El ciberacoso es un problema de tremenda actualidad. Debido a ello, cada vez son más los estudios realizados al respecto.
Gracias a ello, cada vez se cuenta con más información, que permite actuar de manera más eficaz frente a esta problemática. En los siguientes párrafos podremos descubrir algunas de las cifras más impactantes relativas a este tipo de conducta y lo que se sabe acerca de la prevalencia del acoso online en función de diferentes factores.
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¿En qué consiste el ciberacoso?
Antes de profundizar en las estadísticas que hay detrás de la cuestión de la prevalencia del acoso online, es importante conocer las implicaciones de este concepto. El acoso digital, acoso online, acoso virtual, ciberacoso, o cyberbullying, se refiere a aquellas conductas por las que un agresor se vale de medios digitales para atacar a la víctima.
Estos medios pueden ser todos los relativos al uso de tecnologías como teléfonos, ordenadores, redes sociales, correos electrónicos, mensajes de texto, etc. Estos medios, en muchas ocasiones, otorgan a la persona que realiza la agresión, un anonimato que de otra manera no tendría. Igualmente, le sirven para agredir de una manera rápida y conseguir un gran alcance, al no importar la distancia física que le separe de la víctima.
Más adelante nos adentraremos en la prevalencia del acoso online, pero primero es preciso seguir conociendo las características de este fenómeno. El ciberacoso puede adoptar muchas formas. Puede darse acusando de manera falsa a la víctima de una determinada conducta. También, realizando publicaciones con datos falsos acerca de ella, incluso de manera reiterada.
Otros optan por recopilar datos reales de su futura víctima para así difamar de una manera más creíble y eficaz. Pueden llegar al punto de monitorear la actividad digital de la persona, valiéndose de diferentes programas y herramientas para ello. El acoso virtual puede darse contactando con personas del entorno de la víctima.
Otra de las formas en las que puede realizarse esta conducta es desvelando la identidad real de un usuario de una plataforma en la que interactúa con un perfil anónimo, exponiendo sus datos personales ante todos los demás usuarios. Incluso el agresor puede presentarse como víctima, afirmando que es la persona realmente agredida la que le acosa a él.
Aunque existen más formas de realizar este comportamiento, estas son las que se llevan a cabo con mayor frecuencia.
Datos acerca de la prevalencia del acoso online
Tras describir en líneas generales en qué consiste esta conducta, es hora de revisar los datos sobre la prevalencia del acoso online. Los estudios más recientes que se han realizado en Estados Unidos, indican que más de 4 de cada 10 ciudadanos ha sido víctima de este tipo de acoso en algún momento de su vida. Este estudio contempló seis formas diferentes de agresión.
Dichas formas fueron, las amenazas físicas, el acecho, el acoso continuado, el acoso de tipo sexual, las apelaciones ofensivas y las humillaciones. Según las mediciones realizadas en los años 2014, 2017 y 2020, todas experimentan un crecimiento. Si bien es cierto que entre 2017 y 2020, el número total de personas agredidas se ha estabilizado, ha crecido el número de víctimas de acosos graves.
Lo que reflejan los datos sobre prevalencia del acoso online según este estudio, es que, si nos centramos en las formas más severas de ciberacoso, estaríamos hablando de un 15% de afectados en el año 2014, un 18% en 2017 y un 25% en la última revisión realizada, que data del año 2020. Como se puede observar, la línea ascendente es clara y preocupante. Respecto al total de agresiones digitales, en 2014 hubo un 35% y tanto en 2017 como en 2020, un 41%.
Una de las motivaciones que se aprecia en la mitad de los casos de ciberacoso contemplados en el estudio, es la de la política. Y es que el 50% de los agredidos, es decir, el 20% del total de ciudadanos estadounidenses que participaron en la investigación, dijeron haber sufrido acoso virtual como represalia por sus inclinaciones políticas.
Además de la política, el estudio sobre prevalencia del acoso online indica que existen otros factores que pueden desencadenar este comportamiento. Algunos de ellos serían el género de la persona agredida o bien su origen racial, lo que implicaría afrentas de carácter sexista o racista, en cada caso.
