Mapa curricular: características, partes y funciones

El mapa curricular es una herramienta usada por docentes y educadores en general. Veamos cómo es.

Mapa curricular

Los mapas curriculares son herramientas visuales que permiten organizar lo que se va a impartir en un centro educativo, teniendo en cuenta cada asignatura o ámbito temático, período de edad y período del año, sean meses, trimestres o semestres.

El mapa curricular se presenta en forma de tabla y, gracias a su sencilla estructura, resulta muy sencilla de entender y consultar en futuras ocasiones. A continuación veremos más a fondo qué son, cuáles son sus características, cómo se elaboran y qué funciones tienen.

¿Qué es un mapa curricular?

Una mapa curricular es una herramienta educativa en la cual se representan los contenidos del plan de estudios de manera visual. Así pues, se trata de un elemento que ayuda a los profesores en la elaboración y aplicación del curso escolar. Esta herramienta es muy útil, dado que permite al profesorado encontrar incoherencias y solapamientos en algunos de los elementos que tenían previsto enseñar, o encontrar aspectos del curso académico a mejorar.

Para elaborar un mapa curricular es necesario concretar los temas y habilidades que se quieren enseñar en cada una de las asignaturas y niveles del centro. De esta forma, el profesorado puede adaptar su estilo de enseñanza a las necesidades del alumnado y teniendo en cuenta qué es lo que enseñan el resto de profesores.

El formato del mapa curricular suele tener el de una hoja de cálculo o tabla. En sus columnas se muestran los períodos de tiempo con los que se quiere trabajar, mientras que las filas incluyen aquella información sobre los temas que se van a enseñar durante tales períodos. No obstante, esta no es la única forma de elaborar un mapa curricular, ya que cada profesor y centro puede considerar más oportuna otra organización.

Características del mapa curricular

Podemos destacar tres características de los mapas curriculares.

1. Datos representados visualmente

La característica más ventajosa de los mapas curriculares es que son herramientas que permiten representar toda la información referente a un plan de estudios y necesidades del alumnado de forma visual y en un solo documento.

Gracias a esto, el mapa curricular es muy beneficioso a nivel administrativo. Los profesores pueden comprobar con pegar solo una ojeada si están cumpliendo con los objetivos que se habían propuesto o si tienen que cambiar algo en su enfoque.

Otra ventaja de este punto es que es más fácil de comprender para personas ajenas a la institución educativa, como por ejemplo profesores recién llegados, inspectores educativos y los padres de los alumnos. Es una herramienta muy intuitiva de comprender.

2. Resumen de la información importante

A la hora de hacer un mapa curricular se tiene que colocar mucha información en un espacio limitado.

Para ello es necesario sintetizar los datos que se creen necesarios y que sean suficientemente claros como para ayudar a comprender qué se va a enseñar.

3. Organizados en varias secciones

Para que sean más fáciles de comprender los mapas curriculares suelen estar divididos en varias secciones complementarias, de acuerdo a varios criterios establecidos por el profesorado quien lo elabora.

Las divisiones exactas varían en cada uno de ellos, dependiendo en función de la técnica utilizada para crearlos, aunque tienden a parecerse mucho.

  • Las divisiones suelen hacerse en base a estos tres criterios:
  • Los ámbitos que se van a impartir (matemáticas, lengua, biología...)
  • La edad del alumnado
  • Período escolar (trimestres, semestres, meses...)

De esta manera, si se quiere comprobar qué le toca aprender a cada grupo de edad en un punto determinado del curso tan solo es necesario mirar la sección en el mapa curricular y ver qué objetivos escolares se describen en ella.

Estructura y partes

Aunque la forma del mapa curricular puede variar mucho en función de lo que en él se haya representado, lo cierto es que en la inmensa mayoría de caso su estructura es en forma de tabla o de hoja de cálculo.

Este diseño es, de hecho, uno de los aspectos de los mapas curriculares que los hacen verdaderamente útiles, permitiendo localizar de un solo vistazo los datos que se quieren consultar sobre un alumno, su clase o la asignatura en cuestión.

