Modelo de estrés de minorías de Ian Meyer: qué es y qué explica

Así es el modelo de estrés de minorías, orientado al vínculo entre identidad sexual y salud mental.

Modelo de estrés de minorías de Ian Meyer

En ocasiones existen tensiones entre los valores de diferentes grupos y estas se ven agravadas si hay una asimetría entre ellos.

Ian Meyer intenta explicar este fenómeno a través de su modelo del estrés de minorías. A continuación trataremos de verlo con detalle para así comprender mejor su planteamiento y las repercusiones que dicho modelo conlleva para la comprensión de este fenómeno.

¿En qué consiste el modelo de estrés de minorías de Ian Meyer?

El modelo de estrés de minorías de Ian Meyer es un sistema desarrollado por este autor para tratar de explicar las consecuencias negativas en la salud mental de personas pertenecientes a minorías relacionadas con la orientación sexual como pueden ser la homosexualidad o la bisexualidad, a raíz del conflicto que se genera por los prejuicios que poseen sobre ellos las personas pertenecientes al grupo mayoritario.

Lo que Meyer trató de explicar a través de este modelo, creado en el año 2003, es que estas poblaciones minoritarias estarían siendo sometidas a una serie de factores estresantes relacionados con su identidad sexual y la percepción que tienen de ellos las personas no pertenecientes a estos grupos minoritarios.

Toda esa serie de factores estresantes, que más adelante veremos en detalle, estarían aumentando las posibilidades de generar un malestar psicológico y por lo tanto alteraciones en la salud mental e incluso física de estos individuos. Esto es precisamente lo que el modelo de estrés de minorías de Ian Meyer trata de explicar.

La clave de este modelo es que afirma que los factores que generan estrés a estas minorías, actúan únicamente en esta dirección, por lo que no supondrían estresor alguno hacia los individuos de la mayoría. Esta cuestión genera un desequilibrio, puesto que los miembros de grupos minoritarios se ven afectados por una serie de cuestiones que únicamente tienen un efecto negativo en ellos, frente a una mayoría que es ajena a la problemática.

Factores estresantes para las minorías

Dentro del modelo de estrés de minorías de Ian Meyer existen diferentes cuestiones que podrían encajar como factores estresantes para dichos grupos. Vamos a ver algunos de los más importantes.

1. Experiencias previas de prejuicio

El primero de los factores que puede estar afectando a las personas según el modelo de estrés de minorías de Ian Meyer sería el de las propias experiencias previas en las que el individuo haya experimentado prejuicios hacia él mismo o hacia otras personas debido a su orientación sexual, es decir, por la pertenencia a ese grupo minoritario, en este caso. Estas experiencias han podido ser vividas mucho tiempo atrás y haberse ido acumulando.

Cada uno de esos sucesos actúa como una gota más de estrés que va mermando al individuo hasta que se ve agotado por completo, por lo que producen un efecto sumatorio y cada vez más intenso de sufrimiento en la persona que está viéndose estigmatizada a raíz de su orientación sexual. El recuerdo de esas experiencias pasadas supone un malestar que puede propiciar el deterioro de la salud mental del individuo.

2. Expectativas de ser rechazado

Todas esas experiencias negativas en las que la persona se ha visto discriminada debido a sus preferencias sexuales no solo le afectan desde el pasado, sino que también le producen un malestar hacia el futuro, puesto que le están generando una serie de expectativas sobre lo que puede seguir ocurriéndole. Es decir, el individuo que ya ha sido rechazado por su identidad en el pasado, teme seguir siéndolo en el futuro.

Por lo tanto, este segundo factor dentro del modelo de estrés de minorías de Ian Meyer tiene que ver con la doble victimización que reciben las personas víctimas de prejuicios y estigmatización. Y es que no solo han sufrido el dolor de verse rechazados anteriormente, sino que además tienen la presión de tener que volver a pasar por lo mismo de manera reiterada en un futuro, con el estrés que eso supone.

3. Ocultamiento

Es lógico pensar que si la persona ha vivido situaciones negativas anteriormente y además tiene miedo de que esto vuelva a ocurrir en el futuro, pueda tomar medidas para evitar que esto ocurra. En muchas ocasiones y ante la falta de alternativas, eligen el ocultamiento. Esto se traduce en ocultar socialmente su identidad sexual, de manera que evitan manifestar lo que realmente sienten y en definitiva, quiénes realmente son.

Por supuesto, esta situación no es sencilla. Renunciar a la propia identidad es algo tremendamente doloroso y estresante. Por lo tanto, la estrategia resulta ambivalente, puesto que por un lado la persona está logrando evitar el malestar que le generan las críticas de las personas del grupo mayoritario a raíz de prejuicios y estigmatizaciones, pero por otro está pagando un alto coste, que es el de ocultar una parte muy importante de sí mismo.

