Textos funcionales: tipos, características y funciones

Un repaso a las características de este tipo de textos tan comunes.

Textos funcionales

¿Sabes qué son los textos funcionales? Se trata de un tipo de texto donde predomina la función apelativa del lenguaje, es decir, la que alude al hecho de que el emisor busque algún tipo de comportamiento o reacción en el receptor a través de las palabras.

Así, son textos que proporcionan instrucciones o pautas el receptor en relación a alguna actividad, acción o tarea. Pero, ¿cuáles son sus características fundamentales? ¿Y sus funciones y utilidades? ¿Cómo se pueden clasificar? Responderemos a estas y otras cuestiones a través del presente artículo.

Textos funcionales: ¿qué son?

Los textos funcionales son aquellos que, como su propio nombre indica, cumplen una función específica; es decir, son textos que se dirigen al receptor del mensaje de forma directa, clara y concreta, y tienen la misión de que éste realice una acción específica.

A través de este tipo de textos, guiamos al receptor del mensaje en la ejecución de dicha acción. Más allá de esta guía, a veces los textos funcionales también ofrecen al receptor los materiales que necesita para realizar la acción en cuestión (que es la acción que queremos ver u “obtener”).

La función del lenguaje que predomina en este tipo de textos es la función apelativa. Esta función del lenguaje (también denominada función conativa), es la que se centra en el receptor del mensaje, y tiene que ver con el hecho de que el emisor espere algún tipo de reacción por parte del receptor. A través de ella, el emisor procura influir en la conducta o actitud del receptor.

¿Para qué se utilizan?

Como veremos a continuación, los textos funcionales buscan instruir al lector en alguna actividad o tarea.

Se trata de textos muy frecuentes en nuestro día a día, y además de darnos instrucciones en relación a alguna tarea, también nos proporcionan indicaciones, recomendaciones, consejos, pautas, etc., que puedan facilitar la acción o el desempeño del receptor en la tarea en cuestión.

Ejemplos

Algunos ejemplos de textos funcionales son: recetas de cocina, manuales de instrucciones, vademécums de un remedio (los vademécums son textos con la información fundamental de una material), notas informativas de los colegios, manuales de estilo, instrucciones en un examen escrito, etc.

Características

Como hemos podido ir indagando, los textos funcionales generalmente son textos instructivos (es decir, los que nos instruyen en alguna actividad). ¿Qué características presentan?

1. Título

Los textos funcionales, así como los instructivos, siempre presentan un título; el título nos da la información de si el texto que vamos a leer es simplemente instructivo, o directamente se trata de un manual (por ejemplo un manual de instrucciones).

2. Subtítulos

En función de si el texto es muy largo o muy corto, y de las características de las instrucciones utilizadas, podemos encontrar también subtítulos en este tipo de textos.

3. Numeraciones

Las numeraciones también son frecuentes en los textos funcionales e instructivos. Normalmente, éstas nos detallan los pasos a seguir a la hora de conseguir algo (por ejemplo montar un mueble, en el caso de un manual de instrucciones, o hacer funcionar una cafetera).

4. Recursos gráficos

Otra característica de los textos funcionales, o de los instructivos, es que suelen presentar diferentes recursos gráficos para enriquecer el contenido del mismo y facilitar su comprensión. Dichos recursos son: viñetas, ilustraciones, colores, cuadros, gráficos…

Sin embargo, el texto en sí sigue siendo lo más importante en este tipo de documentos, ya que es el que proporciona la información sobre lo que se debe hacer.

5. Vocabulario especializado

El vocabulario utilizado es un tipo de vocabulario que está especializado en la temática en cuestión, además de ser muy preciso. Puede incluir el uso de términos técnicos.

6. Cumplen una función específica

Como ya adelantábamos en el inicio del artículo, los textos funcionales cumplen una función específica; es decir, no son textos de entretenimiento o puramente recreativos.

Tipos de textos funcionales

A su vez, los textos funcionales pueden ser de diferente tipología (se trata de textos funcionales siempre y cuando cumplan con las características anteriormente mencionadas, aunque éstas variarán de un tipo de texto a otro). Así, los tipos de textos funcionales que podemos encontrar son los siguientes:

1. Textos periodísticos

Los textos periodísticos cumplen tres funciones: informar, formar y entretener. Cuando además cumplen la función apelativa del lenguaje e instruyen en alguna cosa, hablamos de textos funcionales periodísticos.

2. Textos publicitarios

Este tipo de textos difunden un contenido que incita a adquirir ciertos productos o servicios. La función del lenguaje que predomina aquí es la referencial o representativa, que está relacionada con algunos factores de la comunicación como el referente y el contexto (es decir, cualquier factor externo a la propia comunicación).

3. Textos científicos y técnicos

Los textos funcionales también pueden ser de tipo científico y/o técnico; se trata de textos objetivos, verificables y claros. Aquí también predomina la función referencial del lenguaje.

4. Textos literarios

Cuando los textos funcionales son literarios, su misión es perdurar en el tiempo (es decir, son textos que “buscan” conservarse por su valor artístico). Van dirigidos a todo el mundo, y se establece una comunicación entre el autor del texto y sus lectores.

5. Textos históricos

A través de ellos se relatan historias, que son representadas por diferentes personajes y que se encuadran dentro de un período o momento histórico.

6. Textos de entretenimiento

Su objetivo es que el receptor se entretenga, disfrute y pase un buen rato. La información que obtiene el lector a través de este tipo de textos no suele ser relevante (es decir, el objetivo aquí es otro).

7. Textos informativos

Finalmente, los textos funcionales también pueden ser textos informativos, cuando el emisor pretende dar a conocer alguna situación concreta al receptor.

Otra posible clasificación

Hemos visto cómo los textos funcionales pueden “especializarse” en diferentes campos (es decir, existen diferentes tipos del mismo). Sin embargo, no es la única clasificación existente.

Ahora vamos a ver otra, que los divide en tres tipos: textos personales, escolares y laborales. ¿En qué consiste cada uno y qué ejemplos podemos encontrar en cada grupo?

1. Textos personales

Como su propio nombre indica, son de uso personal. Ejemplos de ellos son: las agendas, los correos electrónicos, los diarios…

2. Textos escolares

En este caso encontramos: apuntes de clase, mapas conceptuales, cuadros sinópticos… Eso sí, recordemos que los textos funcionales siempre deberán cumplir la función apelativa del lenguaje.

3. Textos laborales

Finalmente, los textos funcionales laborales son aquellas relacionadas con el entorno laboral o profesional. Ejemplos de ellos son: las cartas de petición, las solicitudes de empleo, los memorándums, etc.

Referencias bibliográficas:

  • Cascón, J.A. & Madruga, J.A. (1989). Comprensión de textos e instrucción. La educación por el mundo.
  • Corbacho, A. (2006). Textos, tipos de texto y textos especializados. Revista de filología, 24: 77-90.
  • Mendoza, N. (2007). Los tipos de textos en español: formas, técnica y producción. Serie del lenguaje y la comunicación, 2007/06, Caracas: IESALC.

Graduada en Psicología por la Universitat de Barcelona, con Máster en Psicopatología Clínica Infantojuvenil por la Universitat Autònoma de Barcelona. Especializada en Trastornos del Neurodesarrollo. Actualmente trabaja como Psicóloga infantil en la Associació Catalana del Síndrome X Frágil. Autora del libro "Vivir de memoria" (Editorial Círculo Rojo, 2018). Aficionada del deporte y la lectura.

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