¿Por qué a veces es suficiente con tratamiento ambulatorio ante la adicción?

Veamos los motivos por los que algunas personas con adicciones no necesitan ingresar en un centro.

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Las adicciones comportamentales o con consumo de drogas duras son consideradas una de las alteraciones psiquiátricas más dañinas, y hay buenas razones para ello. Estamos hablando de una clase de enfermedad que no solo afecta a la salud física y mental, sino que tiene efectos en la vida social y afectiva de quien las sufre, encerrando a la persona en un bucle de soledad aislamiento cada vez más limitante.

Sin embargo, esta idea de que una adicción es una enfermedad grave lleva a muchos a creer que se trata de un trastorno que solo puede ser abordado a través del ingreso residencial en centros de desintoxicación, y esto no es del todo cierto.

Por qué a veces es suficiente con la intervención ambulatoria ante la adicción

El tratamiento ambulatorio en adicciones es la modalidad de intervención en la que la persona recibe atención terapéutica sin necesidad de ingreso residencial o internamiento prolongado. Y, por supuesto, puede constituir una opción eficaz cuando concurren ciertos factores clave.

A continuación te explicamos los elementos que favorecen que este tipo de intervención sea adecuado como apoyo terapéutico.

1. La adecuación clínica del paciente

La primera dimensión a valorar es la severidad del trastorno por uso de sustancias y la necesidad médica o de supervisión constante. En líneas generales, el tratamiento ambulatorio puede funcionar bien cuando el consumo no ha generado complicaciones médicas graves, el síndrome de abstinencia no es intensivo y no existe riesgo elevado de recaída inmediata sin supervisión. En tales escenarios, el paciente puede seguir con su vida cotidiana (trabajo, estudios, familia) y acudir puntualmente al centro terapéutico.

Por el contrario, cuando el perfil incluye dependencia severa, consumo de múltiples sustancias, historial de recaídas frecuentes o comorbilidad médica grave, el nivel de atención requerido suele superar lo que el ambulatorio puede garantizar. En este sentido, algunos estudios muestran que el régimen residencial sigue teniendo mayores tasas de finalización que el ambulatorio tras controlar otras variables.

Por ejemplo, se ha visto que la medición sistemática de la severidad (como la realizada con instrumentos como el Addiction Severity Index (ASI) que evalúa aspectos médicos, empleo, uso de sustancias, legales, familiares y psiquiátricos) permite estimar el nivel de atención que se necesita.

Si el análisis clínico indica que la persona puede beneficiarse de un entorno menos estructurado, el tratamiento ambulatorio no solo es viable sino, a veces, preferible.

2. Motivación, autoeficacia y disposición al cambio

Un segundo pilar determinante es lo que podríamos denominar el “terreno intra-psicológico” del paciente: su motivación, su creencia en poder cambiar y su disposición real al proceso terapéutico.

La investigación actual sugiere que una motivación intrínseca (es decir, el deseo genuino del propio paciente de cambiar) junto con una alta autoeficacia sale favorecida en tratamientos ambulatorios: permiten que la persona mantenga la constancia y la adherencia sin necesidad de vigilancia permanente. En un estudio sobre tratamiento ambulatorio se halló que los factores familiares, las amenazas (como perder trabajo o familia) y la autoeficacia explicaban buena parte de la motivación para iniciar tratamiento.

Además, los pacientes que ingresan con expectativas positivas y alto grado de disposición al cambio suelen informar mayor satisfacción con el tratamiento y mejores resultados.

Desde una perspectiva psicológica, esto implica que el terapeuta debe explorar y fortalecer estos recursos antes de proponer exclusivamente una modalidad ambulatoria. Si la motivación es débil o la autoeficacia claramente reducida, quizá sea más prudente considerar una modalidad más intensiva antes del paso ambulatorio.

