Un virus que se creía inofensivo podría estar detrás de la enfermedad de Parkinson

Un virus aparentemente benigno podría desencadenar esta patología al afectar al sistema inmune.

Un virus que se creía inofensivo podría estar detrás de la enfermedad de Parkinson

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La enfermedad de Parkinson afecta a millones de personas a nivel mundial. Aunque se conocen bien algunos aspectos de ella, otros —como las causas que la provocan— siguen siendo una verdadera incógnita.

Aunque durante décadas se ha considerado que una combinación entre los factores ambientales y los genéticos podrían ser los desencadenantes de esta enfermedad, un estudio publicado recientemente aporta información nueva.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Northwestern señala que un virus, hasta ahora considerado inofensivo, podría estar implicado en la aparición de la enfermedad de Parkinson. A lo largo de este artículo te damos los detalles.

¿Qué es la enfermedad de Parkinson?

Tal y como lo indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), la enfermedad de Parkinson es una afección cerebral que causa trastornos del movimiento, mentales y del sueño, dolor y otros problemas de salud.

Es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente, después del Alzheimer. A día de hoy no existe una cura, aunque los tratamientos existentes pueden ayudar a reducir la sintomatología.

Debido a sus características, la enfermedad de Parkinson tiende a generar altas tasas de discapacidad y las personas que la padecen suelen requerir de atención. Entre los principales síntomas se destacan los temblores, las contracciones musculares —altamente dolorosas— y la dificultad para hablar.

Además de la sintomatología motora, muchas personas padecen también trastornos del sueño, depresión, fatiga, estreñimiento y/o deterioro cognitivo. Aunque suele afectar más a hombres y en edad avanzada, también puede darse en jóvenes y en mujeres.

Pese a que se sabe que sí hay antecedentes familiares el riesgo de padecerla es mayor, la causa concreta de su aparición todavía se desconoce. La exposición a contaminantes y tóxicos puede aumentar el riesgo de aparición.

Contextualizando: ¿cuál es el virus que podría estar involucrado?

El protagonista de este nuevo estudio es el HPgV, anteriormente conocido como virus GB C (GBV-C). Los científicos explican que se trata de un virus muy común entre la población a nivel mundial y que, hasta ahora, no se había considerado un virus “peligroso” o que se asociara a alguna enfermedad grave.

Esta patología se transmite a través de los fluidos corporales y muchas personas pueden llegar a ser portadoras sin presentar síntomas. Se consideraba un virus benigno puesto que en una gran cantidad de evidencia científica se indicaba que la infección persistente por HPgV-1 tiene un efecto clínico beneficioso en muchas enfermedades infecciosas como el VIH o la hepatitis C.

El estudio en cuestión que ha revelado este hallazgo

El equipo de investigadores del servicio Northwestern Medicine quería investigar los posibles factores ambientales que podrían estar contribuyendo al desarrollo de la enfermedad de Parkinson.

Para ello, se apoyaron en la herramienta ViroFind —que permite detectar la presencia de material viral en muestras humanas— y analizaron muestras de cerebros postmortem tanto de personas con párkinson como de personas que habían fallecido por otras causas. Buscaron todos los virus conocidos en todos los cerebros con el fin de poder identificar las posibles diferencias entre los grupos.

Mediante esta técnica, los investigadores encontraron algo realmente sorprendente. Mientras que el virus de la Hepatitis C (VPH) estaba presente en algunos de los 10 cerebros de las personas fallecidas con la enfermedad de Párkinson, no lo estaba en el cerebro de las 14 personas que habían fallecido por otras causas.

Se sabe que el VPH pertenece a la familia del virus que causa la Hepatitis C y se transmite por la sangre. Sin embargo, hasta el momento no se relacionaba ni ninguna enfermedad grave. De hecho, al ser una enfermedad asintomática no se sabía que afectaba al cerebro.

Más concretamente, el virus fue hallado en 5 de los 10 cerebros con párkinson, pero en ninguno de los sujetos control. Además, también se encontró el virus en el líquido cefalorraquídeo de algunos pacientes, aunque no se encontró en el plasma sanguíneo. Esto podría implicar que el HPgV podría instalarse directamente en el sistema nervioso.

Además, se observó que los pacientes que tenían el virus en el cerebro mostraban un aumento de la patología tau —relacionada con la progresión de varias enfermedades neurodegenerativas—. Asimismo, se detectaron también niveles alterados de ciertas proteínas cerebrales que se asocian con la transmisión de las señales nerviosas.

¿Qué implicaciones tienen estos resultados?

El estudio todavía fue más allá y analizaron muestras de sangre de más de 1000 participantes en el estudio Iniciativa de Marcadores de Progresión del Parkinson que recoge biomuestras para facilitar los avances científicos y los tratamientos.

En estas muestras de sangre encontraron resultados similares a los hallados a nivel cerebral. Es decir, las personas que portaban el virus mostraban señales inmunológicas distintas de aquellas que no lo habían contraído.

Al estudiar a estas personas en profundidad vieron que los pacientes con una determinada mutación genética relacionada con el párkinson (LRRK2) mostraban una respuesta inmunológica diferente frente al virus.

Todos estos hallazgos sugieren que la enfermedad de Parkinson podría surgir como consecuencia de una combinación entre cierta predisposición genética y la infección con el virus. Es decir, un factor ambiental (virus) que se consideraba inofensivo podría acelerar al disparar la enfermedad en aquellas personas que tienen predisposición genética.

Aunque pueda resultar sorprendente, no es algo extraño. Hay otras enfermedades neurológicas que también se asocian a virus comunes. Lo más llamativo de esta situación es que este virus se había considerado inofensivo, silencioso e incluso benigno.

Puesto que la muestra era pequeña, son necesarias nuevas investigaciones que vayan en esta línea. En el caso de que se confirme la implicación del HPgV, pueden abrirse muchas puertas esperanzadoras. Entre ellas podríamos destacar aspectos como la detección temprana mediante biomarcadores (virus en sangre como señal de riesgo, por ejemplo), la posibilidad de nuevos tratamientos y la prevención personalizada, entre otras.

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  • Hanson, B. A., Dang, X., Jamshidi, P., Steffens, A., Copenhaver, K., Orban, Z. S., Bustos, B., Lubbe, S. J., Castellani, R. J., & Koralnik, I. J. (2025, July 8). Human pegivirus alters brain and blood immune and transcriptomic profiles of patients with Parkinson’s disease. JCI Insight, 10(13), Article e189988. https://doi.org/10.1172/jci.insight.189988
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Nerea Moreno. (2025, septiembre 3). Un virus que se creía inofensivo podría estar detrás de la enfermedad de Parkinson. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/clinica/virus-se-creia-inofensivo-detras-enfermedad-parkinson

Psicóloga

Nerea Moreno es graduada en psicología, con mención en psicología clínica, por la Universidad de Barcelona. Cursó el Máster en Psicología General Sanitaria con la Universidad Autónoma de Barcelona. Posteriormente, se formó como experta en psicología de las emergencias y catástrofes. Tanto esta formación como la experiencia laboral en el campo, supusieron para Nerea el descubrimiento de un nuevo mundo: el trauma. Desde entonces, trabaja desde un enfoque integrador y no ha parado de formarse en trauma, sistema nervioso, apego, duelo y emociones.

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