La dos caras del narcisismo

El narcisismo denota una condición psicológica y cultural individual. El grado en que una persona se identifica con sus sentimientos es el grado de narcisismo que tiene.

En este artículo veremos cuáles son las dos caras del narcisismo y cómo se plasman en la manera de comportarse de la persona.

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¿En qué consiste el narcisismo?

El narcisismo patológico es el resultado de un fallo en el desarrollo del Yo. Las personas con un muy alto grado de narcisismo pueden haber tenido experiencias traumáticas en la infancia, o vivencias abrumadores que no pudieron ser integradas al Yo.

Así, el narcisismo patológico se scaracteriza por los siguientes aspectos:

• Preocupación exagerada por la imagen psicológica y física propia.
• Negación de los sentimientos que van dirigidos hacia uno mismo, si no cumplen con las expectativas propias.
• Tendencia a ser muy seductores y manipuladores.
• Pueden presentarse caso de depresión y baja autoestima.
• Frecuentemente envidian a los demás y creen que son envidiados.
• Surge una búsqueda de poder y control.
• No suelen distinguir entre la imagen que creen tener y la que realmente tienen.
• Se centran en sus propios intereses.
• Buscan reconocimiento para sentirse superiores.

Las conductas que hemos visto hacen que con el paso del tiempo estas personas se aíslen y como consecuencia experimenten la vida como algo vacío y sin sentido.

En el plano cultural se detectan los siguientes fenómenos:

• Pérdida de valores.
• Los objetos materiales cobran más importancia.
• La riqueza, la notoriedad y el éxito son más importantes que la dignidad y respeto hacía a uno mismo.
• Carencia de interés por el medio ambiente y por los demás.

Todo esto tiene como resultado una insensibilidad de las necesidades humanas.

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Las raíces del narcisismo

Heinz Kohut fue un psicoanalista que profundizó en el narcisismo patológico, y explica que se presenta en el momento de la interacción madre-hijo/a afectados.

Puede presentarse a causa del rechazo y/o maltrato de la madre o con la muerte de la misma, cuando el infante no encuentra alguna persona sustituta. En estos casos, el niño o la niña siente un profundo vacío o abandono que suele provocar lo que llamó “rabia narcisista”, que en un principio es hacia la madre pero más tarde se puede volcar hacia uno mismo y finalmente hacia los demás.

La depresión narcisista es muy difícil de manejar debido a que estas personas tienden a aislarse y, por ejemplo, ahora en la pandemia se han incrementado estos casos. Siguiendo sobre la línea acerca de la crisis social y sanitaria que estamos atravesando, el narcisismo se ha exacerbado, y quienes sufren estas complicaciones sienten gran dificultad para cumplir con las restricciones y medidas preventivas y sanitarias. Se resisten a usar cubrebocas o mascarilla y el gel, y a mantener la sana distancia prudencial debido a que sienten y piensan que no son susceptibles al virus.

Otto Kernberg comenta que las personas narcisistas tienen fantasías grandiosas sobre su valor, sentimientos de inferioridad y dependencia excesiva de la admiración y aplausos externos. Existe una gran insatisfacción respecto a sí mismos y una tendencia a la crueldad para con los demás.

Vivir con personas narcisistas es difícil porque carecen de empatía; lejos de escuchar al otro hablan todo el tiempo de sí mismos. Otro rasgo a destacar es que estas personas se caracterizan por ser muy agresivas cuando se les contradice o no hacen lo que ellas desean. Un ejemplo: cuando viven en pareja, no aprecian ni respetan a la otra persona, sino que la denigran y desprecian.

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La otra cara del narcisismo

Por otro lado tenemos el narcisismo sano, que es un componente natural en el ser humano.

El narcisismo si es moderado puede provocar muchas cuestiones positivas en la persona. Este narcisismo saludable lo encontramos en las personas que:

• Tienen una autoestima adecuada.
• Logran tener expectativas realistas.
• Tienen mayor tolerancia a la frustración.
• Pueden llegar a sentir necesidad de buscar la perfección y con ello utilizar esa motivación para progresar.

Lo importante de tener un narcisismo saludable es que ayuda a las personas a no necesitar la aprobación de los demás para vivir y disfrutar de la vida, debido a que la principal aprobación que necesitan estas personas es la propia. El narcisismo saludable es respetuoso de las ideas y acciones de los demás.

Tomando el ejemplo anterior, el narcisista sano en época de pandemia, al poder verse en una situación de riesgo real, aceptó el confinamiento y buscó protegerse al salir con las medidas de seguridad e incluso implementando nuevas medidas, y en el mejor de los casos se reinventó en diversos aspectos de su vida.