Comprender la personalidad ha sido, y es, uno de los propósitos elementales de la Psicología como disciplina científica; puesto que tras este fenómeno reside la clave para descubrir cómo los seres humanos pensamos, sentimos y nos comportamos en nuestro medio natural.
Es por ello que siempre se ha planteado como uno de los sustratos básicos de la conducta o la emoción, y que desde hace muchos años han venido postulándome modelos teóricos de distinto origen y estructura, a través de los que aproximarse a su estudio y análisis.
En este artículo abordaremos el más reciente de todos ellos, más en concreto el modelo de personalidad HEXACO (Ashton y Lee, 2001). Se trata de una de las propuestas que más cobertura científica ha recibido las dos últimas décadas, pues integra con éxito las raíces que le preceden y aporta novedades sustanciosas respecto a estas.
Seguidamente haremos un breve recorrido del contexto epistemológico desde el que surge el modelo, sus valiosas propuestas (tanto a nivel de forma como de contenido) y los ámbitos en los que empieza a aplicarse actualmente. Con ello se evocarán, también, las similitudes y las diferencias respecto a modelos anteriores.
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Modelo de personalidad HEXACO
Lo primero que llama la "atención" del modelo de personalidad HEXACO es que dispone de 6 factores básicos, uno por cada letra de su nombre, que aluden a los diferentes rasgos o factores que se incluyen en el mismo. De esta manera, propone: la honestidad-humildad (H), la emocionalidad (E), la extraversión (X), la cordialidad (A), la escrupulosidad (C) y la apertura a la experiencia (O); formando el acrónimo por el que se ha popularizado y trazando una serie de dimensiones en las que cualquier ser humano puede ubicarse. Se trata, pues, de un espectro de intensidad en el que se incluye la personalidad "normal" y la "patológica" (que predispone a problemas de salud mental).
Como se aprecia, este modelo teórico supone un aumento en el número de factores respecto al clásico postulado tridimensional de Eysenck (neuroticismo, extraversión y psicoticismo) y al pentadimensional de Costa y McCrae, el cual se hizo conocido como Big Five (neuroticismo, extraversión, apertura a la experiencia, amabilidad y responsabilidad). Este último se convirtió, sin duda, en el más usado por toda la comunidad científica; aunque en los últimos años ha estado recibiendo numerosas críticas por su incapacidad para explicar la varianza completa de la diversidad humana.
El modelo HEXACO, al igual que el "Big Five", se construyó a partir de un análisis del léxico con el que las personas describían las formas que podía adoptar la personalidad. Esto es, se usó una muestra de múltiples idiomas, y de su análisis se extrajeron las palabras que servían para definir la conducta de los seres humanos, observándose un consenso entre culturas que se podía resumir en los 6 factores incluidos finalmente en HEXACO. De entre todos ellos, los más relevantes fueron el neuroticismo y la extraversión, que además se alzaron como los de mayor poder predictivo en lo concerniente a las dificultades emocionales.
Y es que uno de los grandes propósitos de los modelos de personalidad consiste en hallar, al menos, factores de protección y riesgo para la aparición de psicopatologías diversas. A todo ello subyacería el interés por conocer el modo en que los seres humanos actúan y piensan al relacionarse con otras personas de su entorno o con ellos mismos, puesto que a partir de ahí sería posible predecir y explicar los matices de su vida afectiva e íntima. Todo ello resulta muy importante a la hora de diseñar programas de intervención que contemplen la individualidad y se ajusten a la idiosincrasia del paciente.
La aportación más importante de HEXACO es el factor de honestidad-humildad, para el que no existía un análogo hasta el momento en los anteriores modelos de personalidad. Además, renombra el neuroticismo (etiquetándolo como emocionalidad) e incorpora el sentimentalismo como una faceta del mismo (antes incluida en la amabilidad). La redistribución de las facetas de cada factor también se extiende al control de la ira, que tradicionalmente formaba parte del neuroticismo y con HEXACO se reasigna a la amabilidad. El resto de los factores (tanto la extraversión como la apertura a la experiencia y la escrupulosidad) se mantienen de un modo muy similar en su formulación.
