John Searle (1932-) es un filósofo estadounidense reconocido por sus aportaciones a la filosofía de la mente y la filosofía del lenguaje. Sus propuestas han tenido repercusiones importantes no solo en dichas áreas, sino también en epistemología, ontología, el estudio social de las instituciones, el razonamiento práctico, la inteligencia artificial, entre muchas otras.
A continuación veremos la biografía de John Searle, así como algunas de sus principales obras y aportaciones a la filosofía.
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John Searle: Biografía de un pionero en la filosofía del lenguaje
John Searle nació en Denver, Colorado, en 1932. Es hijo de un ejecutivo y de una física, con quienes se mudó varias veces hasta instalarse finalmente en el estado de Wisconsin, donde inició su carrera universitaria.
Después de graduarse como doctor en filosofía por la Universidad de Oxford en el año de 1959, Searle se ha dedicado a la docencia en la facultad de filosofía de la Universidad de California en Berkeley.
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La teoría de los actos de habla
Mientras estudiaba en la Universidad de Oxford, John Searle se formó con el filósofo británico John Langshaw Austin, quien había desarrollado la Teoría de los Actos de Habla. Gran parte de la obra de Searle ha constito en retomar y continuar el desarrollo de esta última.
Los actos declarativos y los actos ilocutivos
A través de esta teoría, Austin criticó la tendencia de los filósofos contemporáneos, específicamente los filósofos del positivismo lógico, que proponen que el lenguaje es únicamente descriptivo, es decir, que el único lenguaje posible es aquel que hace declaraciones descriptivas, que pueden ser o no ciertas solo de acuerdo con el contexto.
Según Austin, hay expresiones lingüísticas constatativas (que son las declaraciones descriptivas), pero solo ocupan una pequeña parte de los usos significativos del lenguaje. Más que declaraciones constatativas, para Austin hay enunciados performativos (a los que llamó “actos de habla”). Dichos actos de habla tienen distintos niveles, uno de ellos son los “actos ilocutivos” o “actos ilocucionarios”. Se trata de las declaraciones que tienen funcionalidades y efectos concretos en lo social.
Por ejemplo, las promesas, los pedidos, las solicitudes. Es decir, se trata de enunciados que al nombrarse despliegan acciones, o dicho al revés, se trata de acciones que se realizan solo cuando se nombran.
Las aportaciones de este pensador
John Searle retomó la teoría de los actos de habla, y se ha enfocado específicamente en el análisis de los actos ilocucionarios, en su contenido proposicional y en las reglas que siguen (en las condiciones necesarias para que una declaración tenga efectos performativos).
Según Searle, un acto de habla es una situación que incluye a un hablante, un oyente y una emisión del hablante. Y un acto ilocucionario o ilocutivo es la unidad mínima de la comunicación lingüística. Para el filósofo, la comunicación lingüística incluye actos, y es así porque por sí solos, los ruidos y los signos escritos no establecen comunicación.
Para que la comunicación lingüística se establezca, es condición necesaria que existan ciertas intenciones. Esto último quiere decir que al comunicarnos (al preguntar o al enunciar algo) actuamos, formamos parte de una serie de reglas semánticas.
John Searle elabora esta compleja propuesta a través de describir tanto las reglas semánticas, como los distintos géneros de actos ilocucionarios, sus contenidos proposicionales, las situaciones en las que ocurre el habla, entre otros elementos.
Aportaciones a la filosofía de la mente
En su trayectoria académica e intelectual, John Searle ha relacionado de manera importante el lenguaje con la mente. Para él, los actos de habla están estrechamente relacionados con los estados mentales.
Específicamente se ha interesado por la relación entre intencionalidad y la consciencia. Propone que no todos los estados mentales son intencionales, no obstante, las creencias y los deseos, por ejemplo, tienen una estructura intencional en tanto que están conectados con algo en concreto.
Así mismo, sugiere que la conciencia es un proceso intrínsecamente biológico, con lo cual, no es posible construir una computadora cuyo procesador sea el mismo que el de nuestra consciencia. Sus aportes han sido especialmente importantes para las ciencias cognitivas, la filosofía de la mente y las discusiones sobre la posibilidad de crear Inteligencia Artificial Fuerte (la que no solo imita la mente humana, sino que verdaderamente la reproduzca).
Para poner esto último en cuestión, John Searle ha propuesto un experimento mental conocido como La Habitación China, a partir del cual explica cómo un sistema operativo podría imitar la mente y la conducta humana si se le dan una serie de reglas para ordenar de manera específica una serie de símbolos; sin que necesariamente el sistema operativo esté comprendiendo lo que esos símbolos significan, y sin que esté desarrollando una intencionalidad y una consciencia ante ello.
John Searle ha contribuido de manera importante a la discusión sobre la división y la relación entre la mente y el cuerpo. Para él, estas dos no son sustancias radicalmente diferentes, como lo había asentado Descartes desde el siglo XVII, y tampoco son reducibles una a la otra (por ejemplo, el cerebro no es exactamente lo mismo que la mente), sino que se trata de fenómenos que están intrínsecamente conectados.
Referencias bibliográficas:
- Fotion, N. (2018). John Searle. Encyclopedia Britannica. Recuperado 05 de junio de 2018. Disponible en https://www.britannica.com/biography/John-Searle.
- Valdés, L. (1991) (Ed.). La búsqueda del significado. Lecturas de filosofía del lenguaje. Tecnos: Universidad de Murcia.