Cómo detectar la adicción al alcohol y actuar ante esta

El alcoholismo es una de las adicciones más comunes en todo el mundo y también una de las más mortales, con más de 3 millones de muertes provocadas en todo el mudo al año, debido a esta alteración de la salud. También es la forma de adicción más dañina para terceros, dado que produce una elevada mortalidad debido a accidentes relacionados con la conducción de vehículos.

Por ello, es muy importante saber detectar a tiempo las señales de alarma asociadas a la adicción al alcohol. En este artículo encontrarás un resumen de estas y de las estrategias terapéuticas usadas para ayudar a quienes sufren esta enfermedad.

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Señales de alerta vinculadas al alcoholismo

Las personas que padecen esta clase de adicción suelen presentar una serie de síntomas comunes; detectarlos hace posible intervenir en esta enfermedad a tiempo. Estas son las señales de alerta más importantes de quienes han desarrollado o están desarrollando alcoholismo; eso sí, algunas de ellas no son, por sí mismas, criterio suficiente para concluir que se está padeciendo un trastorno, y por otro lado el diagnóstico definitivo solo puede ser realizado por profesionales de la salud debidamente cualificados.

1. Siempre beben en contextos sociales

Una de las primeras señales de alerta que indican la posibilidad de un posible caso de alcoholismo es el hecho de beber siempre que están en contextos sociales y festivos: celebraciones, reuniones, comidas o actividades sociales de todo tipo.

Las personas alcohólicas que no están siendo tratadas suelen tener un vaso en la mano en este tipo de eventos ya que aprovechan la mínima excusa dada por el contexto para consumir alcohol. De igual manera, se suelen mostrar contrariadas o disgustadas cuando no tienen acceso a bebidas alcohólicas en esa clase de contextos festivos.

2. Aparecen síntomas físicos y psicológicos

Cuando la persona deja de beber durante varias horas seguidas experimenta el llamado síndrome de abstinencia, en el cual se manifiestan una serie de síntomas físicos y psicológicos muy determinados asociados al malestar general y a la ansiedad, que indican de manera inequívoca la presencia de la adicción.

Algunos de estos síntomas son los temblores en las manos, la sudoración excesiva, el insomnio, las náuseas y también la irritabilidad, el mal humor y el nerviosismo.

3. Inician el consumo muy temprano

Otra de las señales de alarma más comunes es el consumo de alcohol desde horas muy tempranas ya sea en casa o cualquier otro sitio, e incluso se produce de manera sistemática en las primeras horas de la mañana, en los casos más extremos.

Este consumo tempranero calma su ansiedad por beber y constituye un rasgo característico de un caso de adicción.

4. Beben más rápido de lo habitual

Con el fin de consumir la mayor cantidad de alcohol, las personas con adicción al alcohol tienden a beber más rápido que el resto de las personas con las que se encuentran.

Y es que, para una persona con alcoholismo, la bebida no es tan solo un acompañamiento o acompañamiento de la situación social, sino que es la principal actividad en ese momento.

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5. Beben a escondidas

Nuevamente se trata de otro de los signos típicos del alcoholismo. Muchas de las personas con esta enfermedad acostumbran a tomar bebidas alcohólicas a solas para ocultar su problemas e impedir que su adicción sea descubierta por otras personas. De esta forma, evitan también tener que dar explicaciones a nadie acerca de su problema.

A veces, se llega a esconder las botellas de bebidas alcohólicas para no levantar sospechas entre los miembros de la familia, lo cual tiene que ver con la siguiente señal de alerta.

6. Especial interés en las reservas de bebida

Este interés por saber si hay las reservas suficientes se da tanto en el propio hogar como en cualquier otra casa en la que vayan a permanecer varias horas seguidas.

Además de eso, es habitual que revisen, por ejemplo, los minibares de los hoteles en cuanto llegan a la habitación, o bien que consulten previamente si existe servicio de minibar en el hotel.

7. Pierden el interés en actividades que no sean el consumo de alcohol

Cuando una persona padece una adicción al alcohol, tanto sus actividades como intereses o aficiones dejan de tener importancia en su vida, ya que pasan a ser menos prioritarias y pueden estar asociadas al “riesgo” de tener que pasar más tiempo del debido sin beber, sobre todo si se trata de actividades realizadas en grupo.

Una buena manera de identificar un posible caso de alcoholismo es comprobar si la persona sigue realizando sus actividades, si sigue manteniendo sus intereses o sus hobbies con total normalidad o los deja de lado o sin seguir la estructura de horarios fija.

8. Relativizan el consumo de bebidas alcohólicas

Las personas con alcoholismo tienden a infravalorar y quitar trascendencia a su adicción, entre otras cosas para no tener que enfrentarse a la idea de dejar de consumir esa sustancia cuanto antes.

Para ello utilizan métodos de autoengaño como “restar” unidades de alcohol consumidas, por ejemplo excusándose en haber hecho mucho ejercicio ese día o bien considerando bebidas de menos graduación como la cerveza, como no-alcohólicas.

9. Pierden el contacto con amigos que no beben

Puesto que su vida gira en torno a la bebida y el consumo de alcohol, las personas que padecen alcoholismo acostumbran a cortar la relación con amigos y conocidos que no beban o que beban menos.

Del mismo modo, tienen tendencia frecuentar cada vez más aquellas amistades que sí beben o que mantienen conductas adictivas análogas a las suyas.

Tratamientos asociados al alcoholismo

Ante un caso en el que se sospecha que puede existir adicción al alcohol, hay que actuar cuanto antes buscando ayuda profesional; ninguna otra solución ofrece las garantías suficientes como para invertir tiempo y esfuerzo en ella dándole a la adicción la oportunidad de que se vaya consolidando mientras tanto. Estas son las formas de intervención terapéutica asociadas al alcoholismo.

1. Asistencia médica en la desintoxicación

En la primera fase, se hace necesario ayudar a la persona a eliminar la mayor parte del alcohol acumulado en su organismo (el resto irá siendo eliminado a lo largo de varias semanas) y a gestionar el síndrome de abstinencia. De este modo se evita que la persona vuelva a consumir con tal de dejar de sentirse mal rápidamente, lo cual implicaría alargar el problema. Además, se evita que recurra al consumo descontrolado de otras sustancias con potencial adictivo para aliviar el malestar

2. Programa residencial

El programa residencial puede ser de corta, de media o de larga duración, y consiste en permanecer en un módulo residencial bien equipado en el que la persona puede ir centrando sus actividades del día a día y su tiempo de ocio lejos del mundo de las drogas. Todo ello contando con supervisión médica y terapia psicológica.

3. Tratamiento ambulatorio

El tratamiento ambulatorio está compuesto de sesiones de revisión y terapia para comprobar que la persona está logrando adaptarse a su nuevo modo de vida lejos de la sustancia adictiva, y para resolver sus dudas y darle herramientas de prevención de recaídas.

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Referencias bibliográficas:

• American Psychiatric Association (APA). (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). Arlington, VA: American Psychiatric Publishing.
• Dunn, N.; Cook, C.C. (1999). Psychiatric aspects of alcohol misuse. Hospital Medicine, 60(3): pp. 169 - 172.