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Descubren dos tipos de células nerviosas vinculadas a la depresión

Dos clases de células del cerebro se asocian al trastorno depresivo, según un estudio.

Descubren dos tipos de células nerviosas vinculadas a la depresión
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La depresión es un trastorno mental que tiene un fuerte impacto en las diferentes áreas de la vida de las personas que la sufren. Por ello, ha sido —y sigue siendo— objeto de estudio a lo largo de las últimas décadas. Cuánto más se conoce sobre esta patología, mejor pueden acompañar los profesionales.

Durante mucho tiempo se ha considerado que la depresión se produce por alteraciones químicas en el cerebro, principalmente por desequilibrios en ciertos neurotransmisores como la serotonina y la dopamina. Sin embargo, gracias a los avances científicos actuales, hoy sabemos que la realidad es algo más compleja.

Un nuevo estudio publicado en la revista Nature Genetics ha logrado identificar qué células cerebrales muestran alteraciones en personas con depresión. Estos hallazgos aportan información realmente interesante e importante puesto que permiten comprender mejor las causas de la enfermedad y plantear posibles nuevos tratamientos. Te lo explicamos todo en este artículo.

Un cambio de enfoque que aporta nueva información

Según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión es una patología mental que afecta al 5,7% de los adultos a nivel mundial. Estas cifras son alarmantes, sobre todo teniendo en cuenta que una de las preincuoales causas de discapacidad a nivel mundial y que el trastorno depresivo puede llevar al suicido.

Las personas que padecen un trastorno depresivo experimentan síntomas como tristeza extrema o la pérdida de placer e interés por actividades que antes disfrutaban durante largos periodos de tiempo. Suele tener un impacto negativo en casi todas las áreas de la vida de una persona (relaciones interpersonales, ámbito laboral, ocio, descanso y alimentación, etc.).

La mayoría de los estudios que se han realizado hasta el momento tendían a centrarse en los niveles de neurotransmisores —como la serotonina y la dopamina—, los factores psicológicos individuales y los aspectos ambientales que pudieran estar influyendo.

Sin embargo, un nuevo estudio, realizado por científicos de la Universidad McGill y del Instituto Douglas en Canadá, ha cambiado la perspectiva. Los investigadores han podido identificar qué tipos específicos de neuronas se ven afectados por la depresión.

¿Cómo se realizó el estudio?

El equipo de investigadores llevó a cabo este análisis mediante el mapeo de la actividad genética junto con los mecanismos que regulan el código genético utilizando tejido cerebral post-mortem de personas con depresión. Se analizó el tejido de 59 personas con depresión y 41 sin el diagnóstico.

Es decir, para entender qué ocurre dentro del cerebro de las personas con depresión, los científicos recurrieron a una estrategia innovadora: analizar el ADN y la actividad genética de cada célula individual.

Tradicionalmente, los estudios cerebrales se realizaban tomando una muestra del tejido cerebral y examinándola en conjunto. Esto permitía obtener una “medida general” del funcionamiento cerebral.

Con esta nueva técnica, pudieron examinar el ARN y el ADN de miles de neuronas individuales. De esta forma, pudieron comprender mejor cuáles de ellas se comportan de forma diferente en personas con depresión y qué secuencias de ADN podrían explicar las variaciones.

Las protagonistas: neuronas y microglías

Los resultados mostraron que las células más afectadas fueron, por un lado, un subtipo de neuronas excitadoras y, por otro lado, un tipo de células inmunitarias del cerebro: microglía.

Las neuronas excitatorias se encargan de emitir señales eléctricas y químicas que permiten que otras neuronas se activen. Además, también se relacionan con la regulación del estado de ánimo y del estrés. En el estudio se observó que las de las capas más profundas de la corteza prefrontal mostraban patrones de accesibilidad al ADN alterados.

Estas neuronas presentaban una mayor actividad en regiones del genoma relacionadas con la respuesta al estrés y la plasticidad sináptica. Además, contenían variantes genéricas de riesgo. Esto quiere decir que parece que el ADN de estas neuronas las hace más sensibles al estrés y esto podría ser un factor de vulnerabilidad para la depresión.

Por otro lado, se observó que en las personas con depresión las microglías —que actúan como el sistema inmunitario del cerebro— los genes implicados en la regulación de la inflamación y la reparación neuronal también se expresaban de forma diferente a como lo hacen en personas sin depresión. El mal funcionamiento de las microglías podría también afectar al estado de ánimo y la motivación.

¿Cómo nos ayuda esto a entender la depresión?

Una de las aportaciones clave de este estudio es la vinculación entre las variantes genéricas que se han observado que conllevan un mayor riesgo para desarrollar depresión y las regiones de ADN en estos tipos de células. Esto permite comprender que muchos de los genes asociados a la depresión no están alterados en todo el cerebro, sino en células específicas.

Este estudio permite ver la depresión desde una perspectiva integradora en la que intervienen muchos factores distintos que están conectados entre ellos. La genética puede predisponer a ciertas células a reaccionar de forma más intensa ante el estrés o la inflamación y esto aumenta la vulnerabilidad.

Tener esto en cuenta es clave puesto que factores que causan estrés crónico, los traumas o la historia individual de cada persona pueden alterar la expresión genética de las células interfiriendo en sus funciones.

Nuevas vías terapéuticas

Este estudio resulta muy interesante también en cuanto a las posibles implicaciones prácticas que pueden tener estos descubrimientos. Cuánto más específicos son los conocimientos, más se pueden ajustar los tratamientos y las intervenciones.

Es decir, este tipo de estudios y aportaciones abren la puerta a nuevas terapias que contemplen, por ejemplo, la epigenética —estudio de los cambios que se producen en la función de los genes sin alterar la secuencia del ADN—.

Además, es muy probable que estos resultados sirvan también para continuar analizando y estudiando formas de utilizar esta información para desarrollar biomarcadores. Esto permitiría que los diagnósticos se produjeran de forma temprana y, de esta forma, la intervención podría ser también más personalizada.

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  • Chawla, A., Cakmakci, D., Fiori, L. M., et al. (2025). Single-nucleus chromatin accessibility profiling identifies cell types and functional variants contributing to major depression. Nature Genetics, 57, 1890–1904.

Al citar, reconoces el trabajo original, evitas problemas de plagio y permites a tus lectores acceder a las fuentes originales para obtener más información o verificar datos. Asegúrate siempre de dar crédito a los autores y de citar de forma adecuada.

Nerea Moreno. (2025, octubre 20). Descubren dos tipos de células nerviosas vinculadas a la depresión. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/clinica/descubren-dos-tipos-celulas-nerviosas-vinculadas-depresion

Psicóloga

Nerea Moreno es graduada en psicología, con mención en psicología clínica, por la Universidad de Barcelona. Cursó el Máster en Psicología General Sanitaria con la Universidad Autónoma de Barcelona. Posteriormente, se formó como experta en psicología de las emergencias y catástrofes. Tanto esta formación como la experiencia laboral en el campo, supusieron para Nerea el descubrimiento de un nuevo mundo: el trauma. Desde entonces, trabaja desde un enfoque integrador y no ha parado de formarse en trauma, sistema nervioso, apego, duelo y emociones.

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