La ansiedad es una sensación natural en los seres humanos, y no tiene nada de extraño sentirla en determinadas situaciones de nuestra vida. Los momentos incómodos, de estrés o frustración, por lo general, también se encuentran acompañados por la sensación de ansiedad. Sin embargo, hay casos extremos en los que la ansiedad daña demasiado nuestra calidad de vida.
En este artículo examinaremos cómo ayudar a una persona con Trastorno de Ansiedad Generalizada (amigos, familiares, la pareja, etc.) mediante un listado de consejos prácticos que podemos aplicar en nuestra cotidianidad, ademas damos un repaso al concepto de este trastorno.
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¿Qué es el TAG?
Para comprender cómo ayudar a una persona con Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) lo mejor es entender de qué se trata exactamente esta alteración psicológica.
En resumidas cuentas, se trata de un estado persistente de angustia causado por la ansiedad, que afecta a la persona de manera constante (durante varios meses) e intensa, y que por lo general no tiene motivos lógicos.
Las personas que presenta esta patología manifiestan un patrón de pensamiento acelerado y con tendencia catastrófica, pesimista. Esto quiere decir que imaginan que las cosas siempre les van a salir mal, incluso antes de haber comenzado a realizarlas. Es precisamente esta manera negativa de anticiparse siempre a las situaciones lo que genera el malestar constante, que afecta al sujeto en varias áreas de su vida cotidiana (personal, familiar, laboral).
Cuando el sujeto se muestra ansioso con frecuencia, y además con un grado elevado de intensidad, podemos estar ante este trastorno. Sin embargo, el diagnóstico solo puede ser realizado por profesionales de la salud mental.
Las causas de esta patología pueden ser de carácter biológico (química cerebral) o ambiental (factores sociales), si bien normalmente ambas juegan un papel importante. Lo ideal es realizar evaluaciones tanto neurológicas como psicológicas para establecer claramente el origen de la ansiedad.
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Síntomas de este trastorno
Lo síntomas de este trastorno resultan variados según sean las causas y la etapa del desarrollo evolutivo en la que se encuentre la persona; no es igual presentar ansiedad generalizada en la adolescencia que en la edad adulta.
Durante las etapas jóvenes del desarrollo, la sintomatología puede tornarse más aguda. Los adultos, por lo general, consiguen autorregularse ellos mismos. Sin embargo, es recomendable que se busque ayuda profesional sin importar cuál sea la edad de la persona.
Veamos más detalladamente cuáles son algunos de estos síntomas, los más comunes:
- Angustia o preocupación constante por motivos triviales, a veces sin motivo aparente.
- Exceso de pensamiento ante cualquier circunstancia, determinando siempre una conclusión negativa.
- Tener la impresión de que se está constantemente bajo amenaza, aun cuando no existan evidencias de ello.
- Complicaciones para afrontar situaciones difíciles o incómodas.
- Falta de seguridad en sí mismo, conflictos al tomar decisiones.
- Imposibilidad para abandonar un pensamiento angustiante.
- Dificultades para relajarse, debido a una constante sensación de estar al límite ante los acontecimientos.
- Problemas para mantener la concentración debido a los pensamientos intrusivos.
¿Cómo ayudar a alguien con Trastorno de Ansiedad Generalizada?
Ahora veremos algunas formas en las que podríamos brindarles la ayuda y el acompañamiento a las personas con Trastorno de Ansiedad Generalizada.
1. Demuestra apoyo constante
Es importante que el apoyo que les demos a las personas con este trastorno sea constante. Son sujetos ansiosos, y el hecho de que nuestra ayuda sea intermitente les afectaría aún más en cuanto a los pensamientos negativos que presentan.
Lo ideal es hacer un plan estructurado de apoyo, donde establezcamos horas y fechas en las que podemos asistir al sujeto, de manera que evitemos incumplir con alguna cita o compromiso que hayamos hecho con esta persona.
2. Infórmate sobre el trastorno
Cuanta más información tengamos en lo referente a este trastorno, más claro tendremos el panorama para brindar apoyo a las personas que lo necesitan. Si somos capaces de entender por qué se comportan de la manera en que lo hacen, podremos ser más empáticos y menos críticos respecto a su conducta.
3. Acompaña durante la terapia
La terapia es un factor indispensable para que este trastorno pueda ser gestionado correctamente. Es importante que le hagamos entender a la persona que requiere del tratamiento por parte de un especialista. El hecho de que acompañemos al sujeto a terapia generará una sensación de seguridad que facilitará que no se abandone la terapia, al menos al comienzo.
4. Desahógate con alguien más
Por lo general, el hecho de brindar ayuda a las personas con algún trastorno resulta agotador para quienes se toman el trabajo de hacerlo. Es importante que quienes apoyan a otros de esta manera también se tomen tiempo para ellos y tengan con quien comentar sus experiencias y puedan expresar cómo se sienten.
5. Genera un ambiente entretenido
Los sujetos con Trastorno de Ansiedad Generalizada viven bajo una constante sensación de angustia. Una manera de aliviar este malestar es generar un ambiente donde las preocupaciones se disipen y exista oportunidad de reírse de las cosas cotidianas.
Restarle seriedad a los problemas ayuda a doptar una posición más neutral y poco propensa a los pensamientos catastróficos. De esta manera, le demostramos a esa persona que no todo es tan malo como piensa.
6. Incentiva sus relaciones sociales
Es bastante común que las personas con el Trastorno de Ansiedad Generalizada se sientan inseguras al relacionarse con los demás, por temor a que las cosas no vayan bien, y esto ocasiona que se limiten o priven por completo de iniciar vínculos sociales con los demás.
Es importante promover la sociabilidad en ellos, demostrando que las relaciones interpersonales, por más complicadas que puedan parecer, son necesarias y pueden ayudar mucho a mejorar la calidad de vida. Eso sí, no hay que forzar ni adoptar una actitud antagonista, porque eso generará más ansiedad; solo hay que facilitar que los diálogos y las interacciones sociales ocurran, dar la oportunidad desocializar, teniendo la persona con TAG la última palabra.
7. Ayúdale a organizarse
Un factor que ayuda en gran medida a disminuir los niveles de ansiedad en las personas es tener cierto grado de control sobre sus actividades. Brindarles a las personas con ansiedad generalizada las herramientas necesarias para que puedan ser organizados es de mucha ayuda para ellas.
Por ejemplo, puedes ayudarle cuando diseñe su horario, animándole a imprimirlo y colgarlo en lugares de su casa que vaya a ver con frecuencia, y haciendo que la hora a las que irse a dormir sea siempre la misma. Mantener la constancia en los momentos del día que dedicará al sueño le ayudará a mitigar los problemas de ansiedad, y además, las tablas de horario hacen posible tener clara la secuencia de acciones a realizar en cada momento, algo que ayuda a centrarse y a desprenderse de la rumiación psicológica.
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