La ansiedad nunca surge de la nada, siempre está conectada de alguna manera a la sociedad en la que vivimos. Es por eso que la Psicología tiene mucho que decir al respecto: tanto a la hora de analizar los patrones de comportamiento y de interacción con el entorno que generan ansiedad, como a la hora de detectar situaciones generadoras de estrés y angustia.
Pero además, la Psicología ayuda a adoptar estrategias para saber gestionar y afrontar la ansiedad de un modo adecuado y funcional. De ello nos hablará la persona a la que entrevistamos hoy, el psicólogo Kasen Lee.
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Entrevista a Kasen Lee: Las estrategias para afrontar la ansiedad
Kasen Lee es psicólogo experto en recursos terapéuticos para la gestión de la ansiedad; y con consulta en Lima, Perú. Destaca su trayectoria profesional dando apoyo a personas pertenecientes a minorías estigmatizadas por racialización o de género y orientación sexual. En esta entrevista nos habla desde su experiencia abordando alteraciones psicológicas asociadas a la ansiedad.
¿Qué aspectos y dinámicas de la sociedad facilitan más la aparición de problemas de ansiedad?
La dinámica de una sociedad siempre cambiante y sobre exigente donde las cosas deben hacerse a la perfección y en la menor cantidad de tiempo porque se corre el riesgo de ser etiquetado como “poco eficiente”, nos coloca en un modo de piloto automático. Este modo promueve la constante acción, pero en una forma rutinaria donde es difícil darse cuenta de lo que realmente ocurre a nuestro alrededor y dentro nuestro.
Estamos en constante “hacer” y alejados del “ser”, lo que nos impide actuar con atención plena o presencia consciente. De esta manera, nuestras experiencias internas (pensamientos, sensaciones y emociones) son vividas a través del piloto automático como una verdad absoluta fusionada en nuestra mente que impide tener una mirada objetiva de lo que nos ocurre.
Por el contrario, vivir en el modo ser o de atención plena nos permite tener una sana distancia de nuestros pensamientos y emociones y visualizar de una forma más cercana a la objetiva lo que nos ocurre, permitiéndonos responder en vez de reaccionar. Es decir, nos permite darnos cuenta de lo que sentimos y pensamos para luego a partir de ese reconocimiento poder responder de una forma más regulada, cociente y compasiva.
¿Son frecuentes los casos de personas que sufren un exceso de ansiedad sin saberlo, o asumiendo que es normal?
Más de la mitad de los pacientes que atiendo en consulta llegan porque quieren tratar problemas relacionados a la ansiedad. Usualmente el paciente asiste porque está teniendo varios ataques de pánico, pensamientos circulares acerca de temores específicos o porque tiene miedo a que la ansiedad les impida realizar sus actividades. Estos motivos generan gran malestar en el paciente y busca en terapia poder encontrar una forma de alivio.
En ocasiones, la terapia se extiende debido a que los síntomas se han arraigado en el funcionamiento del paciente. Asimismo, existe otro grupo de pacientes que llega a consulta sin haberse dado cuenta de que experimentan ansiedad y es porque utilizan estrategias de evitación. Son personas que están inmersos en el trabajo, en el alcohol o en cualquier actividad que funcione como medio para evitar sentir. Además, les es muy difícil ser conscientes de su estado emocional y por lo tanto expresar sus emociones es un reto.
¿Qué otros problemas psicológicos pueden derivarse del hecho de sufrir un trastorno de ansiedad?
Las personas con trastornos de ansiedad suelen desarrollar miedo al miedo y/o ansiedad por la ansiedad. Empiezan a anticiparse y a imaginar que les podría dar algún ataque da pánico en cualquier momento y se empiezan a sentir más ansiosos por la ansiedad que ya experimentan. De esta manera, no aceptar lo que sentimos y querer cambiar la forma en la que experimentamos las emociones y sentimientos solo generan más sufrimiento.
