A menudo existe la creencia de que comerse las uñas está asociado meramente a los nervios del momento o simplemente a un mal hábito. Sin embargo, este terrible hábito puede deberse a razones más profundas de tipo psicológico y con frecuencia es un indicador de algún trauma ocurrido durante la niñez.
El hábito de comerse las uñas, también conocido como onicofagia, tiene repercusiones bastante serias para la salud, no es un problema únicamente estético. En los dedos y las uñas albergamos un sinfín de microorganismos, algunos de ellos patógenos, que en contacto con la boca pueden producir una infección. Es más, al morderte las uñas podemos dañárnoslas de forma irreparable así como también perjudicar nuestros dientes y encías.
Pero que no cunda el pánico, con un poco de voluntad y maña y con los diez consejos que explicamos a continuación podrás volver a lucir unas uñas perfectas y sanas.
¿Por qué nos mordemos las uñas?
Las uñas, básicamente, están compuestas por células muertas recubiertas de queratina y son esenciales para muchas funciones en los seres humanos. Las usamos incluso para tocar instrumentos musicales, pero obviamente tienen usos mucho más cotidianos y necesarios para nuestro día a día.
Causas de la onitofagia
Algunos expertos en la materia proponen que el hábito de morderse las uñas puede originarse durante la infancia más temprana, los bebés y los niños pequeños tienen la costumbre de llevarse los dedos a la boca. Morderse las uñas no está considerado como una enfermedad sino como una patología psicológica, que, si se convierte en un hábito irreprimible y compulsivo, debe tratarse médicamente.
Las causas de la onicofagia pueden dividirse en dos grupos:
1. Causas externas
Una de las explicaciones recurrentes para la onicofagia es la ansiedad y el estrés producido por problemas personales, laborales, económicos, sentimentales o conyugales, nerviosismo ante los exámenes... Son factores habitualmente más benévolos, puesto que con fuerza de voluntad y tomando conciencia del problema, es relativamente sencillo abandonar el hábito y controlarlo.
2. Causas internas
Se trata de desajustes emocionales y alteraciones del sistema nervioso producido por traumas. Pueden ser desajustes familiares, maltratos, humillaciones, autoestima baja, sentimiento de culpa y necesidad de autocastigo. El hábito es prolongado en el tiempo y llega a cronificarse, en ocasiones el comportamiento es tan agudo que puede derivar en una conducta auto-agresiva.
Hay una creencia muy extendida, que reza que morderse las uñas es un problema leve, dado que de todas formas estas vuelven a crecer al poco tiempo. Pero ¡ojo!, la onicofagia puede ser peor de lo que comúnmente se piensa y producir daños permanentes.
Consecuencias y efectos de comerse las uñas
Las manos nos proporcionan multitud de información sobre la persona, son un reflejo de la salud y de la seguridad en sí misma.
Unas manos bien cuidadas transmiten una buena impresión en los demás. Es decir, morderse las uñas tiene connotaciones de salud, emocionales-psicológicas, estéticas y sociales.
1. Consecuencias sobre la salud y estéticas
En las uñas se hallan cantidades ingentes de gérmenes de todo tipo. Éstos, al ponerse en contacto con la boca, pueden penetrar en nuestro cuerpo y producir algún tipo de enfermedad.
Las lesiones producidas en los dedos y las yemas pueden provocar infecciones bacterianas o virales. Además, los dedos pueden deformarse y existe el riesgo de perder la uña de forma permanente. Entre otras consecuencias también se halla la inflamación crónica de los dedos y la aparición de caries por el daño provocado en el esmalte de los dientes.
2. Consecuencias emocionales
Otra clase de efectos negativos de comerse las uñas es el complejo y la vergüenza (que provoca, en último término, ansiedad) por la apariencia de las manos y que puede interferir en las relaciones interpersonales.
Este punto también está relacionado con un bajo nivel de autoestima, sentimientos de tristeza e incapacidad para controlar conductas compulsivas.
3. Consecuencias sociales
La persona que se come las uñas puede creer que es rechazada por la sociedad. También puede presentar ciertas d****ificultades en las relaciones personales y sentimentales.
Problemas laborales: rechazo en entrevistas de trabajo por razones de higiene o estéticas dependiendo del puesto.
Los diez consejos que debes saber para no morderte las uñas
Como puedes observar, dejar este hábito malsano puede repercutir en innumerables beneficios tanto para tu salud, como a nivel psicológico, emocional y social.
A continuación te explicaremos diez consejos magníficos para que no te comas las uñas. Son trucos muy fáciles que no requieren productos especiales, simplemente has de quererlo y poner voluntad.
1. Ser consciente del problema
Lo primero que debes hacer es detectar cuáles son las situaciones que te producen estrés o inseguridad y que activan el hábito de morderte, palpar o rascar las uñas y que lleva directamente a meterlas en la boca.
