Dentro del modelo de la doble ruta encontramos dos vías que se cree que se usan cuando leemos: la ruta léxica y la ruta fonológica. La ruta léxica es la más recurrida cuando tenemos avanzadas habilidades de lectura y las palabras que vemos ya las conocíamos, mientras que la fonológica se usa cuando todavía se aprende a leer y ante palabras desconocidas.
Dada la importancia que adquiere la ruta fonológica en los primeros momentos del aprendizaje de la lectura, cualquier problema que pueda surgir en ella supone un importante hándicap en el aprendizaje de cualquier temática en el ámbito escolar. A continuación veremos más a fondo esta segunda ruta y valoraremos su importancia.
- Artículo relacionado: "Diferencias entre la neuropsicología y la neurología"
La ruta fonológica dentro del modelo de la doble ruta
A lo largo de la historia de la psicología cognitiva, concretamente de la psicología de la lectura, se ha tratado de identificar y comprender cuáles son los procesos cognitivos involucrados en la lectoescritura. El motivo de esto no responde solo a querer expandir conocimiento sino, también, orientarlo a atender las necesidades y posibles dificultades en la adquisición de la lectura y la escritura de niños y niñas en edades escolares. Tener problemas para leer es sinónimo de tener problemas para aprender.
Dentro de la perspectiva cognitiva nos encontramos con que existen diversos métodos para aprender a leer. Hay métodos alfabéticos, orientados en la pronunciación de las letras, fonemas y sílabas, mientras que hay otros métodos más de tipo global, que se centran en aprender a pronunciar las palabras y decir las frases en su totalidad como primer contacto con la lectura. Estos métodos son útiles según el idioma, siendo los alfabéticos más apropiados para lenguas transparentes como el español o el italiano, mientras que los segundos lo son para lenguas que no se leen como se escriben, como el inglés o el gaélico.
Fue a raíz de la existencia de estos dos tipos de métodos de adquisición de la lectura por el que surgió el modelo de la doble ruta. Como su propio nombre viene a indicar, se trata de una teoría que sostiene la existencia de dos rutas implicadas en la lectura: la ruta léxica y la ruta fonológica. A continuación vamos a hablar brevemente sobre la ruta léxica para entender de qué se trata la ruta fonológica y por qué es tan importante en la adquisición de la lectura de idiomas que se leen tal y como se escriben, como es nuestro caso.
- Quizás te interese: "Los 6 tipos de afasia (causas, síntomas y características)"
La ruta léxica
La ruta léxica o visual es aquella vía de la lectura mediante la cual leemos las palabras en su totalidad, sin necesidad de descomponerlas letra a letra o sílaba a sílaba. Esta ruta también se llama directa porque el lector la usa para acceder directamente al significado de la palabra almacenado en la MLP (memoria a largo plazo) cuando la palabra en cuestión es conocida. Este proceso de identificación en concreto es llamado fonología drigida (addressed phonology) y es muy similar al que usamos para identificar cualquier estímulo visual.
Todas las personas que hemos adquirido ya la habilidad de la lectura disponemos de un léxico mental o visual, en el cual se encuentran las representaciones de las palabras que forman parte de nuestro vocabulario, pero no así su significado. De acuerdo con el modelo, cuando leemos mediante la ruta léxica, lo que hacemos es comparar la forma de la palabra que tenemos delante con otras que nos sean familiares y utilizamos frecuentemente, como pueden ser “mesa”, “silla”, “papá”, “coche” o “pelota”.
Para obtener el significado de la palabra en cuestión es necesario acceder a su componente semántico. En la vía léxica no se recurre a la fonología en la identificación de la palabra, puesto que la representación ortográfica se considera como suficiente para activar la entrada léxica directamente al tratarse de una palabra con la que ya se está familiarizado. En otras palabras, cuando la palabra la conocemos muy bien y ya la tenemos almacenada en nuestra memoria, no la leemos del todo, sino que directamente se activa la representación asociada a ella.
Así pues la lectura por la ruta léxica supone las siguientes fases:
- Análisis visual de la palabra escrita: procesar de forma global la palabra.
- Reconocimiento de la palabra: buscar relaciones y emparejar la palabra con las ya almacenadas en nuestro léxico visual.
- Asociación de la palabra con significados existentes en el sistema semántico.
- Producción oral de la palabra (pronunciarla)
Es esta ruta la que explica por qué cuando leemos rápido y prestando poca atención cometemos errores como sustituir palabras que son similares como, por ejemplo, “camisón” por “canción” o “cama” por “cana”. Cuando esta ruta se encuentra dañada ocurre que la persona, a pesar de conocer la palabra que tiene delante, tiene que recurrir a la vía fonológica, leyendo letra a letra como por ejemplo “m-e-s-a”.
