¿Cómo identificar los distintos tipos de Abuso?

Estas son las claves para detectar y reconocer los diferentes tipos de abuso.

¿Cómo identificar los distintos tipos de Abuso?

El abuso y el maltrato son formas que repercuten gravemente en la vida de una persona. Cuando hay alguien que ejerce algún tipo de violencia sobre una víctima, ésta última experimenta altos niveles de malestar, acompañados de daño físico, psicológico o emocional, que podrían incidir en sus demás áreas vitales y traer secuelas a largo plazo. En las relaciones abusivas, ya sea entre familiares, parejas, jefes-empleados o profesores-alumnos, existe una asimetría en la que una de las dos partes obtiene un beneficio a costa del abuso del otro. Existen muchas maneras de cometer abuso, y cada una de ellas cuenta con una serie de características que permite discriminarla de los demás. Por esa razón, en este artículo veremos cómo identificar los tipos de abuso y cuáles son las consecuencias de sufrir alguno de estos maltratos.

Claves para reconocer los tipos de abuso

Las víctimas de abuso comparten el denominador común de presentar un alto malestar debido a la violencia que se ejerce sobre ellas. Es importante señalar que jamás es la víctima responsable por sufrir abusos por parte de otro. Aunque podrían existir ciertos factores individuales que estén involucrados en cómo se desenvuelve la víctima en relación a la persona agresiva (como su personalidad, o la forma en la que ha aprendido a lo largo de su historia personal a vincularse), de ella no deviene la responsabilidad o culpa que en algunos discursos problemáticos se le tiende a adjudicar. De hecho, en muchos casos las víctimas de abuso ni siquiera son conscientes de la dinámica en la que están inmersas, o en otras circunstancias, se tratan de menores de edad que no cuentan con las herramientas suficientes para pedir ayuda a un mayor. Se trata de un tema delicado pero que, no obstante, requiere ser enunciado para ser afrontado de manera responsable y pública. A continuación exponemos los principales tipos de abuso y sus características.

1. Abuso de poder

El abuso de poder es uno de los tipos de abuso más habituales. Suele ocurrir en el ambiente laboral, pero también podría darse al interior de la familia. Se puede determinar que una supervisión es abusiva, según Tepper, cuando una persona subordinada —empleado, hijo— percibe el despliegue de comportamientos hostiles por parte de otra persona, tanto verbales como no verbales, de forma sostenida en el tiempo.

Alguien puede identificar que está siendo víctima de abuso de poder cuando la otra persona la critica públicamente, le grita o tiene estallidos emocionales violentos a raíz de su comportamiento, se dirige hacia ella de manera agresiva, toma decisiones poco empáticas sin considerar cómo le afectarán y ejerce la coerción, es decir, presiona y obliga a hacer algo que la víctima no desea.

Este constructo se ha llevado al campo empírico, donde se ha corroborado que las personas que percibían que sus supervisores eran más abusivos también eran las más propensas a dejar sus trabajos. Si no lo hacían, era porque la situación de abuso de poder generalmente estaba sostenida en una dependencia económica, tal como suele ocurrir en el ámbito familiar. Respecto a esta investigación, la cual se focalizó en el abuso de poder en el área laboral, se encontró que una supervisión abusiva se relacionaba a una menor satisfacción en el trabajo y en la vida, un menor compromiso normativo y afectivo, conflictos entre el trabajo y la familia y mayores niveles de estrés psicológico.

2. Abuso psicológico

Hasta hace no demasiado tiempo, se concebía a la violencia como un fenómeno exclusivo del plano físico. Sin embargo, el abuso psicológico es una instancia previa al abuso físico. Distintas investigaciones han demostrado que es un importante predictor de la violencia física, ya que rara vez ésta ocurre sin que haya sucedido violencia psicológica previamente. La violencia psicológica puede verse en todo tipo de vínculos humanos, pero la gravedad de este tipo de abuso es el hecho de que suele provenir de aquellas personas de las que en principio la víctima espera que sean figuras de apoyo, como parejas, hermanos o padres.

