La somniloquia es un trastorno que ocurre cuando una persona, estando dormida, habla, ya sea con o sin sentido.
Este problema, habitualmente no muy grave, puede ser una molestia para la persona quien tenga que escuchar los discursos poco trascendentales de quien se está echando una cabezadita.
Es por este motivo que, si bien algunas personas no consideran que esto sea un problema significativo, hay quienes se preguntan si es posible curar la somniloquia. Existen varias formas de hacerlo, las cuales dependen del factor detrás del caso concreto que viva la persona. Descubrámoslas.
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Somniloquia: ¿qué es?
Antes de entrar con más detalle sobre como curar la somniloquia, se hace necesario explicar brevemente qué es. Se trata de un trastorno del sueño en el que la persona quien lo sufre habla inconscientemente mientras duerme. No se saben cuáles son las causas a nivel cerebral que hacen que ocurra esto. Generalmente, este trastorno no requiere tratamiento, a no ser que repercuta gravemente en el bienestar de la persona y su entorno más cercano.
Factores que influyen en su aparición
Se han planteado varios factores que pueden explicar que una persona acabe hablando mientras duerme, aunque, como ya se ha dicho previamente, no se tiene clara cuál podría ser la causa de ello.
- Consumo de alcohol y abuso de sustancias.
- Consumo de medicamentos (somniloquia como efecto secundario).
- Mareos.
- Fiebre.
- Estrés elevado y presencia de trastorno de ansiedad.
- Trastornos del sueño: apnea del sueño, sonambulismo y terrores nocturnos.
- Privación del sueño.
- Trastornos mentales graves.
¿Cómo curar la somniloquia?
En la actualidad no se posee un tratamiento específico para tratar la somniloquia, dado que, en la mayoría de los casos, no se trata de algo especialmente preocupante. Sin embargo, sí que se ha tratado reducir las veces que se habla por la noche y evitar que pueda transformarse en algo grave a largo plazo. Para ello, se pone especial hincapié en la calidad del sueño y en el lugar en donde se duerme, aunque son bastantes más las estrategias que se pueden seguir para reducir los episodios de somniloquia.
1. Dormir lo necesario
La recomendación más extendida es la de dormir entre 6 y 8 horas, que es lo que se considera necesario para que el organismo se recupere tras una dura jornada.
Dormir de forma irregular, es decir, unos días 8 horas y otros 5, hará que el organismo tenga dificultades para lograr un sueño profundo, lo cual es un factor de riesgo para que se hable mientras se está dormido.
Para facilitar el sueño se puede leer un libro antes de irse a dormir y evitar pantallas como las del móvil, la televisión y el ordenador.
2. Acostarse a la misma hora
Dormir 8 horas está muy bien, pero puede ser un hábito difícil de adquirir si nunca se va a la cama a la misma hora.
Se debe intentar dormir a la misma hora, dado que, de lo contrario, es menos probable conseguir un sueño profundo, además que será mucho más difícil tratar de seguir el primer consejo en este artículo recomendado.
El cuerpo funciona con patrones, regulando ciclos hormonales y conductas. La hora a la que se va a dormir, la que se despierta y todo el tiempo que se ha estado dormido son aspectos que garantizan el tener un correcto patrón de sueño.
3. Hacer ejercicio diariamente
Hacer ejercicio diariamente es también otro de los típicos consejos que se dan para tener una buena vida, y, aunque no lo parezca, influye positivamente en lo de hablar mientras se duerme.
Aunque sea solamente caminar 20 minutos cada día, el hacer actividad física moderada ayuda a regular el cuerpo y a mente. El ejercicio gasta reservas de energía, haciendo que se sea más fácil entrar en sueño profundo durante la noche.
Pero lo de ‘diariamente’ se dice en el doble sentido, es decir, hacerlo cada día y durante el día. No se recomienda hacer ejercicio inmediatamente antes de acostarse.
El sistema cardiovascular se activa cuando se hace una actividad física, lo cual hace que se esté más despierto y, en caso de irse a dormir inmediatamente después de hacerla, se padecerá insomnio.
4. Manejar el estrés
El estrés agrava la somniloquia, especialmente por el hecho de que impide tener un sueño más profundo y se es más susceptible de hablar en sueños.
Si se está en tensión se va a tener un muy mal sueño, y por ese motivo es muy importante aprender a manejar el estrés. Para ello se puede practicar yoga, ejercicios de relajación, meditar, ir a terapia psicológica...
5. Entorno cómodo
El entorno influye mucho en la calidad del sueño. Crear un ambiente en el que se esté cómodo ayuda a relajarse más fácilmente, aunque esto no tiene por qué ser siempre fácil.
A veces se vive en lugares que son naturalmente ruidosos. Para ello se puede comprar una máquina de ruido blanco o comprar tapones para los oídos.
También puede ser que el problema sea la luz. Hay quienes necesitan oscuridad absoluta, mientras que otros necesitan un poco de luz para dormir a pierna suelta. Los primeros pueden comprarse un antifaz y los segundos una lámpara LED con tenue luz.
La cama debe ser los más cómoda posible. Si el colchón está desgastado, hay que cambiarlo. Las almohadas deben ser un buen apoyo para la cabeza y no dejar el cuello tenso y contracturado.
