El ser humano es un mamífero, un animal relacional. Esto implica que, inevitablemente, los vínculos forman parte de nuestra naturaleza. Todas las personas, en mayor o menor medida, formamos parte de una comunidad. De la misma forma, a lo largo de nuestras vidas podemos brindar y necesitar el apoyo de otras personas y no hay nada de malo en ello.
El concepto «red de apoyo» ha cobrado una gran importancia en los últimos tiempos, pero… ¿qué es exactamente? A lo largo de este artículo lo definiremos y veremos qué tipos de apoyo existen. Además, hablaremos sobre la importancia de la red de apoyo emocional y, por último, sobre algunas estrategias que pueden ser útiles para establecer y mantener una.
¿Qué es la red de apoyo emocional?
Podríamos definir la red de apoyo emocional como el conjunto de personas que suponen vínculos nutritivos y de seguridad para una persona. En este sentido, la red de apoyo brinda soporte y ayuda cuando la persona lo necesita en las diversas áreas vitales. Estas relaciones se basan en el cuidado, el respeto, el soporte y el acompañamiento.
Disponer de una red de apoyo emocional contribuye a que la persona se sienta integrada, valorada, cuidada e incluso amada. Tener la certeza de que disponemos de vínculos significativos que nos apoyarán cuando lo necesitemos fomenta el bienestar emocional. No podemos olvidar que somos seres sociales y, en cierta medida, necesitamos de los demás.
Son múltiples las situaciones en las que podemos requerir de ayuda a lo largo de nuestra vida. Por ello, también son diversos los tipos de apoyo que podemos necesitar. A continuación se menciona una de las posibles clasificaciones:
- Apoyo emocional: expresión de afecto, cariño, comprensión, empatía, etc.
- Apoyo instrumental: ayuda tangible, medios materiales, recursos concretos.
- Apoyo informativo: información útil, consejos, orientación, etc.
- Apoyo de valoración: reconocimiento y validación de emociones, vivencias, logros…
Además, se considera que también se pueden clasificar en función de la procedencia del soporte. En este sentido, se exponen dos categorías:
- Redes formales: organizaciones y recursos públicos.
- Redes informales: familia, amistades, grupos de apoyo o recreación, etc.
¿Es realmente importante?
Aunque la respuesta corta sería un rotundo sí, a continuación veremos por qué es tan importante disponer de una red de apoyo emocional. Además de la información expuesta hasta el momento, es cada vez mayor la evidencia científica que avala la importancia del tema.
Por un lado, se sabe que las redes de apoyo social y emocional desempeñan un papel crucial en el bienestar tanto físico como emocional de las personas. Se considera que disponer de vínculos significativos, y que realmente sean positivos para la persona, puede mejorar la calidad de vida y ser un factor protector elemental.
1. Beneficios en la salud física
En relación con el tema de la salud física, las revisiones sistemáticas apuntan que sentirse en disposición de una red de apoyo supone múltiples beneficios. Entre ellos, se destacan la mayor recuperación en caso de enfermedad, una menor predisposición a padecer enfermedades crónicas y una mayor longevidad.
2. Beneficios emocionales
A nivel emocional, sin duda, disponer de vínculos seguros es algo elemental. Los estudios apuntan a una mejor autoestima, la reducción del estrés y la ansiedad y menor sensación de aislamiento y soledad. Además, las personas con una buena red se perciben con más capacidades para hacer frente a situaciones complejas.
3. Beneficios mentales
A nivel cognitivo, aunque todavía son pocos los estudios, se observa una relación que puede tener un impacto positivo. Es decir, se mencionan mejoras en el rendimiento cognitivo de las personas. Y, además, se considera un factor protector para el desarrollo de algunas enfermedades neurodegenerativas y el deterioro cognitivo.
4. Otros beneficios
A nivel individual, se ha observado que los vínculos significativos pueden estar relacionados con la promoción e implantación de hábitos de vida saludables y el autocuidado. Esto, en conjunto con todo lo expuesto, puede llegar a suponer grandes beneficios sociales puesto que hay una mayor resiliencia y menor necesidad de atención sanitaria.
Estrategias para establecer una red y mantenerla
A pesar de los múltiples beneficios que pueden obtenerse a raíz de contar con una red de apoyo emocional, no siempre es fácil sentir que se tiene una. Pueden ser muy diversos los motivos y no podemos dar por hecho que la familia y el círculo de amistades sean esos vínculos seguros. En ocasiones, necesitaremos establecer nuevos vínculos como forma de autocuidado y no hay nada de malo en ello. A continuación mencionamos algunas estrategias que pueden ser de utilidad en este proceso de construcción:
- Analizar los vínculos existentes y valorar si realmente se sienten seguros y nutritivos.
- Mantener, cuidar y fortalecer las relaciones en las que sí hay apoyo.
- Cultivar nuevas relaciones en caso de sentirlo necesario.
- Tener presente la importancia de la reciprocidad en las relaciones.
- Implicarse en proyectos comunitarios (voluntariados, eventos, etc.).
- Trabajar las propias habilidades sociales y emocionales.
- Implicarse en el autoconocimiento y el autocuidado.
- Practicar la atención plena y el agradecimiento.
- Pedir ayuda en caso de que la situación sea abrumadora y desbordante.