Tioridazina: usos y efectos secundarios de este psicofármaco

Un fármaco antipsicótico del grupo de las fenotiazinas, usado para tratar varios trastornos.

Tioridazina
Un fármaco antipsicótico con varias utilidades.

La tioridazina es un fármaco que actúa como antipsicótico (de primera generación) y como ansiolítico, disminuyendo los síntomas ansiosos y psicóticos. Se utiliza principalmente para la esquizofrenia en el caso de que otros fármacos antipsicóticos no hayan resultado beneficios para el paciente.

Sin embargo, sus indicaciones van más allá, y también se utiliza para trastornos de conducta, depresión psicótica y ansiedad, entre otros. Conoceremos además sus características generales, su mecanismo de acción, su farmacocinética y sus reacciones adversas.

Tioridazina: características generales

La tioridazina es un fármaco ansiolítico y antipsicótico; concretamente, se trata de una fenotiazina (un grupo de fármacos antipsicóticos). Químicamente es similar a la mesoridazina (uno de sus metabolitos).

La tioridazina está indicada para el tratamiento de algunos trastornos psicóticos como la esquizofrenia, para la ansiedad asociada a la depresión, trastornos de conducta en niños y demencia. Lo que hace es disminuir la excitación anormal del cerebro.

Además, es la fenotiazina con menos efectos extrapiramidales, esto es, trastornos relacionados con el movimiento, que surgen como un tipo de efecto secundario. Sin embargo, sus efectos sedantes y ansiolíticos son importantes.

Las contraindicaciones de la tioridazina son: tener hipersensibilidad a la propia tioridazina o a otras fenotiazinas, una depresión severa en el SNC (Sistema Nervioso Central), estados comatosos, así como tener hipotensión o hipertensión cardíaca severa.

Mecanismo de acción de este fármaco

El mecanismo de acción de la tioridazina es el bloqueo de los receptores dopaminérgicos D2 postsinápticos en el sistema mesolímbico del cerebro. El bloqueo también explica los efectos extrapiramidales que se observan con la toma de tioridazina.

Por otro lado, la tioridazina también bloquea los receptores colinérgicos (acetilcolina) y alfa-adrenérgicos (adrenalina), lo que conlleva efectos secundarios como la sedación, relajación muscular y efectos cardiovasculares (por ejemplo hipotensión, alteraciones en el perfil electrocardiográfico y taquicardia refleja).

Indicaciones: trastornos en los que se usa

La tioridazina es un antipsicótico que está indicado para el tratamiento de trastornos psicóticos, tales como la esquizofrenia o la depresión psicótica. En algunos casos también se utiliza para trastornos graves del comportamiento en niños (por ejemplo agresividad y hiperexcitabilidad), dificultades para mantener la atención, demencia y ansiedad asociada al trastorno depresivo.

Concretamente, se utiliza la tioridazina para controlar las manifestaciones o síntomas de los trastornos psicóticos. En el caso de la esquizofrenia, se utiliza la tioridazina como tratamiento alternativo en caso de que anteriormente 2 otros fármacos no hayan producido buenos resultados o hayan ocasiones efectos secundarios graves en el paciente. También está indicada para las alteraciones del sueño y los temores en ancianos.

En cuanto a la depresión, está indicada para depresiones moderadas o graves a corto plazo, con síntomas acompañantes como la ansiedad.

La tioridazina debe utilizarse con mucha cautela en pacientes con la enfermedad de Parkinson o con una enfermedad hepática.

Efectos secundarios

Las reacciones adversas que puede ocasionar la tioridazina, iguales que otras fenotiazinas, son reacciones cardiovasculares importantes. Es por esta razón que la tioridazina se prescribe a pacientes que no hayan respondido con otro tipo de fármacos antipsicóticos.

También puede producir sedación, sequedad de boca, vértigo, hipotensión ortostática, erupciones cutáneas, trastornos de la visión, trastornos de la eyaculación, fotosensibilidad, incontinencia urinaria y galactorrea (ocasional).

En el embarazo y la lactancia se desaconseja el uso de la tioridazina. En caso de conducir, se debe actuar con mucha precaución, ya que el fármaco puede generar efectos importantes como somnolencia y disminución de la capacidad de reacción.

También puede generar alteraciones visuales (visión borrosa, disminución de la visión nocturna y escotoma), aunque éstos pueden desaparecer si la tioridazina se retira de forma temprana. Sin embargo, no siempre mejora la visión, a pesar de la suspensión del fármaco, como se ha visto en algunos casos.

Algunos datos

Estudios realizados con tioridazina mostraron que el 60% de los pacientes que tomaban el fármaco sufrieron disfunción sexual (comparado con el 25% de los pacientes tratados con otros antipsicóticos).

Otro efecto secundario que puede aparecer, la disquinesia tardía, ocurre en un 4% de los casos tratados con tioridazina, anualmente (durante los primeros 5-6 años de tratamiento).

Farmacocinética

La tioridazina se administra por vía oral y se absorbe rápidamente. Los efectos terapéuticos suelen ser máximos a las 6 semanas de iniciar el tratamiento con tioridazina. Las fenotiazinas como la tioridazina cruzan la barrera hematoencefálica y se distribuyen por todos los tejidos corporales.

También atraviesa la placenta y es excretada en la leche materna, por eso debe haber mucha precaución en cuanto a su uso.

¿Cómo se toma?

La tioridazina se suele tomar en tabletas por vía oral, generalmente de 2 a 4 veces al día (entre 50 y 800 mg/día/vía oral). Se recomienda su toma a la misma hora todos los días, y consultar las instrucciones de la receta para cualquier duda que no haya resuelto previamente el médico o farmacéutico.

Generalmente el médico receta la tioridazina a dosis baja y progresivamente (y según las necesidades del paciente) la va aumentando de forma gradual, hasta el control de los síntomas. Posteriormente, con los síntomas controlados, es probable que el médico reduzca la dosis.

Aunque la tioridazina pueda ayudar a controlar o a aliviar ciertos síntomas, no “cura” ninguna patología; es decir, que siempre será aconsejable seguir un tratamiento psicológico combinado con el farmacológico. Además, contar con una red de apoyo familiar (y de amigos) siempre será importante de cara al tratamiento y a la mejoría del paciente.

Referencias bibliográficas:

  • MedlinePlus. (2017). Tioridazina.
  • Stahl, S.M. (2002). Psicofarmacología esencial. Bases neurocientíficas y aplicaciones clínicas. Barcelona: Ariel.
  • Vademecum. (2015). Tioridazina.

Graduada en Psicología por la Universitat de Barcelona, con Máster en Psicopatología Clínica Infantojuvenil por la Universitat Autònoma de Barcelona. Especializada en Trastornos del Neurodesarrollo. Actualmente trabaja como Psicóloga infantil en la Associació Catalana del Síndrome X Frágil. Autora del libro "Vivir de memoria" (Editorial Círculo Rojo, 2018). Aficionada del deporte y la lectura.

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