Las personas conservadoras son aquellas que, en resumidas cuentas, asumen que hasta que no se demuestre lo contrario, la tradición dicta cuáles son las reglas a seguir en una sociedad. Sin embargo, ni su interpretación de la realidad pasa por afirmaciones tan literales, ni esta idea sirve para detectar el conservadurismo allí donde habita, algo útil para conocer la manera de ser de individuos y de colectivos.
En este artículo nos centraremos en las características de las personas conservadoras.
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Las creencias y rasgos de las personas conservadoras
Cada país y cultura alberga un tipo de conservadurismo diferente, así que es importante tener en cuenta que las personas conservadoras lo son atendiendo a varios matices.
Sin embargo, hay una serie de características típicas que, normalmente son un buen indicador de si las tradiciones tienen relevancia para alguien. Veámoslas.
1. Visión esencialista de las cosas
Las personas conservadoras tienden a creer en las esencias, es decir, en la idea de que todas las cosas, animales, paisajes y personas tienen un elemento inmaterial que les da identidad.
Desde esta perspectiva, no hace falta argumentar por qué ciertas cosas deben seguir existiendo tal y como lo hacían hasta el momento., dado que apostar por la opción contraria sería ir en contra de las esencias. Esto suele plasmarse en su forma de utilizar el lenguaje y, en concreto, a sus apelaciones a lo que es "natural" y "antinatural", expresiones que no significan nada más allá de expresar la oposición a una reforma o alteración reciente de algo (ejemplos: leyes a favor del matrimonio de las personas del mismo sexo, aparición de nuevas tecnologías, etc.).
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2. Énfasis en el modelo de familia nuclear
Por cuestiones sociológicas, en los países de tradición occidental las personas conservadoras defienden un modelo de convivencia basado en la familia nuclear, es decir, la que se compone de marido, mujer e hijos e hijas. El motivo es que, desde esta forma de ver las cosas, es la forma más equilibrada de transmitir la cultura que debe ser heredada por generaciones futuras, si bien no hay pruebas de que esto sea así.
3. Defensa de los roles de género
Otra de las características de las personas conservadoras es que se oponen a cualquier medida que promueva la igualdad de género desde una perspectiva colectivista, es decir, desde instituciones y asociaciones. El motivo es, en parte el esencialismo que vimos en el punto anterior, y en parte el rechazo a la posibilidad de que sus costumbres se vean cuestionadas.
Así, se asume que las mujeres tienen un rol de gestión de los recursos familiares, así como de crianza y reproducción, mientras que el hombre debe tener el poder material y financiero de la familia.
Por el otro lado, la homofobia es habitual entre las personas conservadoras, yendo desde extremos en los que se agrede a personas por su sexualidad, hasta la defensa de que los homosexuales no deben ser agredidos pero deben contar con menos derechos (adopción, besos en público, etc.).
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4. Respeto a los antepasados
El respeto a los ancestros en lo que vertebra el concepto de pueblo o nación que aporta buena parte de la identidad a las personas conservadoras. Esto significa que se nace con ciertas responsabilidades y obligaciones no ya con el resto de conciudadanos, sino también con quienes hace tiempo que murieron pero están conectados a nosotros por vínculos familiares.
5. Asociación entre la moral y la religión
Las personas conservadoras, incluso las que no son religiosas practicantes, defienden la idea de que la moral de la sociedad emana de la religión y que está bien que esto sea así. Eso significa que se asume que los creyentes en otras religiones o los ateos no tienen la misma capacidad de discriminar entre el bien y el mal.
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6. Nacionalismo
El nacionalismo es la idea de que existe una unión indesligable entre un pueblo y un territorio concreto, y que todo lo que atente contra esta unión debe ser combatido. Esto, que también es consecuencia del esencialismo típicamente conservador, hace que todo lo que se considera "extranjero" solo sea tolerado hasta ciertos límites por el simple hecho de serlo, por un lado, y que se intente suprimir las costumbres de las minorías pertenecientes a culturas que históricamente han vivido dentro de los límites de lo que se considera "una única nación".
7. Defensa de la fuerza de voluntad
En el conservadurismo es muy común asumir que las cosas ocurren por presencia o ausencia de fuerza de voluntad, ya sea individual o colectiva. Por eso, la interpretación de la realidad responde más a lo que se cree que es legítimo que a lo que se cree que, puesto en práctica, puede funcionar, dado que se asume que si la suficiente cantidad de personas quiere algo, eso ocurrirá inevitablemente.
Se trata de una idea que aparece al atribuir características humanas a la sociedad, como si la intenciones y los deseos fuesen en sí mismo lo que hace que los fenómenos sociales avancen.
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