Nuestro sistema endocrino está formado por un conjunto de órganos y tejidos que se encargan de regular funciones vitales para nuestro organismo a través de la liberación de distintas hormonas.
Aspectos tan importantes para la supervivencia como el buen funcionamiento del metabolismo o el sistema inmunitario dependen, en gran medida, de las glándulas suprarrenales, dos pequeños órganos encargados de secretar al torrente sanguíneo hormonas como el cortisol, la adrenalina o la noradrenalina.
En este artículo te explicamos qué son las glándulas suprarrenales, cuál es su estructura, qué funciones desempeñan en nuestro organismo y cuáles son las enfermedades y los trastornos más comunes relacionados con un mal funcionamiento de estas glándulas.
Glándulas suprarrenales: definición y estructura
Las glándulas suprarrenales son pequeños órganos endocrinos con forma triangular ubicados en la parte superior de ambos riñones. Estas glándulas se encargan de producir hormonas que ayudan a regular el metabolismo, el sistema inmunitario, la presión arterial, la respuesta al estrés y otras funciones esenciales.
Cada persona tiene dos glándulas suprarrenales, que pueden dividirse en dos partes: la porción externa, denominada corteza suprarrenal; y la porción interna, que recibe el nombre de médula suprarrenal. La corteza suprarrenal es la responsable de crear tres tipos diferentes de hormonas: mineralocorticoides que conservan el sodio en el cuerpo, glucocorticoides que aumentan los niveles de glucosa en sangre y gonadocorticoides que regulan las hormonas sexuales como el estrógeno.
La corteza suprarrenal y la médula suprarrenal están envueltas en una cápsula adiposa que forma una capa protectora alrededor de la glándula suprarrenal. La corteza suprarrenal es esencial para nuestra supervivencia; si ésta dejara de funcionar correctamente es muy probable que se produjera un colapso y la muerte, ya que controla los procesos metabólicos básicos para la vida.
Por su parte, la médula suprarrenal, que se encuentra dentro de la corteza suprarrenal en el centro de la glándula, es la encargada de secretar las “hormonas del estrés”, como la adrenalina y la noradrenalina. Veamos con más detalle en qué consisten y cuáles son las funciones de éstas y otras hormonas producidas en las glándulas suprarrenales.
Hormonas de las glándulas suprarrenales
El papel de las glándulas suprarrenales en nuestro cuerpo es liberar ciertas hormonas directamente en el torrente sanguíneo, muchas de las cuales tienen que ver con la forma en que el cuerpo responde al estrés, y como hemos comentado anteriormente, algunas son vitales para la supervivencia.
Ambas partes de las glándulas suprarrenales, la corteza suprarrenal y la médula suprarrenal, realizan funciones distintas y separadas, y cada zona de la corteza suprarrenal segrega una hormona específica. Veamos a continuación cuáles son las hormonas clave producidas por la corteza suprarrenal:
1. Cortisol
El cortisol es una hormona glucocorticoide producida por la zona fasciculada que juega varios papeles importantes en el cuerpo. Ayuda a controlar el uso del cuerpo de grasas, proteínas y carbohidratos; suprime la inflamación; regula la presión sanguínea; aumenta el azúcar en la sangre; y también puede disminuir la formación de hueso. Esta hormona también controla el ciclo de sueño y vigilia, y se libera en momentos de estrés para ayudar al cuerpo a obtener un impulso de energía y manejar mejor una situación de emergencia.
Las glándulas suprarrenales producen hormonas en respuesta a las señales de la glándula pituitaria en el cerebro, que reacciona a las señales del hipotálamo. Esto se conoce como el eje hipotalámico-hipofisario-adrenal. Para que la glándula suprarrenal produzca cortisol, ocurre lo siguiente: primero, el hipotálamo produce hormona liberadora de corticotropina (CRH) que estimula la glándula pituitaria a secretar hormona adrenocorticotropa (ACTH).
Después, la hormona ACTH estimula las glándulas suprarrenales para producir y liberar cortisol en sangre (si hay demasiado o muy poco cortisol, estas glándulas cambian respectivamente la cantidad de CRH y ACTH que se libera, en lo que se conoce como un circuito de retroalimentación negativa). La producción excesiva de cortisol puede ocurrir a partir de nódulos en la glándula suprarrenal o la producción excesiva de ACTH a partir de un tumor en la glándula pituitaria u otra fuente.
