"El humor puede proporcionar el distanciamiento necesario para sobrevivir a cualquier situación, aunque no sea más que por unos segundos", dijo una vez Viktor Frankl, un psiquiatra que sobrevivió a los campos de concentración nazis, autor de unos de los libros más famosos sobre el bienestar psicológico.
El humor, la risa y la comedia han sido ampliamente estudiados en el campo de la psicología. Nada más que por sentido común, ya nos podemos imaginar que estos fenómenos sociales nos causan sensaciones agradables y consecuencias positivas.
Por ello, se está investigando el humor, la risa y la comedia con un enfoque terapéutico. Para ilustrar este fenómeno, a continuación te relato un estudio sobre el poder terapéutico de la comedia en pacientes en tratamiento de diálisis, para después hablarte del potencial terapéutico de la comedia.
Ver películas de comedia durante la diálisis
Un grupo de investigación brasileños se propuso evaluar el efecto de ver películas de comedia durante la diálisis sobre los niveles de ansiedad y depresión, la calidad de vida, los resultados de análisis y las complicaciones surgidas en la diálisis.
Este estudio se realizó teniendo en mente que las películas de comedia podrían aportar humor y, por tanto, relajación y bienestar. Por eso una condición necesaria era que las películas fueran específicamente cómicas, además de tener buenas críticas y un humor adecuado, para aumentar las probabilidades de que provocaran risas y buen ánimo.
De esta manera, su hipótesis era que estas películas podrían funcionar como una práctica complementaria no farmacológica y beneficiosa para la salud mental y física, al igual que lo son la terapia a base de hierbas, la meditación, el yoga, los ejercicios de relajación y de risa simulada.
Para ponerlo a prueba, dividieron a 60 pacientes en dos grupos: uno experimental, al que se les puso 12 películas; y otro de control, que es el nombre que se le da al grupo en el que no se aplica la intervención evaluada en los estudios, es decir, no se le puso la película a este grupo. A ambos grupos se les evaluó en todos los aspectos que se querían estudiar, antes y después de la proyección de las películas, para poder ver si se producían cambios.
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Resultados del estudio
Los resultados del estudio fueron favorables, a excepción de los resultados de los análisis, en los que no se encontraron diferencias significativas entre antes y después de ver las películas. Se consiguieron los siguientes resultados en el grupo experimental:
- Los síntomas de depresión se redujeron en general. Es más, en la primera evaluación, 8 personas de las 30 encajaban en el diagnóstico de depresión (el resto solo tenían algunos síntomas). Tras la intervención con las películas, 7 de estas personas ya no tenían síntomas para ser diagnosticados de depresión.
- La puntuación en ansiedad descendió de forma global.
- Dentro de las posibles complicaciones intradiálisis (hipotensión arterial, náuseas, dolor de cabeza, hipertensión y calambres), las incidencias de dolor de cabeza e hipertensión disminuyeron entre los pacientes.
- En cuanto a la calidad de vida, los pacientes mostraron una reducción en síntomas y problemas de salud, en los efectos de su enfermedad y en el dolor; de manera que pudieron mejorar su estado de salud general y, en consecuencia, su función y actividad social.
Resultados similares en otras investigaciones
Esta investigación no es la única que ha encontrado beneficios del humor para la salud mental y física. Por ejemplo, hubo otra investigación que analizó cómo las experiencias emocionales son vividas por cómicos, evaluando cómo influye el tener un espacio de expresión emocional en público. Se encontró una relación entre hacer comedia, tener estrategias de afrontamiento y tener un espacio terapéutico.
Sin embargo, tuvo una muestra de personas muy pequeña, y sería interesante seguir evaluando en esta línea. Por otro lado, se ha estudiado en varias ocasiones el uso del humor dentro de la terapia psicológica, obteniendo resultados positivos en cuanto a la mejora del paciente y el refuerzo de la relación entre terapeuta y paciente.
Es más, existe una organización sin ánimo de lucro, llamada Association for Applied and Therapeutic Humor (en español Asociación de Humor Aplicado y Terapéutico). Su objetivo es seguir investigando las diferentes utilidades que tiene el humor en nuestro bienestar general y salud; así como hacer una labor de divulgación de este recurso tan beneficioso en todos los ámbitos de la vida.
Cabe señalar que ya existe una terapia desde hace años, que ya ha sido más que comprobada su eficacia, basada en el humor, que es la risoterapia. Este método usa la risa intencionadamente para lograr tanto beneficios físicos como psicológicos.
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La comedia y el humor como terapia
De los resultados de estos estudios y métodos se puede concluir que el humor y la comedia tienen un potencial terapéutico significativo. Hacer una intervención basada en la comedia tiene numerosas ventajas, partiendo de que es relativamente fácil de realizar (ya hemos visto que funciona simplemente poner buenas películas cómicas). Además, no solo funciona a nivel psicológico, sino también a nivel físico, ya que están más interconectados de lo que se pueda pensar en un principio. Y todo gracias a dos características o consecuencias positivas de la comedia: la risa y la forma de afrontamiento.
La risa
La comedia conlleva la risa, al menos en los casos en que sea buena. La risa es una respuesta fisiológica que da nuestro cuerpo para manifestar determinadas emociones, principalmente alegría. Este mecanismo natural tiene beneficios a nivel psicológico y físico:
- Libera endorfinas, de manera que genera una sensación de bienestar y relajación inmediatas.
- Disminuye los niveles de cortisol y, por tanto, el estrés.
- Reduce la presión arterial en casos en los que esté elevada y problemas cardíacos.
- Aumenta los niveles de oxígeno en sangre.
- Refuerza el sistema inmunológico.
- Previene problemas de salud, como la artritis y las úlceras.
- La risa suele ocurrir en situaciones sociales, en las que nos ayuda a sintonizar y conectar con los demás emocionalmente.
Forma de afrontamiento
La comedia puede servir como un modelo para nuestro sentido del humor, ya que al ver qué hace reír a los demás y a nosotros mismos, es posible que queramos repetirlo. El sentido del humor es una característica de la personalidad que nos funciona como una estrategia de afrontamiento para los problemas.
Sin embargo, no todos los estilos de humor son buenas formas para afrontar las situaciones. Existen cuatro tipos, siendo los dos primeros adaptativos o positivos, y los dos últimos desadaptativos o negativos:
- Humor afiliativo: ayuda a establecer vínculos sociales mediante bromas y anécdotas graciosas, de forma que crea divertimento para todos y alivia tensiones.
- Humor de automejora: se utiliza individualmente para afrontar dificultades o problemas desde una perspectiva positiva y disminuir la ansiedad que conlleva.
- Humor agresivo: se emplea a través de bromas dañinas e inapropiadas socialmente para reírse a costa de otras personas, logrando una posición de poder.
- Humor de autodenigración: implica usar una actitud autocrítica dañina para divertir a los demás a expensas de uno mismo y así intentar ser aceptado.
En este sentido, es importante tener cierto cuidado a la hora de utilizar la comedia y el humor en la terapia, ya que habría que seleccionar únicamente contenidos de los estilos de humor adaptativos, y no reforzarles los desadaptativos y crearles más problemas.
Igualmente, si se hace de manera adecuada, es muy interesante utilizar cómo técnicas dentro de la terapia el humor adaptativo y la comedia,. De esta manera, podemos crear un vínculo más fuerte con el paciente, servirles de modelo de estilo de humor y puede servir para que aprendan esta estrategia de afrontamiento de los problemas. Al final, la vida hay que afrontarla con humor (adaptativo, claro).