Columnas

Generalmente, en las columnas se representan períodos de tiempo, como por ejemplo los trimestres en los que se divide el curso académico. Junto con esto, en cada una de las columnas suele haber subdivisiones, representando las distintas áreas docentes a las que se refiere el mapa curricular, como el ámbito artístico o el científico.

Filas

En la parte de las filas se suelen representar los niveles educativos de los alumnos a los que se les va a impartir las clases. Normalmente esta división se realiza según los grados a los que pertenezcan, o en base a los ciclos en los que se encuentren. De esta forma, algunos mapas curriculares se pueden dividir en los años de primaria, secundaria, preescolar... mientras que otros lo hacen juntándolos de dos en dos o ciclos.

También se puede ir un poco más allá y hacer que un mapa curricular mucho más detallado, en el que se plasme toda la información de cada uno de los alumnos. En estos casos las filas representarían conocimientos y objetivos de un solo estudiante, y están más orientados para escuelas con menor número de estudiantes o centros especiales.

Elaboración

A la hora de elaborar un mapa curricular es necesario que el profesorado haya establecido qué objetivos docentes desean alcanzar. Además, los profesores deben hacer un esfuerzo y recoger toda la información necesaria para especificar qué es lo que quieren enseñar y qué han visto que otros profesores enseñan también, evitando solapamientos y repeticiones.

Una vez hecho esto, el profesor solo tendrá que plasmar la información de cada uno de los cursos que imparte en una hoja de cálculo o tabla. Al hacerlo, deberá asegurarse de que el resultado sea lo más claro posible para poder facilitar su comprensión en futuras consultas, o evitar que haya malentendidos si otros profesores tienen que recurrir a ese mapa curricular.

Como hemos comentado en el apartado anterior, la organización de cada mapa curricular puede variar, ya sea en función de las necesidades del alumnado, la situación académica o lo que se vaya a enseñar.

No obstante, y como hemos visto, lo más normal implica dividir la tabla en columnas en función de las áreas curriculares y los períodos de tiempo en los que se divide el curso, mientras que las filas contendrían la información de cada uno de los niveles educativos enseñados.

Funciones en el ámbito educativo

En base a lo visto, podemos especificar como dos las funciones principales de los mapas curriculares.

Organizar actividad docente

Los mapas curriculares suelen servir, principalmente, como una herramienta que permite a los profesores organizarse, determinando qué objetivos escolares tienen que alcanzar durante el curso educativo.

Es habitual que un solo docente se tenga que encargar de muchos alumnos de diferentes niveles en su asignatura o asignaturas, lo cual hace que contar con una herramienta útil y clarificadora como es el mapa curricular facilite sobremanera su actividad docente.

Guía para medir resultados

Si un mapa curricular está bien elaborado es, también, una herramienta ideal para medir los resultados alcanzados en el transcurso del curso académico. El mapa curricular permite al docente darse cuenta en todo momento si está alcanzando los resultados que se había propuesto conseguir al principio del curso escolar.

En caso de que no haya alcanzado los objetivos previstos, podrá corregir de forma sencilla, actuando y reorganizando los contenidos que imparte en clase, al tener una referencia muy sencilla al leer el mapa curricular.

Conclusiones

Como hemos podido ver, los mapas curriculares son herramientas muy útiles para el profesorado, permitiendo establecer desde un buen principio aquello que se quiere alcanzar durante el proceso docente. Además, permite ver si hay profesores que se solapan con otros en cuanto a los contenidos a impartir, además de que son herramientas que permiten evaluar cómo se está dando el transcurso del curso y comprobar si se están alcanzando los objetivos inicialmente planteados.

Referencias bibliográficas:

  • Jacobs, H. (1998). Connections, Mapping, and Structures for Learning: Interview with Dr. Heidi Hayes Jacobs. Independent School Magazine. National Association of Independent Schools. 57 (3).
  • Hale, J. A. (2008). A Guide to Curriculum Mapping. Thousand Oaks, CA: Corwin Press. p. 145.

Graduado en Psicología con mención en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Postgrado de Actualización de Psicopatología Clínica en la UB.

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