2. Aldosterona
La aldosterona es una hormona mineralocorticoide producida por la zona glomerular de la corteza suprarrenal y desempeña un papel central en la regulación de la presión arterial y ciertos electrolitos (sodio y potasio).
Esta hormona envía señales a los riñones, lo que hace que los éstos absorban más sodio en el torrente sanguíneo y liberen potasio en la orina. Esto significa que la aldosterona también ayuda a regular el pH de la sangre al controlar los niveles de electrolitos en la sangre.
3. DHEA y esteroides androgénicos
La DHEA y los esteroides androgénicos son producidos por la zona reticular de la corteza suprarrenal, y son hormonas precursoras que se convierten en los ovarios en hormonas femeninas (estrógenos) y en los testículos en hormonas masculinas (andrógenos).
Sin embargo, los ovarios y los testículos producen estrógenos y andrógenos en cantidades mucho mayores.
4. Adrenalina y noradrenalina
La médula suprarrenal controla las hormonas que inician la respuesta de lucha o huida. Las principales hormonas secretadas por la médula suprarrenal incluyen epinefrina (adrenalina) y norepinefrina (noradrenalina), que tienen funciones similares.
Entre otras funciones, estas hormonas son capaces de aumentar la frecuencia cardíaca y la fuerza de las contracciones cardíacas, aumentar el flujo sanguíneo a los músculos y el cerebro, relajar los músculos lisos de las vías respiratorias y ayudar al metabolismo de la glucosa (azúcar).
También controlan la compresión de los vasos sanguíneos (vasoconstricción), lo que ayuda a mantener la presión arterial y a aumentarla en respuesta al estrés. Al igual que otras hormonas producidas por las glándulas suprarrenales, la adrenalina y la noradrenalina a menudo se activan en situaciones de estrés físico y emocional cuando el cuerpo necesita recursos y energía adicionales para soportar una tensión inusual.
Funciones
Las glándula suprarrenales son una parte intrincada del eje hipotalámico-hipofisario-adrenal. El hipotálamo actúa como el termostato del cuerpo y detecta la mayoría de los elementos fisiológicos importantes involucrados en la homeostasis, enviando señales para corregir las variaciones dañinas percibidas.
Se conecta directamente a la glándula pituitaria, que esencialmente recoge las órdenes del hipotálamo y envía señales a varios órganos y glándulas, incluidas las glándulas suprarrenales, para llevar a cabo estas órdenes.
Una amplia gama de hormonas, incluidos estrógenos, adrenalina y cortisol, son producidas por las glándulas suprarrenales. Una de las actividades principales del cortisol es aumentar la glucosa disponible para el sistema nervioso al descomponer las proteínas y las grasas en glucosa en el hígado, ayudando a bloquear la absorción de glucosa en otros tejidos además del sistema nervioso central.
El cortisol también tiene poderosas acciones antiinflamatorias y antialérgicas, y disminuye las actividades del sistema inmune para reducir las condiciones de inflamación.
Otra de las funciones más importantes de las glándulas suprarrenales es la respuesta de lucha o huida. Cuando una persona está estresada o asustada, la glándula suprarrenal libera un torrente de hormonas, como la adrenalina y el cortisol, y éstas aumentan la frecuencia cardíaca, elevan la presión arterial, aumentan los suministros de energía, agudizan la concentración y ralentizan otros procesos corporales para que el cuerpo pueda escapar o combatir una amenaza.
Sin embargo, una respuesta excesiva al estrés puede ser contraproducente. El exceso de exposición a las hormonas del estrés de la glándula suprarrenal puede causar ansiedad, depresión, problemas digestivos, dolores de cabeza, enfermedades cardíacas, problemas para dormir, aumento de peso y deterioro de la memoria y la concentración. A continuación, se exponen los trastornos más comunes relacionados con un exceso de producción de hormonas suprarrenales.
Trastornos relacionados
Las dos formas más comunes por las que las glándulas suprarrenales causan problemas de salud son produciendo muy poca o demasiada cantidad de ciertas hormonas, lo que conduce a desequilibrios hormonales.
