¿Te has preguntado cómo funciona el proceso terapéutico? ¿Qué técnicas se emplean, cuánto tiempo se requiere para notar cambios y cuál es el respaldo científico detrás de estas intervenciones? Estas preguntas son frecuentes y reflejan el deseo de encontrar métodos efectivos para el autoconocimiento, la transformación personal, la superación del dolor emocional o el problema concreto que estés afrontando.
Pero muchas personas acuden a terapia psicológica con la esperanza de que sean cortas (un mes, dos como mucho) o de que su psicólogo decida la solución a su situación. El proceso terapéutico no funciona así, por este motivo, muchas personas lo abandonan, aun estando contentas con su psicólogo y se sienten peor que al comenzar la terapia, ya que además de no haber obtenido lo que esperaban, comienzan a surgir pensamientos de culpa y desesperanza; o incluso, de haber sido estafadas. Por esto, este artículo explica en qué consiste un proceso terapéutico.
La psicoterapia es un camino
El proceso terapéutico es un camino colaborativo y transformador que, a través de técnicas basadas en la evidencia, permite (a la persona, pareja o familia) explorar y comprender las emociones, pensamientos y conductas. Como psicóloga sanitaria, mi objetivo es acompañarte en este recorrido, brindándote un espacio seguro y profesional en el que puedas trabajar hacia tus metas personales. Es importante tener en cuenta que se trata de un proceso a medio o largo plazo, donde la constancia y el compromiso mutuos son claves para lograr cambios profundos y sostenibles.
Establecimiento de la Relación Terapéutica
El primer y fundamental paso en cualquier proceso terapéutico es la creación de un vínculo de confianza, conocido como relación terapéutica. Este espacio seguro se caracteriza por el respeto, la empatía y la confidencialidad. Durante las primeras sesiones, se trabaja en conocernos mutuamente, lo que permite que te sientas cómodo expresando tus inquietudes sin temor a ser juzgado. Este primer paso es fundamental e imprescindible, ya que, si la persona no conecta con su psicólogo, será imposible que puedan lograr los objetivos terapéuticos.
Evaluación
Una vez establecida la relación terapéutica, se inicia la evaluación. En esta etapa se utilizan diversas herramientas clínicas, desde semientrevistas estructuradas a pruebas psicométricas, pasando por evaluaciones elaboradas Ad Doc si la persona lo necesita, para obtener una visión completa de tu situación. Esta evaluación no solo busca identificar síntomas o patrones de conducta, sino también comprender el contexto y los recursos que ya posees. El diagnóstico, formulado de manera colaborativa, es el punto de partida para diseñar una intervención personalizada y eficaz.
- Artículo relacionado: "Alianza terapéutica: qué es, cómo influye en la terapia y cómo se crea"
Definición de Objetivos Terapéuticos
Con base en la información recopilada, establecemos objetivos terapéuticos claros y alcanzables. Este proceso de formulación de objetivos es fundamental, ya que permite trazar el camino del tratamiento y medir el progreso de forma objetiva. La colaboración en esta fase asegura que los objetivos a alcanzar reflejen tanto tus necesidades emocionales como tus aspiraciones personales, lo que aumenta la motivación y el compromiso con el proceso.
Intervención y Aplicación de Técnicas Específicas
La fase de intervención es la más larga y el núcleo del proceso terapéutico. Aquí se aplican técnicas y estrategias seleccionadas en función de tus necesidades individuales. Por ejemplo:
- Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): Se centra en identificar y modificar patrones de pensamiento disfuncionales y conductas poco adaptativas.
- Terapia Psicodinámica: Explora las raíces emocionales y experiencias pasadas que pueden estar influyendo en tus patrones actuales.
- Terapia Humanista: Favorece el crecimiento personal y la autorreflexión, promoviendo un ambiente de aceptación incondicional.
- Terapias de Tercera Generación: Estas intervenciones integran técnicas de mindfulness y aceptación, enfocándose en la relación con los pensamientos y emociones en lugar de intentar cambiarlos directamente.
- Terapia Gestalt: Se centra en la experiencia del "aquí y ahora", fomentando la toma de conciencia plena de tus emociones, sensaciones y acciones. Promoviendo la autenticidad y la integración de las distintas partes de tu ser.
- Terapia Integradora: Combina elementos y técnicas de diferentes corrientes terapéuticas, adaptándose de manera flexible a tus necesidades individuales. Este enfoque holístico ha sido destacado por su capacidad para abordar aspectos cognitivos, emocionales y somáticos de forma conjunta. Cada técnica se adapta a tu contexto personal, buscando promover cambios sostenibles y significativos en tu vida, debido a esto, es el modelo que utilizo. Con cada persona es distinto, ya que me permite adaptar el proceso terapéutico al 100% a cada persona, incluso en terapias de pareja o familiares.
Seguimiento y Evaluación Continua
El proceso terapéutico es dinámico y requiere tiempo. Por ello, se realiza un seguimiento continuo en el que se revisa y ajusta el plan de intervención conforme avanzas. Las sesiones periódicas permiten evaluar el progreso, resolver nuevas inquietudes y reforzar las estrategias que han demostrado ser efectivas. Esta evaluación constante es crucial para mantener el rumbo hacia tus objetivos y asegurar que el tratamiento se ajuste a tu evolución.
Cierre y Estrategias de Mantenimiento
Llegar al cierre del proceso terapéutico no significa una finalización abrupta, sino la consolidación de las herramientas y aprendizajes adquiridos. En esta etapa se planifica el mantenimiento del bienestar, estableciendo estrategias para enfrentar futuros desafíos de manera autónoma. Además, se pueden programar sesiones de seguimiento para asegurarse de que los cambios positivos perduren en el tiempo.

Patricia Alonso Álvarez Psicología
Patricia Alonso Álvarez Psicología
Psicologa Sanitaria y Neuropsicologa Clínica
Para concluir: El proceso terapéutico es, en el fondo, un viaje hacia el autoconocimiento y la transformación personal. Es un proceso a medio o largo plazo, lo que implica que las mejoras y cambios significativos se consolidan gradualmente mediante un compromiso continuo y la aplicación de estrategias adaptadas a tus necesidades.
Si sientes que es el momento de iniciar este camino o si simplemente tienes dudas sobre cómo la terapia puede ayudarte, te invito a dar el primer paso.


Newsletter PyM
La pasión por la psicología también en tu email
Únete y recibe artículos y contenidos exclusivos
Suscribiéndote aceptas la política de privacidad