Es más, en ocasiones el ocultamiento ni siquiera tiene esa parte falsamente positiva de evitar la estigmatización, pues aunque la persona oculte su identidad sexual esto no evita que presencie situaciones en las que individuos del grupo mayoritario rechazan de alguna manera a otros del grupo minoritario. En este caso, aunque la victimización no haya sucedido en primera persona, igualmente ha afectado a la persona espectadora.

Por lo tanto hay que tener en cuenta que este factor del modelo de estrés de minorías de Ian Meyer provoca malestar por varias vías. Primero porque la persona se ve obligada a renunciar a su identidad sexual de forma pública. Segundo porque esto no evita que presencia situaciones de victimización hacia compañeros de su grupo minoritario o de otros. Y tercero, porque su ocultamiento le impide salir en defensa de dichas víctimas, para no verse expuesto él mismo.

4. Homofobia internalizada

En los últimos años ha habido grandes cambios sociales a favor de la aceptación de las diferentes formas de identidad sexual. Pero esto no quiere decir que ya no existan una serie de ideas y creencias homófobas en muchas personas. Y lo que es más importante, incluso en personas homosexuales o pertenecientes a otras minorías, también es posible que haya ideas homófobas internalizadas.

¿Cómo es posible que ocurra esto? Se debe a haber sido criado bajo unos esquemas concretos que, aunque han chocado frontalmente con la propia orientación sexual de la persona, han estado muy presentes durante mucho tiempo en las propias creencias del individuo. Este factor del modelo de estrés de minorías de Ian Meyer sería otra fuente más de malestar para estos colectivos.

En este caso los individuos que experimentan esta homofobia internalizada y al mismo tiempo pertenecen a grupos sexuales minoritarios van a sufrir una disonancia cognitiva, pues habrá un desequilibrio entre la acción homófoba (ya sea un comentario, un pensamiento rápido o cualquier otra conducta) y su propia identidad. Este proceso va a hacer que aumente el estrés de estas personas.

5. Procesos de afrontamiento

El último de los principales factores que pueden generar malestar dentro del modelo de estrés de minorías de Ian Meyer hace referencia a los procesos de afrontamiento que la persona pueda llevar a cabo para hacer frente a los actos de estigmatización recibidos por individuos pertenecientes al grupo mayoritario. Esta conducta también tiene una contrapartida negativa.

En este caso, aunque la persona trata de evitar ser estigmatizada, afrontando la situación de forma activa, se encuentra con el posible conflicto que ello supone, por lo que se encuentra en la tesitura de ser victimizada tanto si no hace nada como si decide hacer algo al respecto. Esto hace que en cualquiera de los escenarios exista una incertidumbre acerca de las posibles repercusiones.

Por lo tanto, el propio hecho de afrontar las situaciones que supongan una estigmatización suponen también una vía estresora para el miembro del grupo minoritario.

En conclusión

Tras haber conocido en detalle todos los procesos que subyacen al modelo de estrés de minorías de Ian Meyer, podemos entender mejor a qué se refiere este autor con su planteamiento. Lo que todos los factores que hemos visto descritos tienen en común es que solo estarían afectando a aquellos individuos cuya identidad sexual les hace encuadrarse en un grupo minoritario en ese sentido.

Por ello, el grupo mayoritario, es decir, todo el conjunto de personas que no tendría este sentimiento de pertenencia hacia esos grupos, no sufriría las formas de estigmatización que han sido enumeradas y en consecuencia tampoco se verían afectados por las posibles repercusiones de ese estrés acumulado, que podría llegar a traducirse en problemas de salud a nivel psicológico y/o físico.

Referencias bibliográficas:

  • Frost, D.M., Lehavot, K., Meyer, I.H. (2015). Minority stress and physical health among sexual minority individuals. Journal of behavioral medicine. Springer.
  • Meyer, I.H. (1995). Minority stress and mental health in gay men. Journal of health and social behavior. JSTOR.
  • Meyer, I.H., Frost, D.M. (2013). Minority stress and the health of sexual minorities. C. J. Patterson & A. R. D'Augelli (Eds.), Handbook of psychology and sexual orientation. Oxford University Press.
  • Meyer, I.H. (2015). Resilience in the study of minority stress and health of sexual and gender minorities. Psychology of Sexual Orientation and Gender Diversity.

Luis Martínez-Casasola (Madrid, 1988) se licenció en Psicología en la UAM y cuenta con un máster en Psicología Forense por la URJC y el COP de Madrid, así como con una especialización en recursos humanos. Tras varios años de experiencia en la redacción de contenidos web, ahora colabora como divulgador para medios especializados en el ámbito de la Psicología y la salud.

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