El uso de las redes sociales para el ciberacoso
Igualmente, los datos de prevalencia del acoso online muestran que, de entre todas las herramientas digitales que utilizan los agresores para atacar a sus víctimas, existe una que destaca sobre las demás, y no es otra que la de las redes sociales. Nada menos que 3 de cada 4 casos de los abusos que se registraron en el estudio, provenían de alguna red social.
Llevándolo al total de la población estadounidense, significa que el 31%, lo que hace casi un tercio de los ciudadanos, han experimentado en algún momento una conducta de agresión hacia ellos a través de las redes sociales. Además, algo más del 80% de los usuarios afectados considera que los responsables de dichos sitios web no toman las medidas necesarias para evitar este tipo de sucesos.
Un tercio del total de la población, según los datos de prevalencia del acoso online, estarían de acuerdo en hacer responsables legales de las conductas de acoso digital a los responsables de las respectivas redes sociales en las que estos suceden. Todos estos datos provienen del estudio llevado a cabo en 2020 por el Pew Research Center, con una muestra superior a los 10.000 participantes.
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Prevalencia del acoso online según la edad
Pero no son las únicas conclusiones que se han extraído sobre la prevalencia del acoso online. Nada menos que un 90% de los encuestados considera que el acoso en línea, como el que ocurre en las redes sociales y en otras plataformas, es un problema a ser tenido en cuenta y frente al que se tendría que actuar.
Si se realiza una distribución por edades, se pueden apreciar algunas diferencias en el perfil de la víctima. En ese sentido, cuanto más jóvenes, más probabilidad de recibir un ataque digital. La franja de participantes de menos de 30 años cuenta con casi dos tercios de víctimas. Es decir, un 64% de las personas de hasta 30 años que han participado en el estudio, han sufrido ciberacoso en alguna ocasión.
En la siguiente franja, la que va de 30 a 49 años, cuenta con un 50% de víctimas. Uno de cada dos participantes de esta edad ha sufrido acoso virtual alguna vez. En las personas de 50 años o más, esta cifra desciende hasta el 25%, lo que representa uno de cada cuatro. Uno de los factores implicados puede ser el nivel de actividad y presencia en redes sociales, siendo mayor en los más jóvenes.
Ciberacoso en función del género y la orientación sexual
Si tenemos en cuenta el género en lugar de la edad, los datos de prevalencia del acoso online también resultan interesantes. En líneas generales, no hay una diferencia significativa entre el acoso recibido por hombres (43%) y el recibido por las mujeres (38%). Pero sí que se observan diferencias según el tipo de acoso recibido.
En ese sentido, los hombres reciben más agresiones como amenazas físicas (16% frente al 11%) o son insultados de alguna manera (35% de víctimas hombres por 26% de víctimas mujeres). El tipo de acoso más frecuente en las mujeres es el de tipo sexual, siendo un 16% de ellas víctimas de esa tipología, por un 5% de hombres. El acecho también es superior hacia mujeres (13%) que hacia hombres (9%).
Cruzando los datos de edad y género, se observa que el segmento de población más proclive a ser víctima del acoso en línea es el de las mujeres jóvenes, de menos de 35 años. Un tercio de ese grupo ha sido víctima de esas conductas. Además, las mujeres tienden más a denunciar las conductas de acoso digital que los hombres.
Aunque los hombres, en promedio, reciben un porcentaje ligeramente mayor de agresiones digitales que las mujeres, son ellas las que creen en mayor medida que este es un problema que tendría que atajarse (un 61% frente al 48% de hombres que opinan igual). La percepción del acto de acoso como molesto es el doble de potente en mujeres (34%) que en hombres (14%).
La orientación sexual también influye en la prevalencia del acoso online. Las personas homosexuales o bisexuales reciben significativamente más ciberacoso que las heterosexuales. Del primer grupo, aproximadamente un 70% se declara víctima de este tipo de agresiones, y un 50% sería además víctima de las formas severas de agresión.
En cambio, para la población heterosexual, se ha detectado que las víctimas representan aproximadamente el 40% del total. Si nos centramos solo en las agresiones graves, en cualquiera de las formas que vimos anteriormente, esa cifra se reduciría hasta el 23%.