay de subyacente en todo ello. Y es que viajar, más allá de la estimulación positiva que pueda suponer, también conlleva la separación de una cotidianidad que, a menudo, puede resultar altamente ansiógena.

Por supuesto, cada persona es única y las causas pueden diferir de forma amplia; por ello, es importante que seas consciente de cuáles son las que influyen en tu ansiedad. Si para descubrirlo necesitas la ayuda de un profesional, no dudes en acudir. Aun así, existen factores que tienen un carácter genérico y que te resumimos a continuación.

1. Aventurarse más allá de la zona de confort

Se trata sin duda de uno de los factores más presentes: el aventurarse más allá de la zona de confort, es decir, de nuestra cotidianidad, el contexto donde nos sentimos seguros. El ser humano en general es un ser rutinario, que recoge bienestar y tranquilidad cuando siente que tiene el control de cuanto sucede (aunque esto pueda ser una sensación irreal, por supuesto). Así, aventurarse fuera de nuestra cotidianidad y alejarse de los hábitos cotidianos puede generar ansiedad en muchas personas.

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2. Abandonar nuestra rutina

Muy ligado con lo anterior, el abandono de nuestro día a día (que es lo que nos da seguridad), puede ser algo realmente ansiógeno para muchas personas. Separarse de actividades “familiares” que forman parte de nuestra estructura vital puede provocar un desequilibrio emocional importante que puede generar ansiedad y estrés.

3. El miedo a lo que no conocemos

Se trata también de algo inherente al ser humano. En general, sentimos cierto miedo o respeto cuando nos encontramos con cosas o situaciones que no conocemos. Es una sensación humana relacionada con la adaptación y la supervivencia, que nos impulsa a ser cautos y vigilantes. Sin embargo, cuando este sentimiento es muy potente, nos bloquea y puede producir ansiedad.

Lo “desconocido” en un viaje puede adquirir muchas formas: la seguridad física en lugares de los que desconocemos la situación política y social, el idioma, qué tipo de comida comeremos y si nos sentará bien, etc.

4. La fobia a volar

Este tipo de fobia no hace sino empeorar la ansiedad que muchas personas pueden sentir a la hora de encarar un viaje. De hecho, puede que la mayor parte de los síntomas ansiosos provengan de ella, en el caso que la persona padezca este miedo.

La fobia a volar suele aparecer bastante antes de tomar el avión, así como durante el vuelo, especialmente si existen turbulencias o algún problema adicional. Se trata de una fobia significativa que puede convertir el viaje en avión en algo verdaderamente estresante.

¿Cómo gestionar la ansiedad ante un viaje?

Ya hemos visto cómo puede afectar un viaje en nuestro estado emocional, y no sólo desde una perspectiva positiva. Pero ¿cómo gestionar esta ansiedad? A continuación encontraras algunos consejos que te ayudarán a rebajar la ansiedad ante el hecho de viajar. Y recuerda que no todas las personas somos iguales y que quizá la mejor solución es que acudas a un profesional, para que te diseñe un tratamiento adaptado a tus necesidades.

Planifica con calma tu viaje La incertidumbre es una de las causas que pueden desencadenar ansiedad a la hora de viajar, por lo que es recomendable que planifiques el viaje con tiempo y calma. De esta forma, rebajarás la sensación de alejarte de tu zona de confort y, por tanto, la inquietud se reducirá.

Investiga acerca del país al que viajarás, echa un vistazo a los alojamientos y al transporte. Te puede ayudar también realizar un itinerario de cada día y apuntar cómo vas a llegar a cada destino. El objetivo es obtener cuanta más información mejor, para que, cuando tengas que emprender el viaje, lo hagas con la mayor seguridad posible.

1. Establece rutinas

La desconexión con el día a día es la principal causa de la ansiedad a la hora de viajar. Es por ello por lo que puede ayudarte una planificación cuidadosa, así como el establecimiento de rutinas diarias durante el viaje.

Es muy útil configurar un “calendario de viaje”, donde puedas reseñar qué pretendes hacer o visitar en cada momento del día. Puedes acudir a recursos como aplicaciones geográficas para ubicarte y saber cuánto tiempo emplearás en el traslado de un lugar a otro. Si viajas con una cuidadosa planificación, tu sensación de control aumentará y ya no habrá tanto lugar para la incertidumbre.

2. Practica técnicas de relajación

Las técnicas de relajación y el mindfulness son muy útiles a la hora de combatir la ansiedad, especialmente durante los “picos” ansiosos como el que te puede generar la perspectiva de un viaje.

La meditación y la respiración diafragmática son muy comunes, y tienen como objetivo permitirte un momento de calma y aceptación de la ansiedad. Por otro lado, pero muy relacionado con ello, el mindfulness permite conectarte con el presente a través de la atención a tus sensaciones y pensamientos, pero sin emitir juicio alguno sobre ellos. En internet puedes encontrar aplicaciones en este sentido que pueden resultarte muy útiles para conectarte con el momento presente durante el viaje.

3. Busca apoyo

Sin duda, el apoyo de los que nos rodean es algo crucial para el bienestar emocional. Busca personas con las que puedas comunicarte abiertamente sobre lo que sientes y que, sobre todo, no te juzguen. Todo ello reforzará tu autoestima y tu seguridad y será una ayuda incalculable para afrontar tu ansiedad.

Si vas a emprender el viaje tu sólo/a, puedes igualmente explicar tu ansiedad a tu grupo de apoyo. Si, por el contrario, viajas con más personas, es importante que les hagas saber qué situaciones te generan estrés para que sean conscientes de en qué momento necesitas más apoyo. Con una comunicación fluida y sincera, el viaje será mucho más placentero para todos.

Recuerda que tú puedes hacerlo. El hecho de que, a pesar del miedo y la ansiedad, hayas tomado la decisión de viajar ya demuestra, y mucho, acerca de tu capacidad para afrontar la situación. La ansiedad es algo común y no eres menos válido/a por experimentarla. Poco a poco, conseguirás gestionarla debidamente y podrás disfrutar plenamente de la experiencia de viajar.