La fobia a volar, mejor conocida como aerofobia, puede convertirse en un grillete invisible que hace que cada viaje se vuelve una tortura. Este miedo, que afecta a millones de personas en el mundo, puede sentirse como una travesía de angustia, donde la mente se convierte en un campo de batalla entre la razón y el terror.
La buena noticia es que este miedo no necesariamente trae consigo una cadena perpetua. Existen distintas estrategias para superar la fobia a volar: desde la elección inteligente de tu asiento, el descanso previo, la exposición gradual al avión o las terapias psicológicas. ¡Acompáñanos a conocerlas!
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¿Qué es la aerofobia? Datos importantes sobre la fobia a volar
El miedo a volar, también conocido como aerofobia, es una de las fobias más comunes que afecta a personas de todas las edades. Se caracteriza por una intensa ansiedad o terror ante la idea de subirse a un avión o que se experimenta durante el vuelo.
Según datos publicados en 2019 por el Instituto Nacional de Estadística, se calcula que entre el 5% y 6% de la población española padece de aerofobia. Esto se traduce en unos 2,5 millones de personas. Así que, como ves, no les pasa solo a unos pocos.
Esta fobia puede presentarse con distintos síntomas, tanto físicos como psicológicos. Te mostramos algunos:
- Físicos: temblores, sudoración, náuseas, taquicardia, mareos, dificultad para respirar y opresión en el pecho.
- Psicológicos: ansiedad, miedo a la muerte, claustrofobia, ataques de pánico, pensamientos catastróficos e imágenes negativas relacionadas con el vuelo.
Las causas de la aerofobia, por su parte, pueden ser muy diversas. Entre ellas:
- Experiencias negativas previas: haber vivido un accidente aéreo o turbulencias fuertes puede ser un detonante de la fobia.
- Claustrofobia: el miedo a los espacios cerrados puede influir en el miedo a volar.
- Miedo a la pérdida de control: la sensación de no tener control sobre la situación puede generar ansiedad.
- Miedo a lo desconocido: el temor a lo que pueda ocurrir durante el vuelo puede ser un factor importante.
- Acrofobia: el miedo a las alturas es mucho más común de lo que piensas. Esto también puede influir en el miedo a volar.
¿Cómo superar la fobia a volar?
Existen distintas técnicas, tratamientos y estrategias para superar la fobia a volar. Comenzaremos desde algunas recomendaciones sencillas que puedes hacer tú para aumentar la sensación de seguridad, hasta la ayuda que puedas recibir de un profesional.
1. Infórmate sobre los sistemas de seguridad de los aviones
Si ya sabes que la tienes, es hora de hacerle frente. Muchas aerolíneas ofrecen cursos destinados a ayudar a las personas con acrofobia a combatir su miedo, a informar en temas de seguridad y a romper mitos que te mantienen con tanto miedo. Al final, generalmente, se realizan prácticas en compañía de un profesional de la salud mental.
También puedes familiarizarte con los principios básicos de la aviación, como el despegue, el aterrizaje y la turbulencia. Lee artículos o libros escritos por pilotos o expertos en aviación para comprender mejor el proceso de vuelo. ¡Aunque la ayuda de un profesional para despejar estas dudas nunca viene mal!
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2. Prioriza el descanso antes del vuelo
Dormir lo suficiente la noche anterior al vuelo ayudará a reducir la ansiedad y el cansancio. Si es está dentro de tus posibilidades, escoge horarios que te permitan dormir bien previamente y elige vuelos directos para evitar escalas y conexiones. De esta forma, no tendrás que repetir la experiencia una y otra vez en corto tiempo.
3. Reduce los factores estresantes
Antes de viajar, deja tus maletas listas la noche anterior (o antes), llega con suficiente tiempo al aeropuerto, come ligero, evita el alcohol o bebidas que te brinden demasiada energía, mantente entretenido antes y durante el vuelo: escucha música que te ayude a calmarte, ve una película, lee un libro o, si puedes, duerme un poco.
En caso de que estés viajando con compañía, también puedes mantener una conversación amena para disminuir la ansiedad que te provoca el viaje.
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4. Elige los asientos que te hagan sentir más en calma
La idea no es que vayas pensando que algo malo va a pasar. ¡Todo lo contrario! Sin embargo, está comprobado que los asientos ubicados en la parte central del avión, sobre las alas, suelen experimentar menos turbulencia. Haz lo posible por solicitarlo con tiempo.
Además, si te hace sentir mejor ubicarte cerca de salidas de emergencia, solo para tener mayor sensación de control y seguridad, ¡hazlo! Evita los asientos que se encuentran en la parte de atrás y, si temes a las alturas elige sentarte hacia el pasillo, en lugar de las ventanillas.
5. Usa tu imaginación
Imagínate esta escena: subes al avión, respiras hondo, te pones un antifaz, cierras los ojos e imaginas que vas en un viaje por carretera… O, ¡todavía mejor! Empiezas a imaginar el destino que te espera después de ese despegue que en principio parece tan aterrador. ¿Cómo te suena? ¿Lo intentarías?
6. Utiliza técnicas de relajación para reducir la ansiedad
La respiración profunda, la meditación y el yoga son técnicas efectivas para reducir el estrés y la ansiedad. Practica las que mejor se adapten a tus gustos y a la ocasión para ayudarte a sentir más calma. Si sientes que necesitas ayuda extra, puedes usar una app o incluso podcasts para guiarte con las técnicas de relajación.
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7. Busca ayuda profesional
Si sientes que este miedo limita tu vida, un psicólogo te puede ayudar a identificar las causas y a encontrar técnicas para superarlo. Una de las estrategias para manejar o eliminar la fobia a volar es la terapia cognitivo-conductual y la terapia de exposición gradual.
Centro Psicológico Cepsim
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¡Que tu miedo a volar no te corte las ganas de seguir soñando con tener el mundo en tus manos! ¿Ya has probado algunas de estas estrategias?