3. Entorno social, apoyo y contexto vital

El tratamiento ambulatorio depende del entorno en el que la persona se mueve. Un contexto social estable, con apoyos familiares, laborales o de pares que favorecen el cambio, aumenta las probabilidades de éxito. Algunos estudios señalan que la percepción de apoyo social se asocia con mejores tasas de abstinencia, mayor adherencia al tratamiento y menor riesgo de recaída. Por el contrario, ambientes con acceso fácil a sustancias, presencia de consumo en el círculo próximo, presión social de consumo o estrés familiar elevado, pueden debilitar la eficacia del tratamiento ambulatorio.

El contexto también incluye la estabilidad vital: empleo o estudios activos, responsabilidades familiares, vivienda segura, entre otros. Estos factores permiten que la persona combine su vida cotidiana con la intervención terapéutica sin fracturas importantes. En una investigación en Finlandia se identificó que la vivienda, el consumo de múltiples sustancias y la edad fueron variables relevantes en la retención del tratamiento ambulatorio.

Por tanto, antes de optar por tratamiento ambulatorio, es clave evaluar si el entorno favorece la abstinencia o al menos la reducción sostenida del consumo, y si existe una red de apoyo que sostenga a la persona fuera del centro terapéutico.

4. Comorbilidad psiquiátrica y complejidad clínica

Un cuarto factor crítico es la presencia de comorbilidades psiquiátricas o complicaciones médicas que requieran supervisión constante. Cuando la persona presenta trastornos de ansiedad severa, depresión con riesgo suicida, trastorno de personalidad grave, o enfermedades médicas que condicionan el consumo, la modalidad ambulatoria puede quedarse corta si no se integra una atención especializada. La investigación señala que los tratamientos ambulatorios con resultados favorables en contextos de comorbilidad incluyen programas integrados que abordan simultáneamente la adicción y la enfermedad mental.

Desde una óptica psicológica, la decisión de elegibilidad para tratamiento ambulatorio debe contemplar tanto la severidad de la adicción como la «segunda» problemática –la mental, médica o social– que puede interferir con la autonomía del paciente. Una evaluación multidimensional es indispensable.

5. Diseño del tratamiento, alianza terapéutica y retención

Finalmente, la modalidad de intervención, su duración, y la calidad de la relación terapéutica juegan un papel decisivo. Un tratamiento ambulatorio eficaz no es simplemente acudir a consultas y listo; requiere componentes estructurados: terapia cognitivo-conductual, sesiones grupales, educación sobre adicción, prevención de recaídas, y, cuando procede, farmacoterapia de apoyo. La duración del tratamiento también importa: entre más tiempo permanezca el paciente implicado, mayores probabilidades de éxito. Un meta-análisis reciente señaló tasas de finalización medianas en tratamientos ambulatorios, lo que subraya la necesidad de retención prolongada.

La alianza terapéutica (esa relación de confianza, escucha, y colaboración entre terapeuta y paciente) correlaciona con mejor adherencia y mejores resultados. En el contexto ambulatorio, donde el entorno no está tan protegido como en un ingreso, la calidad de esta alianza adquiere aún más relevancia. La ventaja es que los tratamientos ambulatorios permiten al paciente continuar con su vida, lo cual puede propiciar una transferencia más directa de los aprendizajes terapéuticos al contexto real.

Clínica Recal

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Tratamiento de Adicciones

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Majadahonda
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En resumen, el tratamiento ambulatorio puede ser suficiente y adecuado para muchas personas con trastorno por uso de sustancias, siempre que concurran ciertos factores: una severidad moderada de la adicción, motivación intrínseca y autoeficacia, un entorno social y vital que favorezca la recuperación, sin comorbilidad psiquiátrica o médica grave, y un diseño terapéutico sólido con buena alianza y retención. No se trata de que sea la opción universal, sino de que, al hacer una valoración cuidadosa, puede optimizar recursos y facilitar que la persona recupere el control de su vida en su contexto habitual.

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Clínica Recal. (2025, noviembre 3). ¿Por qué a veces es suficiente con tratamiento ambulatorio ante la adicción?. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/drogas/por-que-a-veces-suficiente-con-tratamiento-ambulatorio-adiccion

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