Las personas reflexivas presentan rasgos de personalidad que tienen en común, que las diferencian de otras por su forma de afrontar las situaciones de la vida diaria.
En el presente artículo veremos lo que representa ser una persona reflexiva, y daremos un repaso por las características que las distinguen de los otros por su manera de ver las cosas y sus hábitos de vida.
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¿Cómo es una persona reflexiva?
Lo que define principalmente a las personas reflexivas es su manera de evaluar las situaciones, y su predisposición a entender la realidad a través de elaboraciones lógicas y la búsqueda de la coherencia entre las distintas ideas que la persona sostiene. Es decir, que la persona reflexiva suele dedicarse a tareas introspectivas de manera espontánea, prácticamente sin esfuerzo, y es sensible a los distintos temas de debate que le plantea su día a día.
La reflexión es un proceso de pensamiento que precisa tener en cuenta todas las circunstancias que se conozcan sobre el asunto en cuestión; no solamente lo evidente, sino también aquello muchas veces escapa al ojo humano.
Los detalles son realmente importantes para poder proceder a realizar una reflexión, ya se trate de una evaluación de uno mismo, de otros, o del mundo que nos rodea. Una persona reflexiva es capaz de considerar los detalles antes de emitir un juicio sobre alguna situación en particular asimilando más matices en la percepción que se tiene sobre ello.
Por otro lado, las personas reflexivas no suelen actuar en base a las primeras impresiones, todo lo contrario, se toman su tiempo para pensar del modo más objetivo posible acerca del evento que precisa su reflexión.
A las personas con esta característica no les gusta opinar en voz alta sobre temas en los que no están familiarizados, ya que no han reflexionado sobre eso lo suficiente como para dar aportar puntos de vista coherentes o informados.
Características de este tipo de personas
Ahora veremos un listado de características, en la cual se detallaran las más relevantes sobre las personas con tendencia reflexiva.
1. Capacidad de análisis
La principal característica de la que hacen gala las personas reflexivas es su capacidad de análisis, por lo general bastante aguda.
Son sujetos a los cuales les resulta sencillo interpretar situaciones de manera profunda para llegar una conclusión más clara.
2. Escucha activa
Una persona reflexiva también es aquella que sabe escuchar de una manera activa, dado que es consciente de que mediante el discurso de los otros se obtiene una información valiosa de la cual se puede realizar un análisis.
La escucha activa consiste en entender el mensaje que el otro quiere hacernos llegar sin dejar que las emociones del momento puedan sesgar de alguna manera lo que el hablante quiere dar a entender con sus palabras, y a la vez que se anima a dar más detalles, mandando señales de que se presta atención.
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3. Capacidad de observación
Para ser capaces de reflexionar de forma más objetiva sobre cualquier suceso es útil practicar el buen uso de todos los sentidos de nuestro cuerpo. Aparte de la escucha, la observación también resulta determinante para alcanzar una buena conclusión final.
No es lo mismo ver que observar. Cuando vemos algo es porque el estímulo visual entró en contacto con nuestro rango de visibilidad; observar va más allá de eso, implica detallar aspectos del objeto y sacar conclusiones al respecto, que pueden ser determinantes para un análisis oportuno.
4. Son pacientes
Como ya hemos visto con anterioridad, las personas reflexivas son pacientes y saben que actuar de manera impulsiva resultaría contraproducente para sus intereses.
Por lo general las personas reflexivas no actuan a las primeras de cambio, sino que se toman el tiempo necesario para obtener la mayor cantidad de información posible sobre el tema que haga posible la reflexión o el análisis pertinente.
5. Manejo de las emociones
Una persona reflexiva posee un buen manejo de sus emociones, en vista de que es capaz de reflexionar sobre las mismas. Eso hace que conozca sus limitaciones y sepa, además, en qué momento es bueno dar un paso al costado para no involucrar la emocionalidad con los aspectos formales del tema de reflexión.
6. Evalúa pros y contras
Para una buena reflexión es importante saber discriminar entre los pros y los contras de las situaciones que ocupan nuestro análisis. Esto ayudará a que tengamos una mejor perspectiva del beneficio o el daño que representa el tema del cual estamos reflexionando, y ayudará a que lleguemos a una mejor conclusión.
7. Capacidad de planificación
Para una reflexión exitosa se debe ser capaz de realizar una planificación en torno a esa reflexión, tomando en consideración que se trata de un proceso estructurado, donde cada detalle cuenta.
Las personas reflexivas se planifican en base a la información que tienen para ver de qué manera puede darle forma a su reflexión, o si es menester conseguir nueva información al respecto del tema de análisis.
8. Introversión
El sujeto analítico suele ser una persona con tendencia a la introversión, lo que significa que la mayor parte del tiempo se encuentra centrado en sus propios pensamientos, dándoles forma.
9. Internalizan el aprendizaje
Cuando se presentan características de personalidad reflexivas, las experiencias que suelen sucedernos son internalizadas de forma bastante significativa, lo que otorga un aprendizaje adecuado sobre el suceso que hemos experimentando.
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