Acudir a un psicólogo ante los problemas de salud mental es algo que, por suerte, está cada vez más normalizado. Esta tendencia ocurre también en casos en los que las personas desarrollan trastornos del estado de ánimo, alteraciones que en determinados contextos sociales son normalizadas y vistas como algo “normal” y “parte de la vida”, implicando así que cada persona debe hacerse cargo de sus problemas sin buscar ayuda.
Sin embargo, una parte de la población sigue manteniendo una visión incompleta y sesgada acerca de esta clase de alteraciones psicológicas, llegando incluso a experimentar sentimiento de culpa al plantearse priorizar su salud mental y buscar apoyo profesional, algo que desde su punto de vista es un signo de debilidad.
Para ofrecer una visión más completa acerca de cómo se trabaja en psicoterapia ante este tipo de psicopatologías y mostrar por qué es necesario ponerse en contacto con profesionales, aquí daremos un repaso a las estrategias más utilizada por los psicólogos ante los trastornos del estado de ánimo.
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¿Qué son los trastornos del estado de ánimo?
Los trastornos del estado de ánimo forman parte del conjunto de las alteraciones psicológicas más comunes en las sociedades occidentales. Por ello, los profesionales de la psicología cuentan con una amplia variedad de modalidades de intervención terapéutica con las que atender este tipo de trastornos, y conocer la naturaleza de sus tratamientos es esencial para cualquier persona que quiera conocer a fondo este ámbito de la salud mental.
El estado de ánimo es la disposición emocional que tienen las personas hacia la vida, y está íntimamente relacionado con las fuentes de motivación que mueren a la persona, así como a su manera de gestionar los afectos positivos y negativos.
El estado de ánimo también se conoce popularmente como “humor” y este puede ser positivo, negativo o neutro dependiendo de una gran variedad de eventualidades, elementos del contexto, y de características personales de cada individuo.
En este sentido, los trastornos del estado de ánimo son un tipo de trastornos psicológicos muy comunes que se basan en un desequilibrio emocional o una alteración notable en el estado de ánimo de la persona, que le genera una sensación de malestar o, por el contrario, llevan a una situación en la que se pone en riesgo la salud de uno mismo o de los demás.
Aunque generalmente dan lugar a estados de negatividad y malestar en la persona, los trastornos del estado de ánimo pueden manifestarse también como períodos alternados de tristeza y euforia (trastorno bipolar) o como estados de irritación, baja autoestima, cansancio, apatía, confusión o incluso aplanamiento afectivo.
A diferencia de los casos de tristeza o sufrimiento emocional pasajero, los trastornos del estado de ánimo suceden en períodos más prolongados en el tiempo, tienen una afectación muy grave en la calidad de vida de quien los padece y habitualmente se reflejan en un empobrecimiento de la vida del individuo en lo relativo a sus relaciones sociales y a las actividades en las que se involucra.
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Principales estrategias usadas por los psicólogos ante los trastornos del estado de ánimo
Como se ha indicado anteriormente, en la actualidad los psicólogos pueden poner en práctica una gran variedad de estrategias terapéuticas para atender cualquiera de los trastornos del estado de ánimo existentes. Lo importante es que cada intervención se adapte al trastorno del estado de ánimo en cuestión y a las necesidades y características particulares de cada persona atendida, ya que se trata de patologías complejas y multicausales.
En cuanto a las modalidades de intervención que han demostrado ser más eficaces para el tratamiento de los trastornos del estado de ánimo, podemos destacar las de la tradición cognitivo-conductual, así como también las Terapias de Tercera Generación.
1. Estrategias de diagnóstico
Para iniciar la intervención psicológica, el profesional debe poner en práctica la aplicación de una serie de estrategias de diagnóstico que le ayudan a conocer en profundidad el tipo de trastornos que debe ser tratado y a iniciar un plan de acción personalizado.
En esta primera fase se realiza una entrevista inicial para comprobar el tipo de síntomas que padece la persona atendida y si su trastorno coincide con los criterios descritos en los manuales diagnósticos. El principal objetivo es conocer los elementos contextuales y comportamentales del día a día del paciente que mantienen “a flote” ese trastorno, para extinguirlos y/o sustituirlos por otros.
2. Activación Conductual
La Activación Conductual es una de las técnicas terapéuticas más utilizadas en casos de depresión, y se basa en ir integrando actividades diarias enriquecedoras y con potencial motivador, de manera progresiva que ayuden al paciente a volver a tener una vida normal y con ocupaciones cotidianas en las que involucrarse de manera activa.
Esta técnica se basa en potenciar la motivación y el interés de la persona más allá del bucle de introspección que alimenta los síntomas depresivos, para que empiece a desarrollar de manera progresiva todo tipo de conductas y actividades capaces de llevarle a sentir interés por su entorno, por las relaciones, sociales, y por la vida en general.
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3. Reestructuración Cognitiva
La Reestructuración Cognitiva es la base de la Terapia Cognitivo-conductual y es un proceso terapéutico en el cual se enseña a la persona a analizar a analizar y cuestionar detenidamente todas sus creencias disfuncionales que habían estado contribuyendo a la existencia del trastorno.
Estos pensamientos negativos son los que contribuyen a mantener un estado de malestar y depresión en la persona, es por eso que cambiando estos pensamientos por otros más positivos, adaptativos y adaptados a la realidad conseguiremos que la persona vaya mejorando progresivamente.
La Reestructuración Cognitiva es un entrenamiento progresivo en el cual, mediante el diálogo, el paciente aprende a cambiar su forma de pensar y a ejercer cuestionamientos sobre lo que daba por sentado.
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4. Entrenamiento en habilidades sociales
El aprendizaje en habilidades sociales, especialmente a aquellas personas a las que más les cuesta comunicarse y relacionarse con éxito con otras personas, es otro de los aprendizajes y entrenamientos más útiles en personas con trastornos del estado de ánimo. Es una ayuda fundamental a la hora de romper con la dinámica de aislamiento social vinculado a varias formas de depresión.
5. Mindfulness
El Mindfulness o técnica de la atención plena ha demostrado ser eficaz en trastornos del estado de ánimo, especialmente en casos en los que hay que prevenir recaídas en la depresión.
Se trata de una técnica con la que aprendemos a vivir el momento presente con mayor plenitud, desprendiéndose de la tendencia a realizar valoraciones morales constantes y a alimentar pensamientos obsesivos sobre el pasado o el futuro.
Ignacio García Vicente
Ignacio García Vicente
Psicólogo especializado en adultos
6. Técnicas de gestión de la ansiedad
Muchos trastornos del estado de ánimo pueden cursar conjuntamente con síntomas o trastornos de ansiedad, es por eso que estos deben ser tratados por separado para superar el problema globalmente.
Estos síntomas de ansiedad pueden manifestarse como miedos irracionales, fobias, obsesiones, compulsiones o todo tipo de preocupaciones que contribuyan a hacer sufrir a la persona y que deben ser superadas con ayuda de un profesional de la psicología.
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