Ser madre es una de las experiencias vitales más increíbles y gratificantes que se pueden experimentar. Pero este momento culminante de la vida también trae consigo muchos retos, pues la figura materna es sumamente importante para el crecimiento de un hijo/a e influye decisivamente en cómo éste/a se desarrolla en diferentes ámbitos de su vida: bienestar personal, ámbito académico, trabajo, relaciones interpersonales, etc.
A pesar de que la maternidad es un momento maravilloso y el sentimiento maternal acompañará a una progenitora durante toda su vida, algunas madres pueden sentirse solas, sufrir ansiedad antes o después del embarazo, experimentar un parto complicado, sufrir estrés frente a estas circunstancias o padecer depresión postparto, entre muchos otros fenómenos psicológicos.
Por suerte, los expertos en psicología perinatal ayudan a las madres controlar estas preocupaciones o a superar las problemáticas emocionales que pueden aparecer durante el proceso de concepción, embarazo y la etapa de crianza inicial.
¿Qué es la Psicología perinatal?
La Psicología perinatal puede definirse como una especialidad de la Psicología que abarca todos los aspectos psicológicos que están presentes antes y durante el embarazo, el parto, el posparto, la crianza y el vínculo con el bebé. Por tanto, aporta conocimientos y herramientas para ayudar a las madres o futuras madres (aunque también padres) a superar las dificultades que pueden aparecer en estas etapas tan importantes de su vida, y tiene como finalidad ofrecer a éstas los recursos psicológicos necesarios para aumentar su bienestar y mejorar su calidad de vida, así como la de su bebé y, en general, la de su familia.
Ser madre puede llevar consigo nuevos retos, periodos demandantes, inestables y puede generar estrés, por lo que todos los recursos con los que cuente en este momento específico del ciclo vital van a influir de manera decisiva en su adaptación y el éxito de esta transición.
Dificultades que afrontan las madres y padres
A lo largo de nuestras vidas, las personas debemos hacer frente a diferentes situaciones de cambio que requieren la adaptación necesaria para poder afrontarlas y evolucionar. La maternidad/paternidad es una de las etapas de transición más destacadas, y provoca momentos de gran impacto en la vida de un individuo.
En este contexto tiene gran importancia la aplicación de la Psicología perinatal, que, según la Asociación Española de Psicología Perinatal, interviene en los siguientes ámbitos:
- Temores y miedo asociados al parto y al embarazo.
- Partos complicados y traumáticos.
- Gestión emocional del embarazo y la recuperación tras el parto.
- Bebés nacidos de manera prematura.
- Crianza en edades tempranas y primera infancia.
- Dificultades en la lactancia.
- Puerperio con dificultades de vínculo con el bebé.
- Conciencia de la experiencia del parto y cesárea.
- Depresión posparto u otras patologías asociadas a esta etapa vital.
- Pérdida de un bebé y proceso de duelo.
- Problemas de adaptación a la maternidad o paternidad
- Desarrollo de un vínculo seguro con el bebé
- Crecimiento personal desde una maternidad consciente
- Dificultades para concebir un hijo
¿Cómo ayuda la Psicología perinatal a las familias?
Una de las principales tareas de la Psicología perinatal es la protección de la salud mental tanto de los padres como de los bebés, por lo que está orientada a la prevención, el apoyo, el diagnóstico y el tratamiento durante todo el proceso que precede el nacimiento de un hijo. La psicoeducación es clave en este sentido.
Ahora bien, los expertos en este campo no sólo intervienen y actúan antes del nacimiento, sino también después, con el objetivo de favorecer un vínculo saludable entre los padres y el bebé. El efecto que la intervención tiene en los progenitores es crucial no solo para ellos, sino para la relación familiar en general y para todos los actores que integran la familia. La Psicología perinatal fomenta las capacidades y habilidades y la autoestima de los progenitores, y trata las dificultades que puedan surgir por el camino
¿Cuándo buscar ayuda?
Los psicólogos perinatales ofrecen apoyo psicológico en situaciones variadas.
1. Apoyo antes de la concepción
Algunas parejas pueden tener problemas para concebir. En otras ocasiones, simplemente desean estar preparadas para este importante momento de su vida: el nacimiento de un hijo. Los psicólogos perinatales, por ejemplo, pueden trabajar con los padres para modificar sus creencias sobre lo que significa tener un hijo en caso de ser irracionales o pueden trabajar con éstos para superar experiencias traumáticas del pasado, como puede ser la pérdida de un bebé.
2. Apoyo prenatal y perinatal
La Psicología perinatal ayuda a las madres embarazadas que se enfrentan a desafíos emocionales o físicos durante el parto, pero también puede ser útil en la preparación para el proceso de nacimiento. La ansiedad en el embarazo o el miedo al parto son fenómenos psicológicos que experimentan algunas madres.
3. Apoyo postnatal
Si el parto fue un reto excesivo o traumatizante para la madre y/o el bebé, la madre (y el padre) pueden beneficiarse del apoyo psicológico brindado por los expertos en Psicología perinatal, que también ofrecen asistencia para superar, por ejemplo, la depresión posparto.
- Artículo relacionado: “Depresión posparto: causas, síntomas y tratamiento”
4. Apoyo familiar
La llegada de un nuevo hijo (o cuando el parto ha sido traumático) no sólo cambia la vida de la madre, sino que el resto de miembros de la familia también pueden tener problemas de adaptación en este contexto. La Psicología perinatal es clave porque aporta herramientas necesarias para padres y la familia en estas situaciones.
¿Dónde encontrar a un psicólogo perinatal de confianza?
Para poder beneficiarte de esta práctica terapéutica es necesario ponerse en buenas manos. En España hay buenos profesionales que ofrecen las máximas garantías de asistencia psicológica en esta especialidad, pero es necesario encontrar una clínica de confianza, en la que te sientas a gusto exponiendo tu problema. Si estás pasando por una situación similar a la expuesta en las líneas anteriores, no te desanimes pues es posible superarlo.