En algún momento, todos llegamos a presentar niveles de estrés. Esto es hasta cierto punto normal en la vida cotidiana, debido a que en ocasiones la rutina y los imprevistos generan esta experiencia.
Sin embargo, es bueno entender que existen diferencias importantes en cuanto a los niveles de estrés y el origen del mismo. En este artículo nos ocuparemos de aclarar cuáles son las diferencias entre estrés agudo y Trastorno de Estrés Postraumático.
Para establecer claramente cuáles son las diferencias entre estos dos tipos de estrés, veremos primeramente un resumen de cada uno de ellos, y luego pasaremos a establecer las diferencias puntuales que existen entre los mismos.
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¿Qué es el estrés agudo?
Este tipo de estrés sobreviene en el sujeto después de haber experimentado algún tipo de circunstancia adversa en su vida o tras presenciar la desgracia de otra persona. Por ejemplo, algún accidente de coche, una ruptura de pareja particularmente difícil, etc.
Tiene mucha similitud con el Trastorno de Estrés Postraumático, ya que la sintomatología es casi la misma. Una de las diferencias entre estrés agudo y trastorno de estrés postraumático más significativas es, eso sí, la prevalencia de estos síntomas en la persona.
Por lo general, la sintomatología del trastorno por estrés agudo suele durar entre tres días hasta un máximo de un mes. La intensidad del estrés y sus consecuencias en la salud general del sujeto van a depender de la gravedad del suceso que le haya ocurrido. La gravedad del mismo es de carácter subjetivo (la gravedad depende de la percepción que el sujeto le dé al suceso).
Los síntomas se caracterizan por la presencia de pensamientos intrusivos, que están relacionados con la experiencia negativa que vivieron, ocasionando que la persona se sienta amenazada en determinadas situaciones que le recuerdan el suceso, incluso cuando el contexto no representa una amenaza real.
Otros síntomas pueden ser:
- Labilidad afectiva (cambios repentinos y rápidos de humor)
- Aplanamiento afectivo (Emocionalmente insensibles)
- Alteraciones de la consciencia (sensación de que no son reales)
- Dificultad para mantener la concentración
- Problemas para conciliar el sueño
- Sueños recurrentes relacionados con el acontecimiento traumático
Para establecer el diagnóstico de este trastorno se debe evaluar la intensidad y la prevalencia de estos síntomas en el sujeto. Estos deben ser lo suficientemente intensos como para que afecten a al menos tres áreas significativas en la vida del sujeto.
En cuanto a la prevalencia, debe expresarse entre los tres días y el mes; después de este periodo la sintomatología debería comenzar a disminuir de manera natural.
¿Qué es el Trastorno de Estrés Postraumático?
El Trastorno de Estrés postraumático se caracteriza por sensaciones intensas de angustia y preocupación ante situaciones que para la persona afectada representan una similitud o guardan relación con algún suceso traumático que les haya ocurrido en su vida, e incluso ante el solo hecho de recordar lo que ocurrió.
Al igual que ocurre con el trastorno de estrés agudo, en este caso el sujeto presenta pensamientos intrusivos relacionados con el trauma vivido en el pasado, y niveles de ansiedad que se intensifican en situaciones que la persona identifica como similares a las del trauma en cuestión.
Por ejemplo, un sujeto que haya sufrió un accidente automovilístico alguna vez, podría desarrollar el trastorno de estrés postraumático; Lo cual le generaría una sensación de miedo en algunas ocasiones en las que piensa en coches.
La intensidad de la angustia debe ser suficiente para afectar tres áreas de la vida de la persona, pero en este caso la prevalencia de los síntomas suele ser mayor al mes. En los casos más intensos la sintomatología podría llegar a prolongarse hasta un semestre.
Diferencias entre TEPT y estrés agudo
A continuación veremos un listado de diferencias entre el estrés agudo y el Trastorno de Estrés Postraumático.
1. El momento en el que surgen los síntomas
Mientras que en el estrés agudo la sintomatología característica comienza al poco tiempo de haber padecido el evento traumático, en el Trastorno de Estrés Postraumático los síntomas empiezan después de haber transcurrido como mínimo un mes.
Podría ocurrir que antes de presentar el Trastorno de Estrés Postraumático la persona muestre los síntomas del estrés agudo, pero no sería hasta después de un mes que la intensidad de los síntomas comienza a ser significativa.
2. La prevalencia de los síntomas
En los casos de estrés agudo la sintomatología comienza a disminuir al cabo de un mes, pudiendo ocurrir que el sujeto supere su trauma y pueda afrontar las situaciones que le recuerden al evento traumático.
En lo referente al estrés postraumático la prevalencia de los síntomas es mayor, pudiendo durará incluso 6 meses, dependiendo de cada caso.
Consideración final
Para concluir, se puede decir que las diferencias más determinantes entre estos dos tipos de estrés son el inicio de los síntomas y el tiempo de duración de los mismos en el paciente.
El tratamiento para ambos casos es similar. Este incluye desde sesiones de psicoterapia con el sujeto y los familiares. Las terapias cognitivo-conductuales son unas de las más implementadas en estos casos, y se pueden combinar con la administración de algún ansiolítico indicado por parte del médico.
Referencias bibliográficas:
- Bisson, J.I., Cosgrove, S., Lewis, C., Robert, N.P. (2015). Post-traumatic stress disorder. BMJ. 351: h6161.
- Herman, J.L. (1992). Complex PTSD: A syndrome in survivors of prolonged and repeated trauma. Journal of Traumatic Stress. 5 (3): 377 - 391.