El entrenamiento cognitivo en personas con demencia tiene por objetivo atajar los síntomas que afectan a la calidad de vida de estos pacientes y se ha demostrado su utilidad para frenar o retrasar el deterioro de las funciones cognitivas afectadas.
Veamos en qué consiste esta forma de entrenamiento cognitivo y de qué modo puede ayudar a las personas con demencia.
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¿En qué consiste el entrenamiento cognitivo?
El concepto de intervención o entrenamiento cognitivo abarca múltiples métodos y herramientas cuyo objetivo es trabajar con la cognición del paciente para mejorar el rendimiento cognitivo (o frenar su deterioro) y la conducta, con el fin último de mejorar su calidad de vida.
La mayoría de estos programas de entrenamiento cognitivo intervienen en todos los ámbitos del individuo: a nivel funcional, cognitivo, psicoafectivo y social. Se ha comprobado que una intervención integral es más efectiva que trabajar aspectos por separado.
En el plano cognitivo, es habitual que un programa de este tipo para personas con demencia incluya una amplia variedad de actividades para estimular el pensamiento y la memoria a través de juegos, música, manualidades, etc.
Deterioro cognitivo en personas con demencia
Las demencias, y tomando el caso de la enfermedad de Alzheimer (por ser la forma más común de demencia), suelen presentar un inicio insidioso y un curso progresivo, caracterizado por una pérdida de las capacidades cognoscitivas y cambios de conducta que interfieren de forma progresiva en la autonomía del paciente.
Este deterioro de las funciones se observa inicialmente en las actividades avanzadas e instrumentales de la vida diaria, como lavarse la ropa, utilizar un teléfono o manejar la medicación. Más adelante, se ven comprometidas también las actividades básicas, como el aseo personal, vestirse o el control de esfínteres.
En las fases iniciales, la memoria suele ser la función cognitiva más alterada, aunque no es la única ni se deteriora de manera uniforme. También es habitual que la persona sea cada vez menos capaz de planificar actividades, de entablar y seguir conversaciones, de recordar nombres y lugares, etc.
A medida que la demencia progresa, aparecen perturbaciones más severas, como errores en el reconocimiento de los objetos (agnosia), reducción del habla e incapacidad para comprender frases y oraciones más o menos complejas (afasia), e incapacidad para llevar a cabo movimientos o gestos voluntarios (apraxia).
La combinación de esta variedad de síntomas suele dar lugar al síndrome afaso-apraxo-agnósico, que caracteriza a la demencia de Alzheimer y que relega al paciente a un estado de permanente dependencia, con asistencia por parte de un cuidador las 24 horas del día.
Objetivos del entrenamiento cognitivo en personas con demencia
El objetivo del entrenamiento cognitivo en personas con demencia es mejorar el funcionamiento adaptativo de los pacientes en el contexto familiar y social.
Las técnicas y estrategias más utilizadas se pueden agrupar en tres niveles que veremos a continuación.
1. Restauración
Se estimulan y se mejoran las funciones cognitivas alteradas actuando directamente sobre ellas. En el caso de demencias en estadios avanzados, el uso de esta técnica es cuestionable, al ser ya el deterioro irreversible.
2. Compensación
Se asume que la función cognitiva alterada no puede ser restaurada y se intenta potenciar el uso de mecanismos alternativos o habilidades preservadas en el paciente.
3. Sustitución
Se trata de enseñar al paciente distintas estrategias y herramientas que le ayuden a minimizar los problemas derivados de las funciones cognitivas alteradas. Por ejemplo, educando en la utilización de ayudas externas.
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Principales intervenciones de este tipo
La mayoría de los programas de entrenamiento cognitivo se basan en la idea de que mantener a la persona activa y estimulada, tanto desde el punto de vista físico como intelectual, puede ralentizar o disminuir el declive funcional y cognitivo.
Estos son los principales programas de entrenamiento cognitivo empleados en personas con demencia:
1. Terapia de orientación a la realidad
Esta intervención es un método terapéutico enfocado a mejorar la calidad de vida en personas con demencia que sufren estados de confusión, mediante la presentación de información relacionada con la orientación (tiempo, espacio y persona).
Esta información facilita que el paciente se oriente y pueda comprender mejor su entorno, otorgándole una mayor sensación de control y una mejora del autoestima.
Los principales objetivos de esta terapia son: proporcionar información sistematizada y repetitiva básica para que los pacientes puedan orientarse mejor; conseguir una mejoría tanto a nivel funcional como social y familiar; y estimular la comunicación y la interacción del paciente con otras personas, como complemento a la modificación de conductas desadaptativas.
2. Terapia de reminiscencia
La terapia de reminiscencia es una técnica de entrenamiento cognitivo con la que se trata de mantener el pasado personal y de perpetuar la identidad del paciente. Se emplean herramientas de estimulación, comunicación y socialización de la persona.
Las personas que sufren demencia suelen conservar los recuerdos más antiguos, fijados y repetidos o que tienen un especial significado emocional o personal. La estimulación de los recuerdos y su expresión puede ser de gran dificultad en aquellas personas con trastornos de lenguaje, pero se pueden utilizar canciones u otro tipo de estimulación sensorial (como olores o sonidos) para conseguir el efecto deseado.
El fin último de la terapia de reminiscencia es favorecer la expresión de vivencias pasadas en el paciente, con el fin de potenciar su identidad personal. Para ello se suelen organizar sesiones grupales con personas de edad similar y afinidades parecidas, y se utilizan recursos prácticos como libros autobiográficos de la persona en los que hable sobre su infancia, el trabajo, sus hijos o nietos, etc.
3. Programa de psicoestimulación integral de Tárrega
Este programa de psicoestimulación o entrenamiento cognitivo parte de una visión globalizadora y ecológica de las personas con demencia, y se fundamenta principalmente en la neuroplasticidad, en la aplicación práctica de la neuropsicología cognitiva y de las técnicas de modificación de conducta.
Los pacientes que realizan este programa acuden durante 5 días a la semana, 8 horas al día, y participan en los siguientes talleres: psicoestimulación cognitiva en la que se trabaja orientación, atención, concentración, memoria, lenguaje, cálculo, praxias y gnosias; taller de reminiscencia; taller de cinesiterapia (tratamiento mediante el uso de movimientos); psicoexpresión y musicoterapia; taller ocupacional y taller de mantenimiento de las actividades de la vida diaria.
La implantación de este tipo de programas de entrenamiento cognitivo requiere de pocos recursos y tiene efectos beneficiosos considerables. No se trata únicamente de entretener a los pacientes, sino de establecer una rutina y una disciplina e incitar al esfuerzo cognitivo con distintos objetivos: prestar atención, hacer trabajar la mente, etc.
Las nuevas tecnologías con potencial terapéutico
En los últimos años, han aparecido multitud de tecnologías y software aplicado a la prevención y la rehabilitación cognitiva en personas con deterioro cognitivo.
Se han creado sistemas multimedia de rehabilitación neuropsicológica por ordenador, videojuegos y juegos de entrenamiento cognitivo, plataformas online de estimulación cognitiva e incluso dispositivos basados en EEG y tecnologías de interfaz cerebro-computador diseñadas para generar cambios neuroplásticos.
Otras herramientas tecnológicas como los sistemas de realidad virtual o la tele-asistencia, permiten a las personas con demencia realizar ejercicios de entrenamiento cognitivo desde casa, con la ventaja que esto supone para ellos, al no tener que desplazarse y poder realizar las tareas en un entorno seguro.