Es posible que hayas escuchado hablar sobre la autorrealización y, sobre todo, sobre sentirse autorrealizado. Según la psicología, se llega a la autorrealización cuando llegas y exprimes tu potencial al máximo. Se conoce también como “lograr tu mejor versión”, y se suele presentar como un objetivo que tiene mucho trabajo personal detrás.
Para hacer una definición general, la autorrealización se suele asociar a las ideas propuestas por Maslow y su pirámide de la autorrealización, aunque realmente el término fue acuñado por Kurt Goldstein. La autorrealización hace referencia al logro de objetivo y aspiraciones personales utilizando los propios medios, además de llegar al estado de plenitud y satisfacción que experimentan las personas al alcanzarla.
Etimológicamente, la palabra “autorrealización” parte de raíces latina auto- (“a sí mismo), realis (“real”) e -izare (“poner en práctica” o “convertir”). Por ello, podría definirse como “hacer realidad lo que quiera uno mismo”. ¿Te interesa conocer más acerca la autorrealización, en qué se caracterizan las personas autorrealizadas y cómo podemos alcanzarla? En este artículo haremos un repaso por la historia del concepto, las aportaciones de sus teóricos más importantes y el camino a seguir para conseguirla.
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¿De dónde surge la autorrealización?
Como hemos comentado, suele asociarse el nombre de Abraham Maslow al concepto de la autorrealización debido a la importancia de sus aportaciones (¡en las que entraremos más adelante!), pero quien acuñó el término fue Kurt Goldstein, un psiquiatra alemán nacido en 1878. Goldstein propuso la autorrealización en sus teorías organísmicas para referirse a la materialización del potencial que tiene cada individuo, considerando la autorrealización como su desarrollo más pleno y positivo.
Hoy en día, la autorrealización guarda más relación con la expresión creativa, la iluminación espiritual. Se habla de la autorrealización como una cualidad dependiente y presente en todas las áreas del desarrollo humano; familia, amigos, estudios, trabajo, amor y relación con uno/a mismo/a. Por eso se relaciona tanto con el tiempo invertido en lograrla, es un proceso largo y que involucra a muchos factores diferenciados.
La pirámide de Maslow
Abraham Maslow fue un psicólogo de Estados Unidos, considerado como un exponente de la psicología humanista, y cuyas teorías de la autorrealización perduran hasta el día de hoy, siendo de las más validadas en el planeta y en el territorio de la Psicología. Lo que Maslow propuso fue la pirámide de la autorrealización. Él consideraba la autorrealización como el logro máximo de las necesidades humanas, determinado por la satisfacción experimentada con cada una de ellas.
Se considera el desarrollo del potencial humano, la aceptación de uno mismo, el fortalecimiento de la espiritualidad, los conocimientos, el mantenimiento de buenas relaciones interpersonales y la capacidad de lograr un bienestar mantenido en el tiempo, elaborando adecuadas estrategias de afrontamiento a los problemas.
En esta pirámide, se describen cinco niveles jerárquicos de necesidades humanas que deben lograrse uno a uno hasta llegar a la autorrealización, el más alto de todos los niveles. Estas necesidades a realizar van desde las más básicas hasta más complejas, y solo superando los niveles inferiores, se podrá acceder a los superiores. Las necesidades descritas son:
1. Necesidades básicas o fisiológicas
Estas son las necesidades que surgen ligadas a las necesidades fisiológicas básicas; respirar, alimentarse, dormir… Son necesidades orientadas a la supervivencia y forman parte de la base humana. Pueden ser, por ejemplo, la necesidad de vestirse de una forma más abrigada para no caer enfermo en invierno, por ejemplo.
2. Necesidades de protección o seguridad
Este siguiente nivel se compone de necesidades que propician nuestros sentimientos de seguridad en la vida y el mundo, y que nos generan sensaciones de estabilidad y orden. Entre ellas, podemos encontrar la necesidad de tener un trabajo o fuente de ingresos económicos, mantener la salud protegida a accidentes, lesiones o enfermedades, o el tener un hogar en el que poder salvaguardarse y sentirse seguro/a.
3. Necesidades sociales o de afiliación
Una vez cubiertas las necesidades de protección o seguridad, aparecen las necesidades sociales; una vez alcanzada la estabilidad y protección, tenemos la necesidad de relacionarnos y establecer vínculos con otras personas. Buscamos así la aceptación de un grupo social, ya sea una comunidad, una familia… Otro ejemplo de necesidad social es la unión a actividades culturales, deportivas o de ocio.