Actualmente existe un cuestionario diseñado a propósito para explorar los factores reseñados y que recibe el nombre de HEXACO-PI (cuya revisión se llevó a cabo en 2006). Dispone de tres versiones distintas, según el número total de ítems incluidos; pudiendo constar de 200, 100 o 60 reactivos. Los dos últimos son los de mayor uso, puesto que gozan de una fiabilidad parecida (muy buena/excelente) y son menos costosos de administrar. Además, tienen una ventaja adicional: pueden ser respondidos por la propia persona o por un familiar o allegado que la conozca bien.
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Los 6 factores del modelo HEXACO
Entremos más en detalle a ver qué significa y cómo se expresa cada uno de los factores incluidos en el modelo de personalidad HEXACO. Se debe tener en consideración que ninguno se puede interpretar en términos negativos, y que todas las personas puntúan más o menos alto en la totalidad de ellos. Aun con todo se sabe que la combinación de un intenso neuroticismo y una baja extraversión constituye un perfil de riesgo para el desarrollo de depresión y de ansiedad clínicamente significativas.
1. Honestidad-humildad
El factor de honestidad-humildad es, con total seguridad, la aportación más relevante de las que hace el modelo de personalidad HEXACO para entender cómo funciona la personalidad. Es una contribución original del mismo, la cual expande el número de dimensiones básicas y la perspectiva de análisis del fenómeno.
Este factor hace referencia a la sinceridad, en la cual se contempla una preferencia por decir la verdad y omitir toda deformación interesada de los hechos. Además, implica la percepción ajustada de uno mismo, que huye de ensalzar la propia valía y opta por subrayar aquello que se es realmente. Quienes puntúan alto en esta variable esgrimen un sentido equilibrado de la justicia en sus relaciones con los demás y son capaces de renunciar al orgullo cuando llega a interferir en la visión de un conflicto relacional. En definitiva, se decantan por una persuasión basada en la autenticidad.
Este factor se encuentra a la base de muchas dinámicas de poder, en el ámbito de lo privado (la vida sentimental) y de lo público (economía y política, p.e.). También se relaciona con una ausencia de codicia material y con una menor asunción de conductas de riesgo.
2. Emocionalidad
El factor emocionalidad equivale a lo que otros autores acuñaron como neuroticismo. En este caso, hace referencia a un patrón de conducta y pensamiento persistente, cuya consecuencia fundamental es la vulnerabilidad para padecer trastornos depresivos o ansiosos. Sin ninguna duda, es la dimensión que más estrechamente se ha relacionado con la psicopatología, por lo que se ha descrito (de una u otra manera) en todos los modelos teóricos precedentes sobre la personalidad.
Las personas que puntúan alto en este rasgo se sienten ansiosas la mayor parte del tiempo, y se preocupan en exceso por aquello que ya sucedió o que podría suceder. La emoción de miedo deviene la más habitual en el escenario de su vida afectiva, condicionando de manera extraordinaria sus actos y pensamientos.
Todo ello también se traslada a las interacciones de tipo social, donde prevalece un temor cerval a la independencia o una excesiva tendencia a la evitación. En todo caso, el afecto negativo es más intenso y de mucha mayor duración, por lo que se encuentra presente durante una parte muy importante del tiempo.
El sentimentalismo es también una parte muy importante de la emocionalidad. Se traduce en la vivencia subjetiva de hipersensibilidad a las fluctuaciones emocionales, de manera que se agudizan la intensidad y las consecuencias de las mismas.
3. Extraversión
La extraversión es un rasgo que se relaciona, sobre todo, con la imagen social que el sujeto tiene de sí mismo y de la forma en que esta se proyecta en el escenario de las relaciones con los demás. Las personas que presentan altas puntuaciones en este rasgo disfrutan haciendo amistades, reuniéndose con otras personas e incluso abanderado una posición proactiva en las tareas grupales de las que participan. Tal tendencia se ve acrecentada por la percepción optimista de sus destrezas sociales.