Estas anormalidades de la función suprarrenal pueden ser causadas por diversas enfermedades de las glándulas suprarrenales o la glándula pituitaria. Veamos los principales trastornos relacionados con el funcionamiento anormal de las glándulas suprarrenales.
1. Insuficiencia suprarrenal
La insuficiencia suprarrenal es un trastorno raro. Puede ser causado por una enfermedad de las glándulas suprarrenales (insuficiencia suprarrenal primaria o la enfermedad de Addison) o por enfermedades del hipotálamo o la hipófisis (insuficiencia suprarrenal secundaria). Esta afección se caracteriza por bajos niveles de hormonas suprarrenales y los síntomas incluyen: pérdida de peso, falta de apetito, náuseas y vómitos, fatiga, oscurecimiento de la piel (solo en insuficiencia suprarrenal primaria) y dolor abdominal, entre otros.
Las causas de la insuficiencia suprarrenal primaria pueden incluir trastornos autoinmunes, infecciones fúngicas y de otro tipo, cáncer (rara vez) y factores genéticos. Aunque la insuficiencia suprarrenal generalmente se desarrolla con el tiempo, también puede aparecer repentinamente como una insuficiencia suprarrenal aguda (crisis suprarrenal). Tiene síntomas similares, pero las consecuencias son más graves, e incluyen convulsiones y coma que amenazan la vida.
2. Hiperplasia suprarrenal congénita
La insuficiencia suprarrenal también puede ser el resultado de un trastorno genético llamado hiperplasia suprarrenal congénita. A los niños que nacen con esta enfermedad les falta una enzima esencial necesaria para producir cortisol, aldosterona o ambas. Al mismo tiempo, a menudo experimentan un exceso de andrógenos, lo que puede conducir a características masculinas en las niñas y a una pubertad precoz en los niños.
La hiperplasia suprarrenal congénita puede permanecer sin diagnosticar durante años, dependiendo de la gravedad de la deficiencia enzimática. En casos más severos, los bebés pueden sufrir genitales ambiguos, deshidratación, vómitos y falta de crecimiento.
3. Síndrome de Cushing
El síndrome de Cushing se produce a causa de la producción excesiva de cortisol en las glándulas suprarrenales.
Los síntomas pueden incluir aumento de peso y depósitos de grasa en ciertas áreas del cuerpo, como la cara, debajo de la parte posterior del cuello (llamada joroba de búfalo) y en el abdomen; adelgazamiento de brazos y piernas; estrías púrpuras en el abdomen; vello facial; fatiga; debilidad muscular; piel fácilmente magullada; alta presión sanguínea; diabetes; y otros problemas de salud.
La producción excesiva de cortisol también puede desencadenarse por la sobreproducción de hormona adrenocorticotropa (ACTH), por un tumor benigno en la glándula pituitaria o un tumor en otra parte del cuerpo. Esto se conoce como enfermedad de Cushing. Otra causa común del síndrome de Cushing es el consumo excesivo y prolongado de esteroides externos, como prednisona o dexametasona, que se prescriben para tratar muchas enfermedades autoinmunes o inflamatorias.
4. Hiperaldosteronismo
El hiperaldosteronismo es un trastorno cuya causa es la sobreproducción de aldosterona en una o ambas glándulas suprarrenales.
Esto provoca un aumento en la presión arterial que a menudo requiere muchos medicamentos para poder ser controlada. Algunas personas pueden desarrollar niveles bajos de potasio en la sangre, lo que puede causar dolores musculares, debilidad y espasmos.
5. Feocromocitoma
El feocromocitoma es un tumor que produce un exceso de producción de adrenalina o noradrenalina en la médula suprarrenal. En ocasiones, el tejido de la cresta neural (una estructura de pocas células que existe transitoriamente en etapas tempranas del desarrollo embrionario), que tiene un tejido similar a la médula suprarrenal, puede ser la causa de la sobreproducción de estas hormonas, lo que se conoce con el nombre de paraganglioma.
Los feocromocitomas pueden causar hipertensión arterial persistente o esporádica que puede ser difícil de controlar con medicamentos comunes. Otros síntomas incluyen: dolores de cabeza, sudoración, temblores, ansiedad y latidos cardíacos rápidos. Algunas personas están genéticamente predispuestas a desarrollar este tipo de tumor.
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