Las técnicas y estrategias utilizadas en psicoterapia para ayudar a los pacientes han ido evolucionando mucho a lo largo de las décadas.
Parte de este fenómeno se debe a las investigaciones científicas realizadas en este tiempo, las cuales han ido arrojando luz acerca de la eficacia (o la falta de ella) de diferentes maneras de tratar a los pacientes; pero se debe también, simplemente, a que el desarrollo de las nuevas tecnologías ha permitido crear recursos terapéuticos que eran inconcebibles hasta no hace tanto.
El caso de la Realidad Virtual usada en psicoterapia es un ejemplo de ello: en la actualidad, es posible aprovechar la informática para generar “entornos de entrenamiento” terapéutico que no existen en el mundo real, sino únicamente en el mundo digital. Aquí veremos cuáles son las principales ventajas de esta forma de intervención psicológica.
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¿Qué es la Realidad Virtual?
La Realidad Virtual es un recurso tecnológico desarrollado para generar entornos digitales con apariencia real, y puede ser utilizado con una gran diversidad de objetivos. Por ejemplo, se utiliza tanto en productos de ocio como los videojuegos, como en programas de entrenamiento, o en el caso que nos ocupa aquí, la terapia psicológica, entre otros modos de uso.
Así pues, la Realidad Virtual hace posible aprovechar el potencial de las nuevas tecnologías para diseñar lugares ficticios pero muy realistas, sin las restricciones impuestas por la economía (es decir, sin necesidad de construir esos entornos con material físico) y por las leyes de la naturaleza. De esto se deriva que mediante la Realidad Virtual es posible generar eventos, objetos y seres que no pueden darse en el mundo real; sin embargo, en muchos casos se busca precisamente lo contrario, desarrollar situaciones que se parezcan mucho a lo que nos podría pasar en el Planeta Tierra actual.
Por otro lado, la Realidad Virtual suele ir asociada a materiales complementarios que facilitan la inmersión es esos mundos ficticios, siendo las más populares las gafas de Realidad Virtual. Estas sirven para que todo el campo de visión de la persona que utiliza esta tecnología quede ocupada por lo que pasa en ese escenario diseñado artificialmente, de manera que se olvide de los estímulos que pertenecen al mundo real.
¿Cuáles son las ventajas de la Realidad Virtual aplicada a psicoterapia?
Tal y como hemos visto, la Realidad Virtual no es una tecnología creada de por sí para ayudar a problemas con problemas psicológicos; sin embargo, precisamente porque es muy adaptable y no se limita a un solo tipo de objetivo, es la base desde la cual se desarrollan recursos que sí están pensados para la psicoterapia.
Es por eso que la Realidad Virtual es aprovechada para desarrollar herramientas pensadas para tratar pacientes, sobre todo en lo relativo a la gestión de las emociones y el tratamiento de los problemas de ansiedad. En casos así se diseñan entornos virtuales tridimensionales y muy realistas a través de los cuales el usuario puede moverse e interactuar con los elementos, ya sean estímulos que desencadenan reacciones fóbicas, situaciones asociadas al trabajo que producen estrés, lugares que inducen a un estado de relajación, etc.
A continuación puedes ver un resumen acerca de cuáles son las principales ventajas que ofrece en el ámbito de la psicoterapia.
1. Se adapta a varios tipos de problemas psicológicos
Como la Realidad Virtual es un entorno digital muy adaptable en cuanto a lo que permite recrear y programar, su uso no tiene por qué limitarse al tratamiento de psicopatologías muy específicas. Con relativamente poco esfuerzo se pueden crear recursos para una amplia variedad de problemas, e incluso reciclar parte del material para muchos tipos de pacientes.
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2. Permite crear no solo entornos, sino también situaciones completas
La Realidad Virtual no se limita a generar entornos entendidos como lugares estáticos que existen dentro de un software: también incluyen eventos, secuencias de acciones realizadas por las entidades artificiales de esos lugares (por ejemplo, el equipo de vuelo de un avión) o que se desencadenan cuando el usuario realiza determinadas acciones.
3. Ofrece más privacidad que la exposición en vivo
Como la Realidad Virtual puede ser utilizada sin salir de una habitación, ofrece más privacidad que otras modalidades de intervención en las que hay que ir a lugares en los que está el estímulo real ante el cual el paciente debe aprender a gestionar sus emociones, y que en muchos casos suelen consistir en espacios públicos a la vista de otras personas.
4. Da un control mucho mayor sobre las variables
En los procedimientos basados en la exposición a entornos reales, es imposible controlarlo todo. Sin embargo, en la Realidad Virtual resulta muy fácil controlar variables tan relevantes como el clima, la luminosidad, el ruido, el tamaño del estímulo al que exponerse, etc.
5. Permite crear una escala de dificultad
Esta es una de las ventajas de la terapia basada en Realidad Virtual que se asocian al punto anterior, es decir, el control de las variables. Gracias a que todo lo que hay en este entorno puede ser ajustado a un propósito determinado, es muy fácil generar situaciones adaptadas al grado de progreso del usuario, de modo que en cada momento afronte actividades que le suponen un reto pero que no sobrepasan sus capacidades ni le llevan a desanimarse y tirar la toalla.
6. Está asociado a un menor coste
En comparación al uso de elementos propios de entornos del mundo real, la Realidad Virtual conlleva menos costes: no hay que desplazarse, no es necesario contar con co-terapeutas que ayuden, no es necesario comprar o alquilar elementos físicos específicos para esa intervención, etc.
Referencias bibliográficas:
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