En nuestro cuerpo, el cerebro es el órgano rey. Se trata de una estructura fundamental que permite nuestra supervivencia y que regula y coordina procesos tan vitales y como la respiración y la frecuencia cardíaca, tan fundamentales como la percepción o el movimiento o tan complejos como el raciocinio, el aprendizaje, la emoción y las habilidades ejecutivas. La salud de este órgano es fundamental para nosotros.
Sin embargo, existen múltiples afecciones que pueden afectarlo y dañarlo, con graves consecuencias para la supervivencia y la adaptación al medio. En este artículo vamos a hablar de algunas de dichas afecciones, las enfermedades del cerebro.
Las enfermedades del cerebro
Existen una gran cantidad de factores que pueden alterar la morfología y funcionamiento del cerebro humano a lo largo del ciclo vital. A grandes rasgos, podemos clasificar las enfermedades del cerebro en diferentes categorías, en función de su causa.
1. Enfermedades y alteraciones genéticas
Algunos trastornos y enfermedades cerebrales son causadas por factores genéticos que alteran el funcionamiento y morfología de este órgano. Determinadas mutaciones en algún gen generan un funcionamiento anómalo del organismo, afectando en este caso al cerebro de determinadas maneras. Este tipo de enfermedades del cerebro suelen manifestarse en etapas tempranas del desarrollo sea durante el desarrollo fetal o durante la infancia del individuo, si bien en algunos casos los síntomas pueden aparecer en la edad adulta.
En este sentido podemos encontrar alteraciones como el síndrome de X frágil, el síndrome de Down o alteraciones de la migración neuronal que pueden terminar generando trastornos mentales importantes.
Otro trastorno genético lo encontramos en la corea de Huntington, enfermedad genética y neurodegenerativa caracterizada por la presencia de movimientos no voluntarios en forma de giros y torsiones y por cambios de personalidad y la progresiva pérdida de funciones ejecutivas.
2. Enfermedades metabólicas
La existencia de enfermedades metabólicas pueden provocar graves daños en el cerebro si no son tratadas, al privar al encéfalo de elementos necesarios para su desarrollo.
Un ejemplo de este tipo de enfermedades cerebrales lo encontramos en la fenilcetonuria, la cual es un trastorno metabólico que provoca la ausencia de la enzima fenilalanina hidroxilasa que a su vez impide que se metabolice la tirosina a partir de la fenilalanina, haciendo que este se acumule de manera tóxica para el sistema nervioso. También la diabetes puede provocar problemas a nivel cerebral, al precisar el cerebro de glucosa para su correcto funcionamiento.
3. Enfermedades y accidentes cerebrovasculares
La red de vasos sanguíneos que irriga el cerebro y le aporta el oxígeno y los nutrientes necesarios para su supervivencia es otro de los elementos que puede ser alterado por diferentes enfermedades. Su mal funcionamiento puede provocar la muerte de áreas cerebrales más o menos grandes según el tipo de vasos afectados y su localización, sea por anoxia o por asfixia producida por derrames.
Si bien no son propiamente enfermedades sino más bien el resultado de éstas, los accidentes cerebrovasculares son de hecho una de las causas de muerte más comunes, estemos hablando de un ictus o un derrame cerebral.
Trastornos como las angiopatías, la presencia de aneurismas o incluso alteraciones metabólicas como la diabetes pueden provocar el debilitamiento o la excesiva rigidez de los vasos, que pueden romperse o taponarse.
4. Enfermedades cerebrales producidas por una infección
La presencia de infecciones en el cerebro pueden causar que este deje de funcionar correctamente debido a que se inflame y se vea comprimido contra el cráneo, deje de recibir las sustancias que precisa para sobrevivir, que aumente la presión intracraneal o bien que se vea afectado por sustancias nocivas que alteren su funcionamiento o produzcan muerte neuronal.
Uno de los trastornos más conocidos es la encefalitis o inflamación del encéfalo, en la que éste se inflama y se producen síntomas como fiebre, irritabilidad, malestar, cansancio, debilidad, convulsiones o incluso la muerte. Otro problema semejante es la meningitis o inflamación de las meninges que rodean al encéfalo.
Al margen de ello, algunos virus, como el de la rabia, o la invasión de algunos parásitos también pueden generar enfermedades severas. Otras infecciones que pueden alterar el funcionamiento del cerebro son la infección por sífilis o por VIH.
Existen también enfermedades como la de Creutzfeldt-Jakob o enfermedad por priones, que surge por una infección causada por priones o proteínas sin ácido nucleico y que provocan demencia.
