Dentro del cuerpo humano podemos encontrar una gran cantidad y variedad de estructuras y órganos que tienen diferentes propiedades y funciones. El principal sistema encargado de ello es el nervioso, pero también debemos destacar el importante papel del sistema endocrino.
En este sentido, gran parte de las funciones de nuestro cuerpo dependen de que determinadas hormonas alteren o regulen el funcionamiento de los órganos, glándulas y tejidos que forman parte de él. Y una de ellas es la somatostatina, de la cual vamos a hablar a lo largo de este artículo.
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La somatostatina: ¿qué es?
La somatostatina es una de las diferentes hormonas que nuestro organismo segrega de forma natural, la cual al igual que el resto de hormonas actúa como mensajero que genera algún tipo de alteración en el funcionamiento o en la estructura de otros sistemas corporales.
Estamos ante una sustancia de tipo proteico que puede sintetizarse en dos formas diferentes, una de veintiocho aminoácidos (con mayor presencia en el tubo digestivo) y otra (la más común en sistema nervioso y páncreas, y la más conocida) formada por un total de catorce aminoácidos, y que tiene efecto en diferentes sistemas corporales tales como el nervioso, el endocrino o incluso el digestivo o el excretor. Actúa también como neurotransmisor.
La somatostatina es una hormona fundamentalmente inhibidora, y su síntesis se lleva a cabo en el páncreas. Es producida principalmente en los islotes de Langerhans al igual que la insulina y el glucagón, concretamente por las células delta de dichas estructuras. Sin embargo, también podemos encontrar otras áreas que la sintetizan y utilizan, entre las que destaca el hipotálamo y otros núcleos cerebrales o incluso las paredes del tracto gastrointestinal.
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Principales funciones de esta hormona
La somatostatina es una hormona que puede ser encontrada en la mayor parte de sistemas de nuestro organismo, y que tiene diferentes efectos en él. Como hemos visto anteriormente, cumple con un papel principalmente inhibidor en la mayoría de órganos diana.
Una de las funciones o propiedades por las que resulta más conocida es por su papel inhibitorio de la hormona del crecimiento, algo que permite que este frene en gran medida en la edad adulta y contribuir a la capacidad de regeneración de nuestro cuerpo al reducir el gasto energético dedicado a crecer. Para ello actúa sobre la hipófisis de tal manera que esta reduce la producción de hormona del crecimiento o somatotropina. De hecho, esta función es la que le ha valido el nombre de hormona inhibidora de la liberación de somatotropina.
Afecta asimismo a la liberación de otras hormonas, como la corticotropina que permite la producción de esteroides por parte de nuestras glándulas suprerrenales. También afecta e inhibe el funcionamiento y la síntesis de hormonas tiroideas, suprimiendo su factor liberador en la hipófisis. Además de ello, a nivel pancreático la somatostatina genera la inhibición de la liberación de insulina y glucagón, algo que permite controlar la emisión de estas hormonas y que puede provocar un aumento de la glucemia en sangre.
En el tubo digestivo inhibe y reduce la motilidad intestinal y la secreción de enzimas, además de la absorción de glucosa y otros nutrientes. Asimismo tiene un efecto en el sistema excretor, reduciendo la micción. Otro de sus efectos es la de reducir el flujo de sangre a nivel esplénico o visceral, así como de la salivación o las mucosas intestinales.
También tiene efecto en el sistema inmune, así como en el cardiovascular. En el sistema nervioso inhibe el funcionamiento de parte del sistema central, así como del autónomo (de hecho reduce y dificulta el movimiento, al tener efecto en el sistema extrapiramidal). También inhibe la liberación de monoaminas como la noradrenalina y la dopamina.
Utilización farmacológica: utilidad clínica
La somatostatina es como hemos dicho una hormona presente en nuestro cuerpo, la cual se origina principalmente en el páncreas. Sin embargo, algunas personas pueden tener algún tipo de déficit en su síntesis o encontrarse en una situación médica que pueda beneficiarse de su administración externa. Y es que debido a sus efectos en el organismo la somatostatina también ha sido sintetizada en laboratorio de cara a tratar diversas condiciones.
