En la siguiente entrevista, los terapeutas de los talleres de crecimiento personal del Instituto de Asistencia Psicológica y Psiquiátrica Mensalus, comparten con nosotros “Fears”, un corto de animación de Nata Metlukh que, de un modo inteligente, nos muestra la esencia de los miedos y su sentido constructivo.
Un cortometraje para entender los miedos
Antes de nada, puedes visualizar el corto:
Es curioso. Rechazamos el miedo pero, en realidad, lo necesitamos para vivir. Tal y como hemos visto en el vídeo, el miedo es un sistema de protección. Comprender el sentido constructivo del miedo nos ayuda a empatizar con él y escucharlo en lugar de rechazarlo e incluso temerlo. De hecho, cuando no comprendemos su significado, el miedo crece y se convierte en nuestro peor enemigo.
Cuando hablamos de miedo pocas veces pensamos en “sistema de protección”, habitualmente entendemos el miedo como una limitación. Por ello, la frase “vivir con miedo” tal y como la sociedad la interpreta, es rechazada, nadie lo desea. Ahora bien, evitar el miedo conduce a la aparición de otros síntomas que funcionan como mecanismo de alerta: cuando no lo escuchamos, él busca un modo de manifestarse.
Dicho esto, si en lugar de hablar de miedo nos referimos a “miedo constructivo”, la cosa cambia. Es entonces cuando el “vivir con miedo” puede convertirse en otro concepto más rico y completo que sí aceptamos: «vivir con un miedo que nos protege pero no nos limita».
¿Entendemos entonces que no debemos evitar el miedo?
Exacto. El miedo, igual que el resto de emociones, contiene un mensaje que no podemos rechazar. De lo contrario, se genera miedo al miedo y los pensamientos negativos crecen hasta el punto de transformar el pensamiento y la emoción primaria en un sistema repleto de catastrofismos y totalismos (“todo me va a ir mal”/”seré un fracasado”/”nunca podré”).
¿Cómo podemos perder el miedo al miedo?
Tal y como dice Luis Muiño: “El miedo nos preserva de peligros y ,a la vez, limita nuestras vidas. Ser feliz consiste en perder el miedo al miedo y manejar esta emoción de forma que nos permita ser cautos pero nos deje vivir libremente”.
Cuando hablamos de limitación nos referimos al miedo que no invita a la reflexión sino que frena la decisión y la acción. El miedo no constructivo puede frenar gravemente nuestros objetivos. El archiconocido libro y vídeo titulado “Te atreves a soñar” justamente habla de cómo, muchas veces, el miedo vence a la motivación (funcionan como fuerzas contrarias) y, aquel primer paso que nos ayudaría a salir de una zona de confort, queda en el olvido por culpa del “y si no sale bien”.
Por supuesto, vencer “el miedo al miedo” no es una tarea fácil, requiere de un entrenamiento del pensamiento positivo-realista fruto del contacto con nuestros logros. El reconocimiento de capacidades facilita que valoremos aquello que podemos ganar en lugar de centrar la atención en aquello que podemos perder. En esta misma linea, Matti Hemmi, explica: “Tu actitud, tus creencias y tus miedos están engranados en tu cerebro y no vas a conseguir cambiar de la noche a la mañana”. De hecho, a lo que te invito no es a cambiar sino a desarrollarte”.
Desarrollarnos como personas que no tienen “miedo al miedo” y que comprenden el miedo como un elemento constructivo es una visión muy inteligente.
¿Qué diferencia existe entre cambio y desarrollo?
Desarrollo es crecimiento, aumento, adelanto, progreso, avance, mejora, etc.
Cuando hablamos de desarrollo implica la palabra cambio, pero referirnos a este primer término es especialmente funcional. Hablar de desarrollo invita a pensar que somos la misma persona que éramos al inicio pero más rica al haber integrado distintos elementos.
Entender el crecimiento personal como desarrollo facilita que el individuo comprenda que aquello que necesita quizás no esté ahí fuera, sino que es el resultado de un trabajo interno relacionado con poner orden y estructura a pensamientos y emociones (fruto de la propia experiencia y la herencia recibida).
“Fears” es un vídeo que se ha trabajado en los talleres de crecimiento personal. Concretamente, el taller “Dónde estás y dónde quieres llegar” lo ha presentado para ayudar a sus participantes a comprender qué miedos les limitan y cuáles les protegen. ¿De qué otros modos podemos trabajar el miedo constructivo?
El miedo constructivo, aquel que nos frena ante el peligro y nos invita a pensar de forma funcional, puede trabajarse desde los ejercicios de autoconocimiento, ejercicios que promueven mensajes relacionados con quiénes somos y cómo percibimos el mundo. Para ello, el psicoterapeuta se encarga de guiar el descubrimiento de “la voz del miedo constructivo” con entrevistas, técnicas narrativas, cuentos ilustrados y ejercicios vivenciales entre otros.
El resultado de este tipo de dinámicas es un mayor contacto con el discurso del miedo funcional. En definitiva, el objetivo es escucharlo, comprenderlo y aceptarlo
La aceptación es el punto clave que nos “permite permitirnos”, valga la redundancia. Yo, tú, él y todos sentimos miedo, es una emoción natural y necesaria, es un elemento imprescindible para adaptarnos al medio y que el medio se adapte a nosotros. Trabajar las resistencias (pensamientos que no permiten) es otra de la tareas fundamentales para flexibilizar nuestras creencias y facilitar la comprensión del miedo.
Muchas gracias.
Entrevista realizada por Mª Teresa Mata.