6. Evitar el consumo de alcohol
El alcohol es siempre algo malo, se diga lo que se diga. Pero es especialmente malo cuando se consume inmediatamente antes de irse a dormir, dado que dificulta el conciliar un sueño profundo, incrementando el riesgo de sufrir somniloquia.
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7. Evitar el consumo de cafeína
La cafeína es una sustancia estimulante, utilizada desde siempre para despertarse. En base a eso queda claro que consumir bebidas como el té o el café, que contienen este psicoestimulante, a pocas horas antes de irse a dormir no es buena idea.
A partir de las 18h no se recomienda consumir esa tan deseada taza de café, dado que contribuye a que o bien se tenga insomnio o no se logre tener un sueño profundo, siendo esto último un factor influyente en el hablar mientras se duerme.
8. Exponerse a luz natural
La luz natural, es decir, regula los ciclos circadianos. Exponerse a esta luz durante unas ocho horas, aunque sea de forma indirecta ayuda al cerebro a asociar la luz con tener que estar despierto, mientras que, al caer la noche, asociará la oscuridad con el irse a dormir.
Tras llevar unas cuantas semanas recibiendo luz durante el día es posible que se sienta uno más activo durante las horas de sol mientras que llegada la noche se pasará al modo descanso.
9. No comer demasiado antes de irse a dormir
Comer demasiado antes de irse a dormir, especialmente cenas muy pesadas, son fatales a la hora de dormir. Si se come en las 4 horas antes de irse a dormir y lo comido es muy grasiento, la digestión, que ocurrirá mientras se intente dormir, se volverá muy difícil.
Como se estará teniendo dificultades para diferir la comida, el cuerpo no tendrá un descanso reparador, lo cual es otro factor que puede influir en el hablar mientras se duerme.
10. Mantener una actitud positiva
Aunque por raro que parezca, el mantener una actitud positiva es clave en el poder disfrutar de una vida plena, y dormir bien no es una excepción.
Cuando se tiene una actitud negativa se atrae, como si de un imán se tratara, malos pensamientos, acompañados de ansiedad y preocupaciones que, cómo no, vienen cuando se trata de conciliar el sueño.
Además de dormirse más tarde pese llevar tiempo acostados, las preocupaciones ponen en tensión el cuerpo, haciendo que no se duerma profundamente y se hable mientras duerme.
¿Cuándo es necesario ir a un profesional?
Como ya íbamos diciendo, la somniloquia no es una condición médica por la que se deba tener especial preocupación. El nivel de intromisión en la vida diaria es más bien bajo, aunque sí que los problemas que están detrás de ella, como son unos altos niveles de ansiedad y malos hábitos, requieran ser intervenidos.
Si la calidad del sueño es extremadamente mala y no hay forma de conseguir por uno mismo mejorarla, es necesario ir a un profesional, sea psicólogo, psiquiatra o médico, para abordarlo terapéuticamente.
Esto es especialmente importante dado que, a la larga, si no se encuentra una solución para una falta de sueño profundo pueden desarrollarse trastornos del sueño más graves e, incluso, trastornos mentales como la depresión.
A la hora de ir a ver a un profesional, es muy importante hacer una recopilación de posibles factores que expliquen el caso en particular y, así, poder curar la somniloquia más fácilmente. Normalmente, se miran los siguientes aspectos:
1. Inicio del problema
Para saber cuándo empezó el episodio de somniloquia habitualmente se recurre a familiares y personas cercanas que hayan visto al paciente hablar mientras dormía.
Si el episodio coincide con algún suceso importante en la vida de la persona, como puede ser la pérdida de un familiar u otro acontecimiento estresante, es posible iniciar un abordaje psicológico del problema detrás de la somniloquia.
2. Consumo de medicamentos
Algunos episodios de somniloquia son un efecto secundario del consumo de ciertos medicamentos. Es por ello que es importante tener presente qué fármacos, con y sin receta, se están consumiendo o se han consumido en las últimas semanas.
Independientemente de si se averigua o no cuál es el fármaco que podría estar detrás de la somniloquia, no se debe dejar de tomar aquellos que, por cualquier motivo, se estén consumiendo sin antes consultar al profesional.
3. Examinar salud física y mental
Hablar dormido, en sí, no es un grave problema, pero lo que puede estar detrás sí. Podría ser signo de enfermedad física o trastorno mental, los cuales requieren de intervención.
Acudir al profesional para abordar estos problemas subyacentes debe ser prioritario, dado que no únicamente se puede mejorar la somniloquia como síntoma asociado a los mismos, sino también otros muchos aspectos de la vida de la persona e incrementar su bienestar. Por ejemplo, la fiebre se relaciona con hablar dormido, especialmente en forma de delirios. Este problema, una vez tratado farmacológicamente y curado, deja de causar que se hable en sueño.
Por otra parte, trastornos psicológicos como la depresión y los trastornos de ansiedad también están relacionados con la somniloquia.
Referencias bibliográficas:
- American Academy of Sleep Medicine (2014) International classification of sleep disorders, 3rd edn. American Academy of Sleep Medicine, Darien
- Inman, D. J., Silver, S. M., & Doghramji, K. (1990). Sleep disturbance in post-traumatic stress disorder: A comparison with non-PTSD insomnia. Journal of Traumatic Stress, 3(3), 429‑437.
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