El tabaquismo es una adicción que está muy extendida, y a pesar de que se la ha relacionado con problemas respiratorios, cardíacos y hasta dermatológicos y dentales, lo cierto es que abandonar el tabaco le cuesta a muchas personas.
Como en muchas cosas relacionadas con la salud, es mejor prevenir que curar. Lo ideal es no fumar absolutamente nada, pero en muchas ocasiones la presión social nos puede y, confiados, fumamos algún que otro cigarrillo.
¿Cuánto tarda en aparecer la adicción al tabaco? Esta es la pregunta que muchos de esos confiados se hacen cuando inhalan el humo de ese cigarrillo o puro que nos acaban de ofrecer. A continuación daremos respuesta a esta cuestión.
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¿Cuánto tarda en aparecer la adicción a fumar?
Es casi de sentido común que el tabaco es una droga y como tal produce adicción. El cigarrillo es fuente de placer y también remordimiento de millones de personas alrededor del mundo. A cada segundo miles de personas inhalan el humo del cigarrillo. Un humo que saben que es perjudicial pero, a pesar de ello, les cuesta mucho alejarse este vicio y optar por un estilo de vida más saludable.
Si bien la juventud está cada vez más concienciada de los riesgos del tabaco, no es poco frecuente encontrar a jóvenes que han caído en esta adicción. Se les advierte de que acabarán arrepintiéndose, sobre todo cuando tras años de haber fumado de forma diaria noten que les cuesta cada vez más respirar, se cansan más rápido, tienen los dientes amarillos y notan que los alimentos ya no les saben tan intensamente como antes.
Puesto lo peligroso y adictivo que es el tabaco siempre ha habido interés por saber exactamente cuánto tiempo tarda en volverse adicto. Parece claro que fumarse un cigarrillo muy de vez en cuando no produce adicción, pero también es bastante evidente que no son pocos los que empiezan fumándose unos cuantos cigarrillos de vez en cuando y al cabo de relativamente poco dicen que les está costando dejarlo.
Cuánto tiempo tarda en aparecer la adicción al tabaco es una pregunta que se ha intentado responder con datos científicos en multitud de ocasiones. El objetivo de ello está en el de concienciar a la juventud de lo malsano que es este hábito y lo rápido que uno puede caer en la adicción. Si se conoce exactamente cuánto tiempo se tarda en convertir el consumo puntual de tabaco en una verdadera adicción se puede usar este dato para advertir a los fumadores más noveles de lo rápido que pueden volverse adictos.
La consolidación del tabaquismo mediante el hábito de fumar: ¿qué dice la ciencia?
Si bien a lo largo de los últimos años se ha tratado de investigar más a fondo esta cuestión resulta ser bastante revelador un estudio realizado en el año 2000 el cual permitió dar una respuesta a la pregunta de cuánto tiempo se tarda en caer en la adicción al tabaco. El artículo en cuestión es el de Joseph R. DiFranza y colegas, que en el momento de realizar su investigación trabajaban en la universidad de Massachusetts, y se titula “Initial symptoms of nicotine dependence in adolescents”.
Este estudio, que a juzgar por los años que lleva publicado podríamos considerar como clásico, se hizo para poner a prueba una creencia muy compartida con respecto al tabaco. Hasta aquel entonces se consideraba que en la nicotina, sustancia que provoca la adicción al tabaco y la cual se caracteriza por la tolerancia, ansia de fumar y ser responsable de los síntomas de abstinencia, su dependencia se producía de forma muy gradual, al cabo de un largo período de consumo habitual de como mínimo cinco cigarrillos diarios.
Esta misma creencia estaba fundamentada en el hecho de que algunas personas adultas, cuyos niveles de absorción y metabolismo de la nicotina no diferían de otros fumadores cotidianos, no desarrollaban tal dependencia a pesar de que llegaran a fumar hasta un máximo de cinco cigarrillos diarios. Sin embargo, esta creencia parecía no ser del todo cierta, motivo por el cual el grupo de DiFranza decidió llevar a cabo una investigación sobre el tiempo de adquisición de la adicción.
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Método
La investigación se llevó a cabo con un grupo de 681 adolescentes estudiantes de séptimo grado (primero de la ESO) con edades comprendidas entre 12 y 13 años. El período de seguimiento fue de un año y la información sobre el consumo de tabaco se obtuvo mediante tres entrevistas confidenciales con cada uno de los participantes durante el período de la aplicación de la investigación.
La adicción al tabaco puede manifestarse en diferentes tipos de dependencia y, de hecho, se podría debatir sobre si no todos los casos de tabaquismo son adicción al tabaco, en tanto que como hemos mencionado antes hay personas quienes fuman pero no presentan problemas para no fumar. En el estudio se explica que el período de latencia hasta la aparición de síntomas de dependencia se calculó teniendo en cuenta el momento en el que los participantes empezaban a fumar con una frecuencia mínima de una vez al mes.
Resultados y conclusiones del estudio
Por medio de su investigación, DiFranza y colegas vieron que el 22% de los 95 sujetos que habían empezado a fumar de forma esporádica notificaron algún síntoma de dependencia a la nicotina pasadas cuatro semanas desde que habían empezado a fumar una vez al mes. Uno o más síntomas de abstinencia fueron notificados por 60 de esos mismos individuos (63%), de los cuales el 62% había notificado el primer síntoma antes de empezar a fumar diariamente.
En base a sus hallazgos, los investigadores llegaron a la conclusión de que los primeros síntomas de dependencia a la nicotina pueden aparecer al cabo de muy pocos días o semanas una vez se ha iniciado el consumo ocasional. De hecho, estos mismos expertos encontraron que incluso aparecieron esas manifestaciones antes del consumo diario, lo cual sugiere que la adicción al tabaco es mucho más rápida de lo que se pensaba y que siempre se corre el riesgo de que, aunque se haga un consumo muy puntual, se desarrolle tabaquismo.
Pero pese a esta conclusión, los investigadores no pudieron ignorar el hecho de que hay personas quienes fuman diariamente pero no desarrollan la adicción. Por este mismo motivo, el equipo de DiFranza planteó la posibilidad de que hubieran diferentes tipos de fumadores, hablando ellos de tres grupos. Por un lado habrían los fumadores que adquieren la adicción rápidamente, apenas fumando unos pocos cigarrillos durante pocas semanas. Luego, habría otro grupo en el que se volverían adictos de forma gradual. Y finalmente encontraríamos el grupo de fumadores que no caerían en la adicción, controlando el hábito.
Pero estos mismos investigadores comentan una de las limitaciones del estudio, y es el hecho de que lo realizaron con adolescentes. Podría darse la posibilidad de que los adolescentes sean más sensibles a la nicotina que los adultos, lo cual implicaría que tuvieran mayor riesgo para desarrollar adicción al tabaco.
Añadido a esto, en el caso de fumadores adultos, no se puede ignorar tampoco la posible influencia del consumo de otras drogas, siendo el alcohol la que más se acompaña con el hábito de fumar.
De lo que se puede extraer de este trabajo, pionero en su momento, es que es necesario advertir a la juventud del riesgo del tabaco, indicando lo rápido que se puede caer en una adicción de la que es muy difícil liberarse.
Es perfectamente plausible estar fumando pocos cigarrillos durante unos pocos días y, después, resultar verdaderamente difícil interrumpir su consumo, puesto que se acaba de generar un peligroso hábito. Parece que la mayoría de veces este hábito lleva a una adicción que puede durar el resto de la vida y por ello es mejor alejarse del cigarrillo y dejar de jugar con fuego.
