Cuando la violencia de género se vuelve sutil: mucho más que un golpe

Esta violencia puede cobrar formas que en ciertos contextos son pasadas por alto o normalizadas.

Violencia de género sutil
Un problema que conviene no normalizar.Pexels.

Se denomina violencia de género a los maltratos físicos, psicológicos, económicos, sexuales, simbólicos que se producen hacia la mujer por el simple hecho de ser mujer. Esto no significa que no existan casos de violencia de una mujer hacia un hombre, pero por la gravedad, intensidad y frecuencia de la violencia hacia la mujer se construyó esta categoría para poner sobre la mesa la gran cantidad de casos de violencia y muertes de mujeres que no dejan de ocurrir.

Sin embargo, a la práctica solemos prestar atención básicamente a los casos de maltrato físico o asesinato vinculados a este tipo de violencia. Dejamos fuera del mapa otras formas de violencia de género que son sutiles.

¿Cómo se manifiesta la violencia de género?

La violencia de género tiene diferentes caras, vamos a enumerar y caracterizar algunas de ellas.

Violencia Física

Se refiere al maltrato dirigido al cuerpo, como por ejemplo tirones de cabello, empujones, forcejeos, golpes, quemaduras, muerte.

Violencia Psicológica

Incluye insultos, gritos, manipulación, descalificación, menosprecio, indiferencia, celos patológicos, aislamiento, amenazas, hostigamiento, control.

Violencia Sexual

Va desde obligar a alguien a tener relaciones sexuales por la fuerza, o situaciones de acoso, abuso sexual, violación, hasta trata de mujeres.

Violencia Económica

Se utilizan el dinero y los bienes como forma de mantener el control y el poder.

Violencia Simbólica

Consiste en la naturalización del rol de la mujer como débil e inferior. Lo podemos observar en frases, ideas, estereotipos, prejuicios que reproducen la desigualdad entre hombre y mujer vista como inferioridad.

¿Por qué los actos violentos se sostienen en el tiempo?

Seguramente habrás escuchado situaciones (o quizás te pasó a ti) en donde luego de cometerse un acto violento en una pareja, después de horas, días o semanas, la relación parecería continuar como si nada hubiera ocurrido. La persona violenta se disculpa, la persona violentada perdona y reina un ambiente de amor, esperanza y tranquilidad.

Pero con el trascurrir del tiempo, comienzan nuevamente las fuertes discusiones, tensiones, peleas e incluso nuevamente aparece la violencia. Esto se debe a un mecanismo repetitivo con el que se instala la violencia de género en forma de círculo o ciclo.

¿Cuáles son los momentos de este ciclo violento?

Las fases que podemos encuadrar en ese ciclo son las siguientes.

1. Agresiones psicológicas

La violencia no acompaña desde el comienzo la relación. Incluso el primer maltrato físico no aparece sin antes presentar rasgos de violencia psicológica. Se prepara el terreno para el primer golpe. Puede iniciarse con insultos, manipulación, descalificación, celos patológicos, aislamiento, control o violencia indirecta.

2. Tensión y agresión física

Cuando el clima de tensión es grande y las palabras e insultos ya no alcanzan, el violento recurre a la irrupción con el cuerpo, marcando quién manda, quién tiene el poder allí. Empujones, piñas, patadas, quemaduras. La escalada de violencia puede llegar hasta la muerte.

3. Disculpas

Puede haber arrepentimiento en el violento por el acto cometido o un falso arrepentimiento para su propio beneficio. Es en ese momento donde procede con el pedido de disculpas, justificaciones, promesas de no actuar así nunca más.

4. Perdón e ilusión: la luna de miel

Por amor, por conservar la familia “unida”, por creer en las promesas, por ilusionarse en que realmente habrá cambios, o por miedo o dependencia, entre otros factores, la mujer violentada perdona.

5. Paz aparente: el ciclo vuelve a comenzar

El clima de amor y armonía impera, poco o nada queda del acto violento. Todo es amor, reconciliación, ternura, ilusión. Esto se vencerá cuando la tensión vuelva a apoderarse del violento y elija una vez más descargar toda su fuerza y sus problemas en aquella mujer, nuevamente víctima de violencia de género.

Pasará un tiempo, volverán las disculpas, el “amor”, hasta que el ciclo vuelva a comenzar.

¿Qué sucede con los hijos de las víctimas de violencia de género?

La exposición de los hijos, como testigos de la violencia hacia la mujer tiene graves consecuencias en los niños, a nivel emocional, comportamental, evolutivo, cognitivo, vincular. A continuación mencionamos algunas de ellas.

  • Estrés, angustia, tristeza, trastornos de ansiedad, exceso de responsabilidades.
  • Déficit en control de impulsos, irritabilidad, descargas agresivas, oposicionismo.
  • Miedo, impotencia, culpa por no saber cómo ayudar a la madre o por no poder defenderla.
  • Depresión, baja autoestima, frustración, inseguridad, inestabilidad emocional.
  • Dificultades en el aprendizaje, fracaso escolar, problemas en la atención y concentración.
  • Dificultades para vincularse con los demás, para resolver problemas sociales, falta de habilidades sociales, desconfianza, ausencia de empatía.
  • Alteraciones de la alimentación (anorexia, bulimia, falta de apetito).
  • Alteraciones del sueño.
  • Síntomas psicosomáticos como enuresis y encopresis secundarias, asma, alergias.

Finalmente, la violencia percibida puede ser interiorizada y en muchos casos expresada en forma de comportamiento antisocial, mala conducta en la escuela, delincuencia, o consumo de sustancias En resumen, la violencia de género no solo afecta a la mujer. Se extiende a los hijos, quienes sufren consecuencias a corto y largo plazo.

Psicóloga en Buenos Aires

Licenciada en Psicología por la Universidad Nacional de La Plata, Buenos Aires, Argentina. Especialidad en tratamiento y prevención de adicciones. Especial interés en áreas de la psicología que refieren al bienestar, desarrollo personal y construcción de una vida mejor y más saludable.

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