Asimismo, es frecuente que las personas con trastornos de ansiedad empiecen a evitar las circunstancias que les genera ansiedad como conocer personas o salir de sus casas, produciéndose la evitación experiencial y el aislamiento. Con el pasar del tiempo, el paciente que evita experiencias de manera constante y que se aísla, no recibe alicientes y podría empezar a conducirse a una posible depresión.
¿Es habitual que las personas intenten gestionar la ansiedad aplicando estrategias que alivian al principio pero que a largo plazo agrandan el problema?
Es muy común encontrar que los pacientes han desarrollando estrategias para afrontar su ansiedad que funcionan en el corto plazo, pero que no perduran en el tiempo y no se alinean a la vida que quieren vivir.
Una de las estrategias más vistas en consulta es la de evitación. Los pacientes evitan a toda costa sentir lo que les parece insostenible e intolerable, dejando de lado la ansiedad, tristeza, cólera o miedo. Es usual que los pacientes hayan encontrado en la comida un refugio que alivia su malestar de manera inmediata y que cada vez que sientan incomodidad emocional recurran a un postre o a una comida reconfortante. También están los pacientes que ven en el alcohol una forma de escapar de su realidad, tomando una gran cantidad para dejar de sentir su tristeza.
Asimismo, un paciente podría estar inmerso en el trabajo como una forma de alejarse de las otras esferas de su vida y así evitar situaciones que le produzcan malestar. Todas estas estrategias apuntan a reducir el malestar inmediato, pero a largo plazo éste perdura y se extiende en el tiempo. Es como ponerle una bandita a una herida que requiere suturas, no será suficiente.
¿Cuáles son las técnicas que más usas en terapia para ayudar a quienes sufren trastornos de ansiedad?
Es importante que la persona que asiste a terapia pueda reconocer qué está sintiendo, en varias ocasiones es un gran desafío porque nadie quiere sentirse mal. Además, constantemente nos venden la idea de ser “positivos” y de sonreír cuando estamos tristes.
Esta forma de positivismo tóxico no suma en ninguna terapia que funcione y es incluso una forma de evitación de la experiencia. Asimismo, aceptar las emociones y sentimientos es fundamental.
Aceptar no es conformarse, por el contrario la aceptación es una actitud que nos ayuda a ver el presente tal como es sin juzgarla para poder actuar. De esta manera, no gastamos energía negando la realidad y podemos empezar a cambiar. También es importante que se pueda tener auto compasión, entendiendo que el sufrimiento es parte de la condición humana y así como el paciente sufre todos sufrimos en algún momento.
Una forma muy efectiva de incorporar estos elementos en la terapia es el Mindfulness, que puede traducirse como "atención plena". Es una práctica que promueve la flexibilidad psicológica a través del ejercicio constante. Permite dar claridad y una visión más objetiva de lo que nos ocurre. Nos ayuda a ver los pensamientos y emociones de una forma más saludable y con una distancia que nos da calma pues entendemos y aceptamos que los pensamientos son inesperados e incontrolables.
Asimismo, es importante explorar en terapia el contexto en el que aparece la ansiedad y empezar a reflexionar con él o la paciente los posibles antecedentes a ésta para poder adoptar cambios que favorezcan su salud.
Y fuera del marco de la psicoterapia, ¿recomendarías determinados hábitos que pueden ser aplicados por uno mismo sin ayuda y que permiten gestionar mejor la ansiedad?
Lo más recomendable es tener un espacio de 20 a 40 minutos para meditar, esto permite tener una pausa y una conexión con el cuerpo y la experiencia interna. Es una forma de crear un refugio de calma al que se puede recurrir en cualquier momento.
Al desarrollar esta práctica diaria es más sencillo para el paciente usarla en momentos difíciles donde experimente niveles elevados de ansiedad y así empezar a regularse.
También es recomendable realizar movimientos conscientes o yoga que fomentan la conexión y el conocimiento del cuerpo. Las sensaciones corporales no siempre son exploradas con consciencia, pero revelan mucho de lo que nos pasa.
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