Conducir supone mantener nuestra completa atención durante un tiempo prolongado. Necesitamos tener todos nuestros sentidos alerta cuando estamos al volante para así evitar cualquier tipo de accidente. Aunque sea por unos segundos, o pensemos que lo tenemos bajo control, las distracciones pueden ser letales. Por ello, es de suma importancia conocerlas y evitar las conductas que provocan distracciones al volante.
En el artículo de hoy, analizaremos las 6 distracciones más frecuentes al conducir para que seas consciente de ellas y puedas ponerle remedio.
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Las 6 distracciones más frecuentes al conducir
Según la Dirección General de Tráfico (DGT), el 30% de los accidentes ocurren por distracciones. Esto significa que pueden y deben ser evitados ya que a causa de la distracción, desviamos la atención de lo que estamos haciendo y puede llegar a ser realmente devastador. A este respecto, cabe mencionar que las distracciones pueden venir por causas externas o internas.
Es decir, las internas hacen referencia a las circunstancias personales del conductor, tales como el estado en el que se encuentre el conductor, si está fatigado, si tiene sueño, el estado físico del mismo y, simplemente, hay personas que se distraen más fácilmente que otras. Por otro lado, las causas externas no dependen de nosotros solos, más bien, son los factores externos los que incitan la distracción. Entre ellos se encuentran las vías que nos son muy familiares o que nos resultan monótonas, una señalización excesiva, la publicidad, el móvil, etc.
Dicho esto, veamos cuáles son las distracciones más comunes en la conducción de un vehículo.
1. Uso del teléfono móvil
En primer lugar, hallamos el uso del teléfono para llamar, enviar mensajes e incluso cambiar de canción. Muchos justifican su uso por el sistema de manos libres. No obstante, un estudio concluyó que a partir de los 3 minutos de conversación, disminuye la capacidad de reacción en la persona. Al fin y al cabo, al charlar con alguien, terminamos prestando más atención al interlocutor que a la propia carretera. Yendo un paso más allá, se sabe que el uso de aparatos electrónicos mientras se conduce reduce la velocidad de reacción y por tanto, complica mucho frenar ante un imprevisto o atender a las señales. Y por supuesto, el uso de WhatsApp para enviar mensajes o audios desvía mucho nuestra atención y es todo un peligro para nosotros y para terceras personas.
Olvidarse del móvil o incluso dejarlo atrás es la mejor forma de evitar la tentación. En el caso que esperes una llamada importante, que sea lo más breve posible, o avisar al interlocutor que vas conduciendo en la carretera y usar el manos libres.
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2. La compañía
Viajar acompañado es una distracción común. ¿Por qué? El tener a alguien al lado o detrás, hace que muchas veces el conductor deje de prestar atención plena a la carretera y aumenta el riesgo de accidentes. Ya sea estar cantando con la persona de al lado, discutiendo o incluso desesperarse porque los niños están peleando atrás, supone una distracción que debemos de tener en cuenta. De hecho, son muchos los conductores que admiten esta realidad.
A modo de consejo, podemos decir que no se debe discutir mientras se conduce ya que distrae mucho y hay que hacer un esfuerzo para mantener la atención en la vía durante todo el trayecto aunque tengas a alguien al lado. En el caso de los niños, es importante educarlos acerca de cómo deben comportarse en un viaje.
3. Fumar
Aunque fumar al volante no está prohibido, es muy peligroso porque puede provocar distracciones. Empecemos por el hecho de que cada conductor pierde una media de 4 segundos cuando enciende un cigarrillo. En este tiempo, la distancia que puede recorrer un vehículo llega a superar los 100 metros y por lo tanto, tu capacidad de reacción ante cualquier imprevisto disminuye notablemente. Además, te obliga a mantener una posición inadecuada, y hace imposible mantener las manos al volante. Esto puede ser un gran inconveniente, ya que dificulta realizar una maniobra de emergencia si es necesario.
Se recomienda olvidarse del tabaco al volante. Debemos pensar que realmente los trayectos en coche no son tan largos como para no poder evitar fumar dentro del vehículo. En el caso que el viaje sea realmente largo, lo aconsejable es parar cada dos horas, podemos aprovechar esos momentos para fumar, beber y comer.
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4. Animales en el vehículo
Es importante seguir las medidas establecidas por la DGT para transportar animales en el vehículo. Los movimientos bruscos o llanto de una mascota son distracciones que pueden alterar los nervios y por supuesto, distraer al conductor. Por supuesto, se aconseja que cuando viajemos con animales en el interior del vehículo, colocar un separador que impida que ocasione molestias o pueda ser causa de distracciones. De hecho, más de la mitad de los conductores vive situaciones de riesgo por culpa de no llevar a los animales bien sujetos en los vehículos.
5. Manejo del GPS/Radio
Aunque poner el GPS sean unos segundos y parezca que no puede pasar nada, esto no es así. Esos segundos en carretera son clave para sufrir o no un accidente. A fin de cuentas, debemos tener claro que todo lo que sea desviar la atención de la vía es un riesgo para nosotros. Por ello, se recomienda programar el GPS antes de iniciar el viaje. También es ventajoso utilizarlos con voz, para no mirarlos. En cuanto a la radio, algo tan habitual como cambiar de emisora de radio, de canción o subir y bajar el volumen, son comportamientos que suponen un verdadero riesgo al volante. Para evitarlo, si vamos acompañados, la persona de al lado es quien debe dedicarse a estas cuestiones. Si vamos solos, se debe programar la música con el vehículo parado.
6. Comer o beber dentro del coche
Al comer o beber mientras se conduce, quitas las manos del volante y supone una distracción importante para el conductor. Una vez más, darle un mordisco a un bocadillo o beber un trago de agua hace que quites la mirada de la carretera. Se ha calculado que esto supone unos 3 segundos. Aunque parezca algo mínimo,quiere decir que cada mordida te hace perder la vista del camino por casi 197 metros, distancia suficiente para estrellarte con el coche de enfrente o cambiar de carril. La DGT recomienda parar a descansar y así aprovechar para comer y beber algo.