Los 4 tipos de neurosis (y sus síntomas y tratamiento)

Un resumen de los tipos de neurosis y de sus características como fenómeno psicológico.

Tipos de neurosis

Es normal sentirse ansioso de vez en cuando. Todos podemos ponernos un poco nerviosos antes de tener una primera cita, inquietarnos por motivos económicos o por nuestro futuro laboral. La preocupación es una emoción natural y frecuente del ser humano.

Pero, en algunos casos, esta se vuelve excesiva. Manejar la vida cotidiana se vuelve extremadamente difícil cuando los pensamientos negativos u obsesivos invaden la mente de forma constante. Este exceso de negatividad obsesiva se conoce como comportamiento neurótico.

Existen muchas circunstancias diferentes que caen bajo el paraguas de la neurosis. Por eso, es común hablar de neurosis específicas; esto ayuda a las personas a comprender a qué condición psicológica concreta se hace referencia. En este artículo describimos los diferentes tipos de neurosis que se recogen dentro de la literatura médica.

¿Qué es la neurosis?

Se define a la neurosis -o neuroticismo- como un rasgo psicológico o patrón de conducta que presenta una persona con tendencia a la inestabilidad emocional y el desarrollo de relaciones inadaptadas con los demás, consigo mismo y con el entorno.

La neurosis es un tema complejo y ha sido constantemente discutido dentro del campo de la psicología. Dependiendo del contexto, este concepto abstracto puede referirse a múltiples ideas. Esto ocurre porque a lo largo de los años, se han derivado diferentes significados del patrón de conducta por los profesionales de la salud mental y también desde otros campos fuera del ámbito clínico. Por ello, el término se presta a confusión.

Es común referirse a alguien que no puede regular adecuadamente sus emociones como neurótico. Sin embargo, esto no significa que presente ningún síntoma de trastorno psicológico. Por ejemplo, podemos describir a alguien con dificultades para tomar una decisión como una persona neurótica.

Variantes de neurosis

La neurosis no es una enfermedad estrictamente hablando, sino más bien un concepto psicológico que hace referencia a las dificultades para relacionarse con uno mismo y con el mundo. Estas dificultades de carácter existencial son causadas por la conciencia de las propias limitaciones y de la muerte inminente.

Nuestra especie tiene la facultad de usar símbolos y pensar de manera abstracta. Somos capaces de desear, de elegir, y de percibir nuestra propia trascendencia. En algunos casos, esta búsqueda de sentido inherente al ser humano se acompaña de cierto malestar emocional y ansiedad. Cuando estos síntomas hacen difícil adaptarse al entorno, mantener relaciones saludables o llevar una vida feliz. Es cuando hablamos de neuroticismo.

Tal y como vemos, esta crisis de sentido acompañada de una gran angustia puede englobar distintos trastornos psicológicos. En este tipo de trastornos no se pierde el contacto con la realidad y se diferencian de los trastornos psicóticos.

¿Qué tipos de neurosis existen?

Tal y como hemos visto, la neurosis es un término con múltiples significados debido a su amplia definición. Los comportamientos neuróticos y las respuestas emocionales al estrés se han clasificado históricamente dentro de tres categorías principales: fóbica, histérica u obsesiva. Cada uno de estos términos se refiere a una relación diferente con las tensiones de la existencia, incluyendo la toma de decisiones, la incertidumbre, los vínculos y los sentimientos de vacío. Estas relaciones pueden causar dolor emocional en algunas personas, que estas clasificaciones de comportamiento abordan de diferentes maneras.

Diferentes trastornos mentales específicos caen bajo el paraguas general de la neurosis y sus tipos. Este tipo de trastornos se relacionan con sentir una ansiedad insoportable o experimentar un pensamiento racional reducido debido a la agitación emocional. Estas condiciones a veces se clasifican como neurosis; sin embargo, el término rara vez se usa en la terminología científica moderna debido a la pérdida de popularidad. En cambio, los trastornos específicos llamados fobia, trastorno de ansiedad generalizada y trastorno obsesivo-compulsivo se denominan comúnmente por su nombre clínico.

1. Neurosis obsesiva

Una persona que padece esta forma de neurosis experimenta una angustia mental constante debido a los pensamientos repetitivos e intrusivos. Estos pensamientos no se pueden suprimir y causan una gran frustración, y puede hacer que el paciente se involucre en comportamientos repetitivos con la esperanza de aliviar la incomodidad.

Las personas que experimentan este fenómeno psicológico temen enfrentarse a nuevas sensaciones de angustia. Esto les lleva a tratar de mantener bajo control casi todo lo que les rodea para evitar situaciones que puedan provocar estas crisis.

2. Neurosis fóbica

Las personas con neurosis fóbica suelen experimentar una ansiedad significativa cuando se exponen a ciertos estímulos específicos, por ejemplo, montar en avión, hablar en público, ciertos animales… En consecuencia, el síntoma principal de estos trastornos es una tendencia patológica a evitar las situaciones desencadenantes, lo que puede crear problemas comparables a los propios síntomas. Es decir, tratar de evitar situaciones que causan estrés y ansiedad en realidad puede causar más estrés y ansiedad.