Esto es identificar los momentos en particular que te conducen a este comportamiento, por ejemplo, al tener que interaccionar socialmente o prepararte para una prueba académica, los momentos previos a una entrevista de trabajo... De igual modo, debes identificar que actividad o grupo de ellas evitan este comportamiento y mantienen tus manos ocupadas, han de ser cosas que sean de tu agrado, por ejemplo hacer deporte, manualidades, tocar un instrumento musical, escribir... De esta forma mitigarás la ansiedad y evitarás la conducta compulsiva de morderte las uñas.
2. Mastica regaliz
Tener la boca ocupada masticando raíz de regaliz es una buena medida para combatir el hábito de morderte las uñas. Haz esto especialmente en los momentos que te producen ansiedad. Acostumbra a llevar este remedio siempre contigo. Una vez hayas abandonado el mal hábito de la onicofagia, podrás descansar y dejar el regaliz en casa.
3. Masca chicle
De igual manera, resulta muy efectivo masticar chicle cada vez que sientas la necesidad de llevarte los dedos a la boca. De esta manera evitarás morderte las uñas al mismo tiempo que refrescas tu aliento y ejercitas los músculos de tus mandíbulas evitando las arrugas.
4. Usa Aloe Vera
Hay productos amargantes específicos para evitar este hábito, sin embargo ¿por qué vas a gastarte dinero pudiendo tener lo que necesitas en casa?
El Aloe Vera tiene innumerables propiedades para la salud, pero ciertamente no sabe muy bien. Corta por la mitad una penca de Aloe Vera, verás que tiene un contenido transparente semejante a la baba de caracol, déjala en la nevera una noche y verás que esta baba a adoptado un color como rojizo debido a la oxidación, lo que produce su amargor. Posteriormente, aplícalo en las uñas hasta que se seque. Cada vez que introduzcas tus uñas en la boca te sobrevendrá un sabor muy amargo y desagradable que con seguridad te quitará las ganas de volver a hacerlo. Además, el Aloe Vera tiene propiedades antibacterianas y cicatrizantes, por lo que es ideal para evitar infecciones debido a las heridas por morderte las uñas y a acelerar el proceso de regeneración de estas.
5. Autocontrol
Con este ejercicio de autocontrol conseguirás dominar el impulso de comerte las uñas:
- Acerca un dedo hacia tu boca, detente cuando esté a cinco centímetros de tus labios. Aléjalo. Repite varias veces esta acción disminuyendo cada vez más la distancia.
- Introduce la uña entre los dientes sin llegar a morder, resiste un poco de tiempo, sácalo. Repite este gesto aumentando cada vez más el tiempo. Practica este ejercicio 5 minutos al día y verás que da resultado.
6. Uñas postizas
Tal vez esta es la solución más cara de todas pero vale la pena, se trata de cubrir tus uñas con otras sintéticas como las acrílicas. Evitará que dañes tus propias uñas a la vez que permites su crecimiento.
7. Tiritas
Ponte unas tiritas sobre las uñas durante un mes, sustituyéndolas de vez en cuando. Esto consiste en que puedas admirar como crecen sanas y lustrosas al cabo de un tiempo, sin morderlas.
8. Practica un hobby
Mantenerte ocupado realizando un pasatiempo o hobby que sea de tu agrado mantendrá alejadas por más tiempo las uñas de tus dientes.
Cualquier actividad de tu interés es apropiada, es muy importante que sea de tu agrado ya que esto disipará tu deseo de llevarte las uñas a la boca. Las manualidades son muy recomendables porque mantienen ocupadas tus manos, en especial si se trata de trabajar con materiales como el barro para hacer cerámica, ya que mantiene tus manos sucias, de igual modo también es interesante la pintura.
9. Usa guantes
Si encuentras que los guantes te sientan bien, úsalos, especialmente en invierno. Es una manera infalible de evitar morderte las uñas.
10. Felicítate por tus avances
No dudes en celebrar tus avances conforme vayas progresando. Verás como la gente de tu alrededor seda cuenta y te felicita, esto te incentivará a continuar manteniendo tus uñas sanas y bonitas.
A modo de conclusión...
Con fuerza de voluntad y los consejos que has aprendido, seguro que pronto lucirás unas uñas perfectas. Si ves que tienes muchos problemas para dejar el hábito, puedes acudir a un psicólogo de confianza.
Referencias bibliográficas:
- Baeza, J.C. ; Balaguer, G. y otros (2008). Higiene y prevención de la ansiedad. Madrid. Editorial Díaz de Santos.
- Burns, D. (2011). Sentirse bien. Una terapia contra las depresiones. Paidós editorial
- Fioenza, A. (2007). 99 estrategias para superar el miedo, la ansiedad y las fobias. Barcelona. RBA Editores.
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