4. Necesidades de reconocimiento
Cuando ya tenemos seguridad y relaciones sociales, aparecen las necesidades más relacionadas con la estima y la forma en la que nos ven y reconocen los demás y nosotros mismos. Sin cubrir estas necesidades, podemos sentirnos infravalorados, con falta de autoestima e inseguros. Guardan una estrecha relación con el concepto de autoconcepto; el significado que creamos de nosotros mismos en función de la unión entre lo que piensan otras personas y lo que pensamos nosotros/as.
5. Autorrealización
El nivel de la autorrealización es el último; el más alto. Este incluye todas las metas más complejas de alcanzar y que necesitan nuestro máximo crecimiento personal para ser alcanzadas. En este nivel, utilizamos talentos, habilidades y capacidades para alcanzar nuestro máximo desarrollo, sacando el máximo potencial de nuestra persona y llegando al éxito personal. El éxito personal no puede ser definido como un concepto u objeto concreto; es definido por cada uno/a de nosotros/as y somos las únicas personas en conocer el significado que puede tener, además de los esfuerzos a poner en práctica para alcanzarlos.
¿Cómo son las personas autorrealizadas?
Las personas autorrealizadas se conciben como aquellas que tienen todas sus necesidades cubiertas, tiene todo el potencial para autorrealizarse y cumplir sus objetivos. Por ello, aquí te proponemos una serie de características asociadas a estas personas, para que puedas hacerte una idea más clara de lo que significa llegar a la autorrealización:
1. Son espontáneas
Las personas autorrealizadas tienen una actitud y comportamientos muy naturales ante la vida y los problemas en general. Esto les permite explorar experiencias, sensaciones y conocimientos nuevos, manteniéndose abiertas y dispuestas a aprenderlos e incorporarlos en su cognición. Las personas autorrealizadas no dejan que se les imponga nada; les interesa vivir por sí mismas las experiencias a las que se exponen y elaborar de lelas sus conclusiones. Por ello, no suelen seguir vidas rutinarias y se inclinan más a la fluidez y curiosidad constantes.
2. Son autónomas
Como hemos comentado, las personas autorrealizadas no se estancan en lo rutinario, por lo que no se sienten inseguras a la hora de tomar decisiones por sí mismas. Por ello, se encargan de sus propias acciones y son capaces de determinar qué decisiones serán mejores para sus planes de vida. Evitan las influencias ajenas y se basan en sus experiencias y conocimientos para avanzar.
3. Son realistas
Se conciben las personas autorrealizadas como muy centras y conscientes de su entorno y del mundo que les rodea. Por ello, están muy inclinadas en el futuro y en avanzar hacia él, por lo que no suelen perder tiempo en ideas débiles o que no tengan una proyección futura relevante. Suelen inclinarse por buscar todas las posibilidades que les ayuden a progresar.
4. Tienen capacidad de resolver problemas
Al haber superado los obstáculos que supone cubrir todas las necesidades hasta llegar a la autorrealización, las personas autorrealizadas tendrán una mayor paciencia y calma a la hora de afrontar un problema. Por grave que sea, la regulación emocional interna que supone sentirse autorrealizado les dará una sólida base sobre la que apoyarse para gestionar poco a poco los conflictos.
5. Es tolerante con las demás personas
Se dice de las personas autorrealizadas que, una vez conoce y entiende los dilemas con los que nos podemos encontrar a lo largo de la vida, aprende la capacidad de ser más paciente con aquellas personas que todavía no hayan desarrollado esas habilidades. Es capaz de entender los procesos por los que pasan otras personas, porque ella también ha pasado por los mismos antes.
Revisando la autorrealización
A modo de conclusión, creemos que es importante tener cierto sentido crítico y no dar como ciertas bajo toda circunstancia todas las teorías que se han propuesto a lo largo del tiempo. Si bien es cierto que el modelo de la pirámide de Maslow nos hace comprender la forma en la que organizamos nuestras prioridades, necesidades y deseos, es importante tener en cuenta que esto puede ser, en muchos casos, únicamente un reflejo de la sociedad Occidental. No todas las culturas utilizan la misma vara de medir a la hora de establecer prioridades y es importante considerarlo.
Por otro lado, la autorrealización se presenta muchas veces como el único objetivo o fin de la vida de una persona. Es importante dar relevancia también a que la experiencia humana es muy diversa; existen muchas y diferentes realidades, por lo que las definiciones de éxito o realización son absolutamente subjetivas. Lo que para una persona representa la autorrealización, no tiene por qué representarlo para otra.
Para finalizar, si quieres conocer más acerca de la autorrealización y experimentarla, te recomendamos que te explores, sepas diferenciar cuáles son tus objetivos y prioridades a lo largo de la vida y, lo más importante, en caso de que no tengas claro cuáles son, darte cuenta de que no pasa nada. El futuro es una construcción que toma forma a medida que avanzamos en la vida, la autorrealización une sentimientos que pueden llegar sin haber generado tantas expectativas.
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