Muchos estudios también han encontrado que la extraversión se relaciona con emociones de tipo "positivo", tales como el entusiasmo y/o la alegría. Además de todo ello, los extrovertidos aprovechan mejor las redes sociales (familia o amigos) en momentos de necesidad, lo que se relaciona con un riesgo reducido de trastornos afectivos secundarios al estrés.
4. Apertura a la experiencia
La apertura a la experiencia describe al sujeto que se muestra dispuesto a aceptar lo nuevo y diferente como una parte más de aquello que le define. La curiosidad es, por tanto, el motor que aviva su conducta y sus emociones. Este perfil se asocia también con la preferencia por todo cuanto no es convencional, por intereses que son ajenos a la corriente de preferencias sociales y por la "creatividad" en el arte y/o la literatura.
Las personas con puntuaciones elevadas en este rasgo se interesan por experimentar todo tipo de emociones, por adentrarse en una vida variada o diversa, y tienen escaso temor a los cambios que acompañan al tiempo. Mantienen la capacidad de asombro ante la belleza, en la que suelen deleitarse (visitando museos, p.e.). Algunas investigaciones sobre ella encuentran una relación directa entre este rasgo y el nivel cultural.
5. Cordialidad
La cordialidad es un factor que se ha asociado con la bondad y la voluntad de buscar que las relaciones sociales aporten bienestar. Quienes tienen puntajes altos en este factor perdonan a los demás cuando son víctimas de agravios, se muestran muy amables en sus relaciones y flexibles ante la imperfección.
No obstante, en algunos casos llega a degenerar en necesidad irreal de evitar todo conflicto, lo que priva a las personas de la oportunidad de dar respuesta a las fricciones que forman parte inevitable de la cotidianidad (puesto que prefieren eludir este tipo de encuentros).
Por último, la paciencia forma parte indivisible del factor. Se caracteriza por la capacidad de demorar el impulso cuando se percibe que las interacciones no están siendo favorables, para así emitir la respuesta más "positiva" de entre todas las posibles. Es en este punto donde se reubica el control de la ira, el cual pertenecía a la dimensión de neuroticismo en los modelos previos.
6. Escrupulosidad
La dimensión de escrupulosidad se refiere a la tendencia a actuar de forma organizada y con un plan de acción, en lugar de hacerlo desde la irreflexión o la impulsividad. También recoge la preferencia por intervenir de forma diligente, afrontando las obligaciones y respondiendo a las exigencias del entorno con celeridad y con acierto. Quienes tienen puntuaciones altas en este rasgo son prudentes a la hora de elegir la alternativa de acción más eficiente, aunque en ocasiones pueden mostrar un perfeccionismo desmedido. En casos extremos se asocia a lo que hoy conocemos como trastorno obsesivo compulsivo.
Líneas de investigación
El modelo de personalidad HEXACO disfruta a día de hoy de gran volumen de investigación; pues se considera muy preciso al describir los patrones de conducta, pensamiento y afecto. Además, se está estudiando el efecto de los polos opuestos para cada uno de los factores que lo componen, dado que por su naturaleza dimensional pueden valorarse como espectros con sus propios extremos dicotómicos.
De esta manera, el modelo permite explorar el impacto de la arrogancia, la estabilidad de los afectos, la introversión, la irresponsabilidad, la irritabilidad, etc. (factores especulares de cada una de las grandes dimensiones). Su empleo se está extendiendo a contextos tan variados como el autocuidado de la salud, la conducta adictiva, la psicopatología general y cualquier otra área imaginable en la que la personalidad pueda tener un papel de potencial relevancia. Se trata, por tanto, de una aportación valiosa a la ciencia psicológica cuyos frutos permitirán avanzar hacia una mayor comprensión de los seres humanos.
Referencias bibliográficas:
- Anglim, J., Knowles, E., Dunlop, P. y Marty, A. (2017). HEXACO Personality and Schwartz's Personal Values: A Facet-Level Analysis. Journal of Research in Personality, 68, 17-24.
- Roncero, M., Fornés, G., Garcia-Soriano, G. y Belloch, A. (2014). The HEXACO personality model: Relationships with emotional psychopathology in a Spanish sample. Revista de Psicopatologia y Psicologia Clinica, 19(1), 1-14.
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