Repetición espaciada (técnica para memorizar): qué es y cómo usarla

Esta es posiblemente la técnica más eficaz a la hora de aprenderse temarios y memorizar contenidos.

En los últimos años se ha popularizado y sistematizado el uso de las estrategias mnemotécnicas, que permiten aprender informaciones muy complejas de formas relativamente sencillas. Entre estas técnicas destacan el método de los loci, el de las perchas, el palacio de la memoria o la repetición espaciada.

En este artículo describiremos en qué consiste la técnica del repaso espaciado y explicaremos cómo aplicarla para memorizar grandes cantidades de información. También hablaremos del efecto de memoria espaciada, un fenómeno psicológico que explica la eficacia de esta mnemotécnica.

¿Qué es la repetición espaciada?

La repetición espaciada, también conocida como repaso espaciado, es una técnica de aprendizaje memorístico que consiste en aprender un material determinado dejando pasar espacios de tiempo cada vez más largos entre una sesión de entrenamiento y la siguiente.

Esta técnica se utiliza para memorizar contenidos y practicar habilidades a lo largo del tiempo, en lugar de hacerlo de forma intensiva durante un breve periodo de tiempo. El espacio entre entrenamientos se incrementa progresivamente a medida que el aprendizaje se solidifica por tal de utilizar el efecto de memoria espaciada, del que hablaremos más adelante.

Este espaciamiento del aprendizaje permite un mayor mantenimiento del recuerdo: cada vez que se practican los ejercicios de memorización se lleva a cabo un nuevo repaso de la información que se esté trabajando. Incluso un aprendizaje intensivo tiende a mantenerse en menor medida si no se realizan prácticas regulares más adelante.

La repetición espaciada es especialmente útil cuando se pretende aprender de memoria y de forma permanente un gran número de elementos diferentes. Ejemplos de esto pueden ser las fórmulas matemáticas o el vocabulario de una lengua extranjera.

Asimismo los avances que han tenido lugar en las últimas décadas en el ámbito de la computación han favorecido la aparición de métodos de aprendizaje asistidos por ordenador. Muchos de estos se basan en la técnica del repaso espaciado, o bien permiten que ésta se aplique con facilidad.

El efecto de memoria espaciada

Hermann Ebbinghaus, un pionero del estudio experimental de la memoria que vivió en la segunda mitad del siglo XIX, describió dos fenómenos que le dieron un lugar en la historia de la psicología: la curva del olvido, que representa la duración de los trazos de memoria si no se aplica un repaso posterior del aprendizaje, y el efecto de memoria espaciada.

Según Ebbinghaus y otros autores posteriores, cuando el aprendizaje se distribuye a lo largo del tiempo la información se retiene mejor que si se lleva a cabo en una sola sesión. En el primer caso hablamos de presentación espaciada del contenido, y en el segundo de presentación masiva.

Esto implica, por ejemplo, que si estudiamos durante 6 horas para un examen la noche anterior a éste, al cabo de unos días o unas semanas habremos olvidado una proporción mayor de lo aprendido que si hubiéramos repartido esas 6 horas entre varios días. Sin embargo, la superioridad del aprendizaje espaciado no está tan clara en el corto plazo.

Existen distintas hipótesis sobre las causas de este efecto; todas ellas pueden ser ciertas en relación a diferentes tipos de aprendizaje y de recuperación de la información (como pueden ser el recuerdo libre y con pistas). En este sentido destacan los fenómenos del priming semántico y de la potenciación neuronal a largo plazo.

¿Cómo se utiliza esta técnica?

El método más común de aplicar la técnica de repetición espaciada empieza por la división de la información en pequeños bloques de contenido. En algunos casos esto es más sencillo que en otros; por ejemplo, se puede estudiar vocabulario utilizando definiciones breves, pero para memorizar episodios históricos será necesario esquematizar o resumir la información.

Es necesario comprender el contenido que se quiere memorizar antes de preparar el entrenamiento; esto facilitará que se capten las relaciones entre los distintos elementos y evitará posibles errores en la preparación del material de aprendizaje. Asimismo es conveniente dividir la información lo máximo posible para facilitar la retención de cada elemento.

A continuación los elementos que se quiere aprender deben ser distribuidos en algún tipo de soporte físico o virtual. Se pueden usar tarjetas, pero existe software informático que facilita el uso de la repetición espaciada, como las aplicaciones Mnemosyne, Anki y Mnemodo. También hay programas específicos para el aprendizaje espaciado de idiomas.

Dos tipos de tarjeta especialmente populares son las que dejan espacios que deben ser rellenados por el aprendiz (p. e. “El trigémino es el _ de los 12 pares craneales”) y las que incluyen una pregunta y una respuesta. Estas últimas pueden prepararse escribiendo una pregunta en una de las caras y la respuesta correspondiente en la otra.

Los intervalos de tiempo entre sesiones de aprendizaje y la duración del periodo total de aprendizaje dependen de las necesidades y preferencias de quien aplique la técnica. Lo más importante es tener en cuenta que los ejercicios de memorización deben ser más frecuentes al principio y espaciarse progresivamente hasta que el aprendizaje alcance el nivel deseado.

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