¿Por qué se producen los Brotes Psicóticos?

Puede que alguna vez hayas experimentado lo que se conoce como un brote psicótico: has escuchado voces en tu cabeza que te daban órdenes o te insultaban, has visto seres extraños que no existían en la realidad, o has sentido que todo el mundo estaba creando un complot contra ti.

¿Pero por qué te ha pasado esta experiencia tan desagradable? ¿Por qué se producen los brotes psicóticos? Sigue leyendo y te explicamos en más detalle qué son, por qué se producen y cómo podemos tratarlos.

¿Qué es un brote psicótico?

Un brote psicótico es una ruptura con la realidad temporalmente, durante la cual no se puede distinguir entre lo que es realidad o ficción. También puede ser nombrado como psicosis o episodio psicótico, y puede durar desde horas hasta meses.

Los síntomas pueden ser muy dispares, ya que el brote puede crear ficciones muy distintas en las diferentes personas que lo sufren. Los síntomas principales son los delirios y las alucinaciones, y las conductas que empiezan a hacer las personas a raíz de estos (aislarse, actuar de forma extravagante o desorganizada, autolesionarse…).

Los delirios son interpretaciones distorsionadas de lo que está ocurriendo, es decir, creencias falsas sobre la realidad que son concebidas como verdad e irrefutables. Los delirios pueden ser de varios tipos según el contenido de la creencia: delirios persecutorios o conspiratorios, de grandeza, de celos, somáticos o erotomaníacos (cuando piensan que una persona está locamente enamorada de él/ella).

Las alucinaciones, en cambio, son percepciones de estímulos sin que estos estén presentes en la realidad: ver, oír o sentir algo sin que sea real. Las personas que sufren alucinaciones realmente están percibiendo estas ficciones, pero solo son producto de su mente. Generalmente, suelen ser imágenes, sonidos, voces o sensaciones que causan malestar a la persona.

El brote psicótico, a su vez, es un síntoma característico de los trastornos psicóticos. Estos últimos son considerados trastornos mentales graves. El más conocido de los trastornos psicóticos es la esquizofrenia, pero también existen otros como el trastorno delirante o el trastorno psicótico inducido por sustancias.

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¿Por qué se produce un brote psicótico?

A pesar de ser un síntoma de los trastornos psicóticos, sufrir un brote no implica necesariamente ser diagnosticado/a de un trastorno psicótico. Pueden darse también en personas con otros trastornos mentales graves, como el trastorno bipolar o el trastorno límite de personalidad; en personas con un problema médico, como un tumor cerebral; o incluso de forma aislada en personas sin ningún trastorno o enfermedad, las cuales no vuelven a sufrir otro brote en su vida.

¿Pero y por qué se produce entonces un brote psicótico? Pues se produce por distintos factores: biológicos, psicológicos y ambientales. Primero, los factores biológicos se refieren tanto a la predisposición genética que puede tener cada persona por su historial familiar, así como a un desequilibrio entre los neurotransmisores del cerebro, en concreto, la dopamina, la serotonina y el glutamato. También pueden ser por otros problemas médicos, como los tumores cerebrales, como ya hemos mencionado.

En cuanto a los factores psicológicos, influyen si una persona ha estado sometida a un estrés prolongado en el tiempo, y si ha vivido una situación emocional intensa y desagradable, tanto que pueda llegar a ser traumática, como podría ser el fallecimiento de un ser querido. Por eso también algunas personas con trastornos del ánimo o de las emociones pueden llegar a sufrir brotes psicóticos.

Finalmente, los factores ambientales también son determinantes. En estos, se engloban sobre todo el consumo de sustancias, como sedantes, algunos fármacos y las drogas. Aún más predisponentes son las drogas que directamente son alucinógenas. Estas sustancias alteran la química del cerebro, y pueden jugar malas pasadas tanto a corto como a largo plazo.

Generalmente, los brotes psicóticos no se suelen repetir si son causados por los factores psicológicos o ambientales. Siempre en el caso de que acabe la situación estresante o traumática y de que se deje de consumir las sustancias que han causado el brote, claro está. En cambio, si ha sido causada por factores biológicos, es muy probable que se repitan otros brotes psicóticos si la persona no es tratada por un profesional.

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Tratamiento de un brote psicótico

El brote psicótico puede ser bastante grave si no se interviene, sobre todo porque en un principio no se sabe cuáles han sido los factores causantes. Puede perpetuarse, causar daños serios en la química y composición del cerebro, y terminar siendo un trastorno psicótico. También puede provocar alucinaciones o delirios que impulsen a la persona a autolesionarse y provocarse daños serios, ya sea de forma consciente o no.

En este punto queremos matizar que las personas que sufren un brote o un trastorno psicótico no suelen ser peligrosas para los demás, como nos pueden hacer creer en las películas. En todo caso, tienden a hacerse daño a sí mismos, más que a las personas que se le acerquen.

Por todo ello, es necesario que cualquier persona con un brote psicótico vaya a un hospital. Generalmente, son la familia, pareja o amigos los que llevan a dicha persona a la consulta, ya que la persona en un principio puede no ser consciente de que está sufriendo el brote. Él/ella cree que todo es real y que la solución no se la va a dar la medicina o la psicología.

En el hospital, habitualmente se le ingresa durante un tiempo y se realiza un tratamiento farmacológico, acompañado de ayuda psicológica. Los fármacos son necesarios para estabilizar a la persona y volverla a conectar con la realidad.

De la misma manera, la terapia psicológica es imprescindible para ayudar a las personas a ser conscientes de lo que les pasa, aportarles herramientas necesarias para prevenir o intervenir durante el brote y apoyarles durante todo el proceso. El entorno también puede beneficiarse de la terapia psicológica para poder afrontar estas situaciones y ayudar a la persona que lo sufre.