La somatostatina sintética empleada como medicamento es análoga y tiene la misma composición química que la que elabora nuestro organismo, y resulta aplicable mediante infusión en sangre, mediante perfusión. Suele venir en forma de viales con polvo liofilizado y ampollas con un disolvente (por lo general cloruro de sodio) que permite su disolución. La dosis en cuestión dependerá de diversos factores como la edad o la presencia de patologías.
El uso de esta hormona está indicado para el tratamiento de hemorragias internas, especialmente en lo que respecta a lesiones o rupturas de varices y fístulas en áreas como esofago o páncraes, o en el tubo digestivo.
El motivo de ello es que como hemos mencionado anteriormente la somatostatina inhibe no solo hormonas sino que también disminuye las secreciones de los órganos digestivos, la motilidad intestinal y el flujo de sangre en las vísceras. Ahora bien, su uso es únicamente para complementar otros tratamientos, precisándose de otros tipos de intervenciones para lograr la mejoría clínica.
Además de ello, es el tratamiento de elección para la acromegalia o gigantismo debido a su inhibición de la hormona del crecimiento y de la actividad de la pituitaria. Otra aplicación clínica de esta hormona se da en tumoraciones pancreáticas o gástricas, si bien en este caso actúa más bien como marcador y como vehículo a moléculas radiactivas que pueden luchar contra la neoplasia, así como en algunos de la hipófisis el ser inhibidor de su actividad.
Riesgos y efectos secundarios de su uso médico
La somatostatina es una hormona de gran utilidad tanto de manera natural como en su aplicación clínica. Ahora bien, en el segundo de los casos podemos encontrarnos con que su uso como fármaco supone algunos riesgos. En ocasiones está contraindicado o, hay que emplear dosis más pequeñas de lo habitual.
Entre los posibles efectos secundarios resulta relativamente habitual la aparición de hiperglucemia, mareos y sofocos, dolores abdominales y náuseas. También pueden aparecer episodios de diarrea, hipoglucemias, bradicardias y tanto hipo como hipertensión. Por último existe el riesgo de arritmias, bloqueos y problemas cardíacos.
También disminuye el flujo de orina y el sodio en sangre, así como la filtración glomerular, algo que puede ser negativo en personas con problemas renales severos. Debe vigilarse especialmente la presencia de alteraciones cardíacas en los primeros momentos del tratamiento, incluso monitoreando las constantes vitales.
En cuanto a poblaciones que no deberían tomar este fármaco, la somatostatina está contraindicada en mujeres embarazadas o durante el parto o la lactancia (que deberá suspenderse en caso de ser imprescindible el tratamiento con esta fármaco) dado que afecta a la hormona del crecimiento y ello puede causar alteraciones en el feto o el bebé. No se recomienda tampoco su uso en niños o adolescentes.
Tampoco debe mezclarse con otros fármacos a menos que el médico así lo indique, especialmente en el caso de ansiolíticos (los cuales potencia). Obviamente tampoco deberán tomar este fármaco aquellas personas que padezcan alergia a la somatostatina o alguno de los componentes de su preparación.
Las personas con insuficiencia renal grave, si bien pueden tratarse con este fármaco, deberán hacerlo con dosis menores. Dado que bloquea la liberación de insulina y glucagón y el riesgo de que genere hiperglucemia, su uso farmacológico debe estar especialmente controlado en personas diabéticas, sobre todo si son insulinodependientes o tipo 1 (puede ser necesario administrarse insulina).
Referencias bibliográficas
- Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. (2011). Prospecto: Información para el usuario. Somatostatina eumedica 250mcg. 1 Vial Polvo Liofilizado+1 ampolla de disolvente de 1 ml. Centro de información de medicamentos.
- Kandel, E.R.; Schwartz, J.H. & Jessell, T.M. (2001). Principios de neurociencia. Cuarta edición. McGraw-Hill Interamericana. Madrid.
- Ortega, E., Mestrón, A. y Webb, S.M. (2000). Utilidad de los análogos de somatostatina en tumores neuroendocrinos gastroenteropancreáticos y tumores hipofisarios no productores de GH. Endorinología y Nutrición, 48 (5): 140-148.
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