La prevención de la violencia de género desde la escuela funciona; esta es la conclusión de un estudio publicado en 2021 por el Ministerio de Educación, llevado a cabo con el objetivo de conocer la influencia de la escuela en la erradicación de la violencia de género.
Los jóvenes que trabajan y tratan estos temas en las aulas disminuyen sus riesgos de vivir, sufrir o causar violencia de género. El sexismo es algo que se aprende desde la infancia; un conjunto de creencias sistemáticas que se han impuesto en nuestra sociedad para perpetuar todo lo generado por generaciones anteriores. Por suerte, nacemos con una gran plasticidad, siendo capaces de adaptar nuevos conocimientos a él y modificar comportamientos anteriores.
Se debe incorporar la educación en violencia de género para aprender a identificarla y prevenirla. En este artículo vamos a hablar sobre la importancia de incorporar estos temas a las aulas escolares para evitar la perpetuación de estas actitudes entre los más jóvenes.
¿Qué es la violencia de género?
Antes de nada, aunque sea un concepto ampliamente generalizado, conviene repasar qué es la violencia de género. Es una de las manifestaciones más claras de desigualdad, subordinación y relaciones de poder sobre las mujeres. La violencia de género es la que se ejerce sobre las mujeres por parte de aquellos hombres con los que se haya establecido una relación de afectividad.
El objetivo del agresor es dañar y conseguir control sobre la mujer. Se da de forma continuada en el tiempo y sistemática en su forma, como parte de una estrategia predefinida para priorizar el daño a la víctima y su aislamiento social.
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Educación como proceso de socialización
La educación se considera parte del proceso de socialización que irá más allá de los límites de las instituciones académicas. Muchas experiencias de aprendizaje son cotidianas y se dan fuera de un marco formal, pero las escuelas e institutos proporcionan un espacio privilegiado para prevenir sobre temas como la violencia de género. Repasando la construcción cultural e histórica de los roles de género y los comportamientos característicos asociados a ellos, se han establecido diferencias entre sexos que han generado relaciones de poder entre hombres y mujeres, dando a las niñas y mujeres el lugar de la subordinación y discriminación. Sin embargo, lo masculino se ha asociado a la fuerza e incluso a la violencia.
Es importante considerar la diferenciación entre estos roles para comprender que la erradicación del mantenimiento de estas creencias debe conllevar una respuesta multidisciplinar, con la educación e instituciones educativas como protagonistas. Mediante la educación se pueden cambiar las creencias y no todas las familias pueden proporcionar a sus hijos e hijas una educación integral en temas de género y violencia.
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Temas a tratar en la prevención de la violencia de género en la educación
Mediante la educación en violencia de género en escuelas e instituciones académicas, se pueden abordar muchos y variados temas. Proponemos una serie de temáticas interesantes para introducir en relación a la violencia de género y el desarrollo infantil o adolescente.
1. Respuesta a demandas y expectativas de género
Como se ha comentado previamente, durante nuestro desarrollo sexual y de género interiorizamos unas creencias asociadas socialmente al género. De esta forma, se educa a niños y niñas para responder a unas demandas y expectativas sociales asociadas a estos roles.
Es importante tratar estos temas en las aulas para evitar la interiorización de roles asociados a la violencia de género por parte de las mujeres y hacer comprender a los niños que no se deben elaborar creencias que victimicen a las niñas. Por ejemplo, la sumisión es una actitud comúnmente asociada al género femenino y que se relaciona de forma muy importante con la violencia de género. Si se explica desde la infancia la relevancia de esta asociación, se puede prevenir su aparición y generar conocimientos que alejen a niños y niñas de estas creencias.
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2. La violencia oculta
Muchas veces, las situaciones conflictivas y violentas pueden pasar inadvertidas por parte de los equipos docentes y personas adulas. Por eso, hablar de violencia y género en la escuela puede ayudar a visibilizar estas situaciones entre alumnos que se pueden sentir cohibidos/as a hablar sobre estos temas.
Muchos niños y niñas pueden también estar experimentando situaciones de violencia de género en sus hogares, pero no ser conscientes del problema que esto puede representar. Por ello, proporcionar herramientas para hablar sobre el tema y pedir ayuda es vital no solo para su desarrollo, sino también para su supervivencia.
3. Antes de que sea demasiado tarde
La plasticidad neuronal, o la capacidad de adaptar nuevos conocimientos a nuestra cognición, es notablemente más alta en las etapas del desarrollo más tempranas. Por ello, educar en diversidad y en violencia de género es muy importante para evitar la aparición de estas actitudes o creencias. Una vez ya han aparecido este tipo de pensamientos o incluso situaciones reales, es más complicado deconstruirlas, y la educación puede llegar de manera tardía.
La educación en violencia de género en las escuelas debe basarse en ofrecer recursos que ayuden a tomar conciencia del problema, aportar estrategias de afrontamiento y de resolución de conflictos y establecer formas de establecer relaciones sanas y alejadas de la violencia.
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