- Artículo relacionado: "Partes del cerebro humano (y funciones)"
La ruta fonológica
La ruta fonológica o indirecta es la que usamos durante el proceso de conversión grafema-fonema, es decir, cuando se identifican las letras y se transforman en sonidos separados. El motivo por el que esta ruta se la llama fonológica es porque se lleva a cabo un proceso de recodificación fonológica, esto es, nos centramos en los sonidos (fonemas) de cada uno de las letras (grafemas) que constituyen la palabra escrita (reglas de conversión grafema-fonema).
Se trata de la primera vía que se usa durante la adquisición de la lectura en lenguas como el castellano y el italiano, debido a que los niños y niñas todavía están adquiriendo la lectoescritura y, para aprender a leer, primero se les enseña los sonidos de las letras por separado. No obstante, no se trata de una ruta de uso exclusivo en escolares, sino que se usa a cualquier edad cuando nos encontramos ante una palabra desconocida, muy larga, inventada o de otro idioma. Si no tenemos almacenada en nuestra MLP una representación para esa palabra, no la podemos reconocer globalmente y la leemos letra a letra.
Así pues, la característica principal de la ruta fonológica de la lectura es la identificación de las letras que forman una palabra, acompañado posteriormente de la transformación en sonidos para reconocer la palabra escrita de forma auditiva. En este proceso se hace uso de la MDT (memoria de trabajo) y las palabras pronunciadas se almacenan en un componente de este tipo de memoria: el bucle fonológico, el sistema encargado de conservar transitoriamente el material codificado verbalmente.
Fases de la ruta fonológica
La ruta fonológica es más larga que la léxica, implicando muchos más pasos los cuales son los siguientes.
1. Análisis visual
A diferencia de la ruta léxica, en la fonológica no se analiza la palabra de forma global, sino que se centra en cada una de las letras y sílabas de la misma, procesando la palabra poco a poco.
- Quizás te interese: "Áreas del cerebro especializadas en el lenguaje: su ubicación y funciones"
2. Identificación de las letras
Una vez se han analizado las letras que componen la palabra, el siguiente paso es identificarlas buscándolas en nuestra memoria. Es decir, en la palabra “mesa” el escolar lo que hace es detectar que está compuesta por las letras “m”, “e”, “s” y “a”, símbolos que le suenan o recuerda haber aprendido.
- Artículo relacionado: "Trastornos del aprendizaje: tipos, síntomas, causas y tratamientos"
3. Asignación de fonemas y articulación
La asignación de fonemas y la articulación implica aplicar las reglas de conversión grafema-fonema y la articulación de los mismos. Es decir, supone transformar el símbolo en un sonido y pronunciarlo. En este paso el escolar pronunciaría las letras de la palabra “mesa” por separado tal que así: /m/, /e/, /s/ y /a/
4. Análisis auditivo
Al pronunciar oralmente la cadena de fonemas oímos lo que estamos diciendo, realizamos un análisis auditivo de los estímulos sonoros y entendemos cómo se pronuncia globalmente. En este caso, el escolar repetiría la palabra esta vez en sílabas o completa: /me-sa/ o /mésa/
5. Comprensión del significado
Finalmente, el último paso cuando se usa la ruta fonológica es el de reconocer lo que hemos pronunciado, permitiéndonos acceder a los significados que tenemos almacenados en nuestro sistema semántico. Aquí el escolar, una vez hubiera dicho /mésa/ sabría que ha dicho la palabra “mesa”, entendiéndola como “objeto de cuatro patas sobre el cual se colocan cosas”.
Es importante comentar que, sobre todo en niños que todavía no conocen algunas reglas de la lectura (p. ej., c+e,i = /ze, /se/ y /zi, /si/; g+e,i = /je/ y /ji/), se cometerán errores como leer “cielo” por /kielo/ o “gente” por /guente/. Estos fallos son totalmente normales, puesto que como todavía no han interirozado ciertas excepciones de la lengua leerán las palabras tal y cómo han aprendido a leer cada una de las letras que las conforman, letra a letra.
Dificultades de aprendizaje y ruta fonológica
Puesto que la ruta fonológica es fundamental en las primeras fases del aprendizaje de la lectura, cualquier problema que haya en ella generará problemas de aprendizaje en general. No ser capaz de aplicar las reglas grafema-fonema se traduce en que el niño es prácticamente incapaz de leer de forma escrita y, por ello, resultarle especialmente complicado cualquier tarea asociada con el ámbito académico.
Los escolares que presentan dificultades de lectura suelen mostrar los siguientes problemas.
- Ritmo lector lento.
- Excesivo silabeo.
- Segmentación de palabras en letras o sílabas.
- Poca o nula comprensión lectora.
- Lectura poco apropiada para su edad escolar o cronológica.
- Lectura de palabras marcando la sílaba tónica donde no pertoca.
- Pronunciación y entonación poco adecuadas.
- Excesivo seguimiento de las letras con el dedo.
Newsletter PyM
La pasión por la psicología también en tu email
Únete y recibe artículos y contenidos exclusivos
Suscribiéndote aceptas la política de privacidad