Los trastornos del estado del ánimo están entre las psicopatologías más extendidas entre la población, y entre ellos, hay dos alteraciones especialmente frecuentes: la depresión mayor, y el trastorno bipolar.
Aunque ambos presentan muchas similitudes y podría decirse que comparten parentesco según los manuales diagnósticos, es importante conocer sus particularidades y saber distinguir entre las dos alteraciones psicológicas, sobre todo teniendo en cuenta que la bipolaridad tiene una fase en la que la persona sufre un estado depresivo, aunque no llega a ser exactamente igual que la depresión “convencional”. Por eso, en este artículo daremos un repaso a las diferencias que hay entre la depresión mayor y el episodio depresivo del trastorno bipolar, de modo que no confundas ambas cosas.
¿Cómo distinguir entre depresión y el episodio depresivo en el trastorno bipolar?
Para empezar, veamos cuáles son las características, los efectos y síntomas de estas dos psicopatologías.
La depresión mayor, también llamada depresión clínica o depresión unipolar para distinguirla de la del trastorno bipolar, es posiblemente el trastorno del estado de ánimo más común; sus síntomas más notables son la anhedonia (incapacidad de experimentar plenamente el placer o el buen humor), la distimia (falta de motivación ante cualquier actividad, incluso las aficiones que la persona solía disfrutar), el aplanamiento afectivo, la sensación de fatiga casi constante y necesidad de descansar más, la desesperanza, los ataques de llanto difícil de controlar y sin causa aparente, las alteraciones del sueño, y la ideación suicida, aunque no tienen por qué darse todos en la misma persona.
Además, la depresión unipolar tiende a durar una media de 6 meses, aunque las recaídas son frecuentes, y puede resurgir tras varios meses o años desde la desaparición de los síntomas.
Por otro lado, el trastorno bipolar es otro trastorno del estado de ánimo en el que se van alternando fases de estado depresivo, con otras de estado de hiperactivación psicológica asociada a la euforia y la motivación por hacer muchas cosas, incluso si es poco razonable involucrarse en esas actividades. Cuando esto último resulta tan dañino que supone un problema de salud mental, estamos ante un episodio de lo que suele llamarse manía; cuando ese estado de alta actividad psicológica no llega a dar problemas tan significativos, estamos ante un episodio de hipomanía. El trastorno bipolar en el que hay episodios de manía es de tipo I, y si ocurren episodios de hipomanía, es de tipo II.
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Principales diferencias entre depresión mayor y episodio depresivo de la bipolaridad
A la hora de distinguir entre depresión unipolar y el episodio depresivo del trastorno bipolar, cabe tener en cuenta que, según los manuales diagnósticos, los síntomas son los mismos en ambos casos, aunque en el caso de la bipolaridad también hay que considerar los síntomas de las semanas o meses en las que la persona experimenta manía o hipomanía. Ahora bien, en la práctica, hay algunos matices y diferencias sutiles que permiten distinguir entre la depresión clínica y el episodio depresivo de la bipolaridad. Veámos cuáles son.
1. La bipolaridad genera caídas en un estado depresivo con mayor frecuencia
El trastorno bipolar está caracterizado por la alternancia de estados afectivos, el tránsito más o menos rápido entre la manía o la hipomanía, por un lado, y la depresión, por el otro. Y aunque por lo general los episodios depresivos suelen durar más del doble que los de mayor actividad nerviosa, sin tratamiento, normalmente llegan a su fin un poco antes que la depresión mayor, que tiene una gran capacidad para instalarse en el día a día de la persona durante más de un año. Ahora bien, aunque es un poco más fugaz, el episodio depresivo de la bipolaridad también tiende a aparecer con mayor frecuencia en aquellas personas que han desarrollado este trastorno.
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2. El episodio depresivo responde de un modo más impredecible a la medicación
Los psicofármacos de tipo antidepresivo acostumbran a ser de gran ayuda en el tratamiento de la depresión mayor; sin embargo, suelen ar más problemas para tratar a quienes están en la fase depresiva del trastorno bipolar, porque o no funcionan, o dan lugar a un episodio de manía con gran rapidez, generando un efecto excesivo en poco tiempo.
3. La depresión mayor se asocia más al aplanamiento afectivo y a la pasividad
En el trastorno bipolar, los episodios depresivos están más asociados a los síntomas atípicos que aparentemente son contrarios con el decaimiento; por ejemplo, estas personas suelen ser más irritables y con mayor facilidad para mostrarse hostiles en comparación a las que han desarrollado depresión mayor, y son más activas, con una mayor tendencia a sentir hambre con frecuencia. Ahora bien, eso no significa necesariamente que se sientan mejor.
4. Las personas con depresión tienden a dormir algo menos
Aunque tal y como hemos visto quienes están en el episodio depresivo del trastorno bipolar tienen una mayor predisposición a ser más activas que las que sufren depresión unipolar, también tienen una mayor tendencia a dormir mucho más de lo habitual. Se cree que esto se debe al funcionamiento desompensado del sistema nervioso, que produce un efecto péndulo en lo relativo al gasto e energía.
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Psicobai Centro De Psicología Majadahonda
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