Desde la psicología actualmente se clasifican este tipo de neurosis como una clase de fobia. Estas fobias se dividen en fobias específicas y fobia social.

3. Neurosis depresiva

La neurosis depresiva afecta el estado de ánimo de una persona de manera drástica. Por lo general, esta reacción surge de una experiencia que se considera extremadamente negativa y perjudicial. Los síntomas de la neurosis depresiva incluyen llanto frecuente, falta general de motivación, pérdida de capacidad de disfrutar y fuertes pensamientos de que todo es inútil y no es posible recuperarse.

4. Neurosis histérica

La idea de que los deseos reprimidos conducen a trastornos psicológicos es uno de los conceptos más antiguos de la psicología. Esta concepción era dominante en la comunidad psiquiátrica de la época victoriana y en las teorías del psicoanalista Sigmund Freud. Según este pensamiento, la histeria en los pacientes neuróticos estaba provocada por deseos insatisfechos que generaban alteraciones somáticas como la falsa sordera o la ceguera. Actualmente, este concepto ha quedado obsoleto y sus síntomas se atribuyen a distintos trastornos psicológicos diferentes recogidos en los manuales.

Personalidad neurótica y enfermedad mental

Tal y como hemos visto, las personas calificadas como neuróticas no padecen un trastorno psicológico en el término estricto. El neuroticismo forma parte de uno de los cinco rasgos de personalidad junto a la extraversión, la amabilidad, la apertura a la experiencia y la conciencia. Estos se refieren a un conjunto específico de características comunes que se encuentran en la mayoría de las personas en todo el mundo.

El neuroticismo no es un problema médico diagnosticable; en cambio, es simplemente un tipo de personalidad donde predomina este rasgo. Este rasgo favorece la aparición de distintos comportamientos negativos. Los neuróticos creen que las distintas situaciones son mucho peores de lo que realmente son, lo que los hace más susceptibles al estrés. Esto hace que se sientan frecuentemente irritados y enfadados.

También ciertos problemas de salud mental pueden hacer que las personas muestren comportamientos neuróticos. Además, una personalidad con un alto grado de neuroticismo también puede favorecer la aparición de cierto tipo de trastornos como los trastornos de internalización.

Causas, diagnóstico y tratamiento de la neurosis

Tal y como hemos visto, en los diferentes tipos de neurosis la angustia se manifiesta de diferentes maneras, pero presentan unas causas y tratamiento parecido. La inestabilidad emocional puede ser fomentada por ciertas circunstancias. Los factores que mencionamos a continuación ayudan a desarrollar personalidades neuróticas; sin embargo, no aparecen siempre. Estos incluyen:

  • Desestructuración familiar.
  • Privaciones afectivas o deficiencias emocionales.
  • Sobreprotección o infracuidados en la niñez.
  • Factores genéticos.
  • Diferentes acontecimientos angustiantes durante el desarrollo (incluidos abusos).
  • Condiciones sociales, medioambientales y culturales desfavorables.

En la mayoría de los casos, los pacientes que padecen una neurosis se benefician enormemente del tratamiento psicoterapéutico. En los tratamientos psicológicos de las neurosis se emplean varias estrategias; sin embargo, cada paciente es tratado de manera individual debido a las diferencias específicas de la condición. La terapia suele consistir en el desarrollo de sesiones, que tiene el objetivo de cambiar la forma en que los pacientes se ven a sí mismos, el entorno y las circunstancias que les rodean.

Existen distintos enfoques para tratar las neurosis. Un método conocido es la terapia psicoanalítica, esta ayuda a los pacientes a comprender las causas subyacentes de sus síntomas. El psicoanálisis permite a los pacientes crecer y desarrollar una mejor comprensión de sí mismos.

Alternativamente, algunos profesionales creen que las neurosis surgen de comportamientos aprendidos. En este caso, los pacientes pueden tratar sus síntomas a través de la desensibilización; la terapia de desensibilización expone a los pacientes a sus miedos en pequeñas dosis incrementales durante varias semanas. Otro enfoque para aprender nuevos comportamientos es a través del modelado; un paciente aprende observando ejemplos más efectivos en otras personas.

Algunos pacientes neuróticos pueden necesitar un tratamiento farmacológico combinado, además de psicoterapia. Generalmente, es necesario el uso de fármacos en pacientes que presentan síntomas graves como depresión o ansiedad.

El objetivo principal de la intervención psicoterapéutica es mejorar la calidad de vida del paciente. Esto conduce a una reducción en la frecuencia y severidad de los síntomas. También permite al paciente ajustar sus patrones mentales y comportamientos para afrontar mejor la vida diaria.

Aunque no se han descrito medidas específicas preventivas contra la neurosis. Los hábitos de vida saludables, como dormir lo suficiente, hacer ejercicio y comer bien, generalmente ayudan a prevenir la neurosis.

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Valentín Elorza es estudiante de Medicina en la Universidad de Lieja y Graduado en Ingeniería Multimedia por la Universidad Ramón Llull. Trabajó varios años como programador web, pero siguiendo la máxima de "ahora o nunca", decidió dejar su querida Mallorca y mudarse a Bélgica para estudiar Medicina. Es redactor en MédicoPlus, AZ Salud, Estilo Next y Psicología y Mente.

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