5. Tumores cerebrales
Podemos considerar como tumor a aquel crecimiento incontrolado y expansivo de los tejidos de alguna parte del organismo, los cuales pueden ser benignos o malignos y causar una gran variedad de síntomas en función de la zona afectada. Pero aún si no estamos ante un cáncer, un tumor cerebral puede suponer un grave riesgo para la supervivencia, pues provoca la compresión del cerebro contra el cráneo.
Existen una gran cantidad de tumores cerebrales según el tipo de célula de la cual surja el tumor y de su grado de malignidad, como por ejemplo los astrocitomas, los oligoastrocitomas, los ependimomas o los glioblastomas.
7. Enfermedades neurodegenerativas
Muchas de las enfermedades anteriores pueden solucionarse con el debido tratamiento o bien provocan una alteración que si bien puede o no limitar el resto de la vida y la evolución del paciente, mantiene unos efectos concretos que no evolucionan a peor. Sin embargo existen múltiples enfermedades que provocan un progresivo deterioro y muerte neuronal, con lo que el individuo va perdiendo capacidades poco a poco hasta su deceso. Se trata de las enfermedades neurodegenerativas.
Dentro de este tipo de enfermedades las más conocidas son las que se engloban dentro del conjunto de las demencias, como el Alzheimer, o enfermedades que las provocan como el Parkinson, o las anteriormente citadas corea de Huntington y enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
Al margen de éstas también pueden observarse otras enfermedades como la esclerosis múltiple y la lateral amiotrófica, si bien estas no afectan solo al cerebro sino también el conjunto del sistema nervioso.
8. Traumatismos
Si bien los traumatismos craneoencefálicos no son una enfermedad cerebral en sí, pueden causarla con extrema facilidad tanto por las consecuencias del golpe en cuestión como por el contragolpe de la parte opuesta del cerebro al rebotar contra el cráneo.
Se pueden generar derrames cerebrales con gran facilidad, así como infecciones y otros tipos de daños. Por ejemplo, pueden romperse las conexiones nerviosas del cuerpo calloso entre los dos hemisferios cerebrales, o producirse daños cerebrales difusos. También se puede generar la hipersensibilización de algunos grupos de neuronas y generar epilepsia.
9. Enfermedades producidas por el consumo de sustancias
Otras enfermedades del cerebro pueden provenir del consumo abusivo o de la abstinencia de ciertas sustancias, las cuales alteran el funcionamiento habitual del cerebro o destruyen neuronas de determinadas partes del organismo. Es lo que ocurre por ejemplo con el alcohol o determinadas drogas como la cocaína o la heroína.
Por ejemplo. podemos observar trastornos como el delirium tremens o el síndrome de Wernicke-Korsakoff (la cual empieza en primer lugar por una encefalopatía en la que el sujeto tiene alteraciones de conciencia, alucinaciones, temblores para a continuación pasar al síndrome de Korsakoff en la que el paciente presenta amnesia retrógrada y anterógrada entre otras alteraciones cognitivas).
Al margen del consumo y la adicción a estas sustancias, también podemos encontrar otros tipos de trastornos como los producidos por intoxicaciones alimentarias o el envenenamiento por plomo.
10. Malformaciones
La presencia de malformaciones congénitas o adquiridas en el cerebro o en el cráneo pueden suponer alteraciones severas del funcionamiento cerebral, especialmente cuando se dan durante la etapa de crecimiento al dificultar el desarrollo normativo del encéfalo.
Algunos ejemplos que destacan dentro de este tipo de enfermedades del cerebro son la hidrocefalia, la anencefalia, la microcefalia o la enfermedad de Crouzon.
11. Epilepsia
La epilepsia es una enfermedad cerebral que se produce debido a un funcionamiento desequilibrado de grupos neuronales, los cuales se encuentran hipersensibilizados y reaccionan de manera anómala a la estimulación.
Ello provoca que el sujeto manifieste alteraciones como crisis comiciales, pérdida de conciencia repentina, malestar, dificultades de memoria, anomia o alteraciones en las funciones ejecutivas.
Este trastorno puede causarse por una gran cantidad de trastornos y accidentes, tales como traumatismos, encefalitis, derrames cerebrales, tumores o malformaciones. Sin embargo en algunos casos no es posible determinar la causa de las crisis.
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12. Síndrome de desconexión
Otro trastorno cerebral de gran peligrosidad es el síndrome de desconexión, en el que una parte del cerebro pierde la conexión con otra u otras de manera que la información nerviosa no se puede integrar de manera eficiente. Uno de los más conocidos es el síndrome de desconexión callosa, en el que por algún motivo el cuerpo calloso sufre algún tipo de seccionamiento o derrame que impide que la información de un hemisferio se coordine y viaje hacia el otro.