Eso sí, el abuso psicológico puede perdurar en el tiempo, de forma crónica, sin llegar nunca al abuso físico. Esto no hace que el sufrimiento sea más leve, sino todo lo contrario: podría ser más sutil y difícil de poner en palabras que la violencia física. El abuso psicológico es una forma de abuso que afecta en la salud mental de la persona y cuyas consecuencias son equiparables a las del maltrato físico. El hecho de que una persona sea dependiente emocionalmente de la otra y que además uno de los dos ejerza abuso psicológico es, para algunos autores, “la mezcla más destructiva que podría haber en un vínculo de pareja”.

3. Abuso de confianza

El abuso de confianza es una forma de abuso que suele ser habitual en entornos laborales. En general, es posible identificar el abuso de confianza en empresas u organizaciones cuando un individuo obtiene un beneficio propio a partir de un objeto que no le pertenece, pudiendo en algunos casos desembocar en el hurto o robo. Cuando hay abuso de confianza, existe una persona a la que se le han concedido ciertos derechos (la confianza propiamente dicha) pero que, no obstante, los utiliza para conseguir un beneficio ilegítimo. Por ejemplo, el empleado de un comercio podría retirarse del local dos horas antes del horario de cierre sin que su jefe se entere, obteniendo ese beneficio porque son amigos o porque existe una muy buena relación entre ambos.

Más allá de esto, la estructura del abuso de confianza podría extrapolarse a otros ámbitos más allá del laboral; es decir, no se reduce a él. En una pareja, el abuso de confianza podría observarse a partir de discusiones ocasionadas por la administración del dinero, de contraseñas o claves de seguridad, del tiempo, etcétera.

4. Abuso sexual

El abuso sexual se trata de una trasgresión a los derechos humanos fundamentales que afecta gravemente a las personas. Se trata de la forma de maltrato más traumática en los niños, con repercusiones a corto y largo plazo, que deja una huella relacionada con mayores posibilidades de sufrir un trastorno mental a futuro e incide no sólo en la víctima, sino también en su familia y sociedad. Por esa razón, es necesario ubicar este problema en la agenda de la salud pública. La forma de identificar la violencia sexual es en toda aquella situación en la que una persona lleve a cabo una conducta que amenace o viole el derecho de otra persona a decidir y ejercer de manera voluntaria todo lo que respecte a su sexualidad.

5. Abuso físico

El abuso físico es otra de las maneras más ruidosas en las que el maltrato puede manifestarse. Los perpetradores de abuso físico suelen ser miembros de la familia, principalmente los padres, pero también las parejas o desconocidos. Las víctimas de abuso físico tienen graves consecuencias en la salud, tanto en una dimensión física (se ha encontrado que tienden a sufrir fatiga crónica y problemas de salud en general), pero sobre todo psicológicas (baja autoestima, depresión, ideación e intentos de suicidio y mayor probabilidad de caer en una adicción).

  • Acuña Navas, M. J. (2014). Abuso sexual en menores de edad: generalidades, consecuencias y prevención. Medicina Legal de Costa Rica, 31(1), 57-69.
  • Momeñe, J., Jáuregu, P., & Estévez, A. (2017). El papel predictor del abuso psicológico y la regulación emocional en la dependencia emocional. Behavioral Psychology/Psicología Conductual, 25(1).
  • Tepper, B. J. (2000). Consequences of abusive supervision. Academy of management journal, 43(2), 178-190.
  • Rivera-Rivera, L., Allen, B., Chávez-Ayala, R., & Ávila-Burgos, L. (2006). Abuso físico y sexual durante la niñez y revictimización de las mujeres mexicanas durante la edad adulta. Salud pública de México, 48(suppl 2), s268-s278.

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