Estamos en un mundo donde la apariencia física es constantemente juzgada por los demás. La ropa que llevamos, nuestro peso, volumen y forma física e incluso la presencia o ausencia de pelo son elementos considerados de gran importancia en las relaciones interpersonales e incluso laborales, llevando a que se creen complejos si no se cumple con el ideal de belleza o incluso en algunos casos al padecimiento de diferentes padecimientos mentales tales como la anorexia y la bulimia. También existen algunas fobias vinculadas a aspectos de nuestro físico.
Una de ellas es la falacrofobia, de la cual hablaremos a lo largo de este artículo, y que se relaciona con un miedo intenso a la calvicie.
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Falacrofobia: ¿qué es este trastorno?
Entendemos como falacrofobia a la existencia de un miedo exagerado y excesivo hacia la calvicie, temor que genera un muy elevado nivel de ansiedad ante la exposición a estímulos referidos o relacionados con dicha condición.
Estamos ante un tipo de fobia específico referida a elementos relacionados con el aspecto físico. Ello implica la la existencia de un miedo totalmente irracional e incontrolable hacia un estímulo concreto, de modo que los síntomas son lo suficientemente graves como para constituir un trastorno de ansiedad.
El hecho de exponerse o incluso imaginar exponerse a dicho estímulo genera en el paciente una ansiedad tal que puede desencadenar síntomas fisiológicos tales como taquicardia, hiper entonación, temblores mareos e incluso crisis de ansiedad. Ello hace que el sujeto evite activamente la exposición al estímulo en cuestión, o bien que si debe exponerse a él experimente un gran nivel de tensión y malestar.
En la falacrofobia, el miedo en cuestión puede ser tanto al hecho de que el propio sujeto se quede calvo como a la posibilidad de encontrarse con sujetos calvos. Así, el sujeto puede estar en tensión ante la interacción social con personas con calvicie, evitandola. La presencia de comentarios respecto a la pérdida de cabello o incluso publicidad respecto a ello puede generar también gran ansiedad y evitarse activamente.
Este miedo es a menudo asociado al varón, pero lo cierto es que también es padecido por muchas mujeres. Hay que tener en cuenta en este sentido que en el hombre la caída del cabello es socialmente esperada, no siendo tan habitual en la mujer. Esta expectativa puede tener un efecto en la probabilidad de padecer falacrofobia.
Esta fobia puede llegar a tener repercusiones severas en la vida del paciente e incluso convertirse en un aspecto con el que el sujeto llegue a obsesionarse. No es extraño que el miedo a quedarse calvo conlleve frecuentes rutinas de comprobación, como la observación de la cantidad de cabello perdido al peinarse.
En casos extremos se ha llegado a observar la existencia de alteraciones perceptivas (de un modo similar a lo que ocurre en la anorexia), considerando el sujeto estar perdiendo el pelo o tener puntos del cuero cabelludo si el a pesar de conservarlo perfectamente sano.
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Causas de esta fobia
El origen tanto de esta como de otras fobias es un elemento sobre el que existen gran cantidad de hipótesis, considerándose que su génesis es debida a la combinación de múltiples factores.
En el caso que nos ocupa, una de posibles explicaciones de esta fobia es el condicionamiento. Algunas de las personas que padecen falacrofobia han padecido a lo largo de su infancia algún tipo de experiencia traumática que en su momento fue asociado a la calvicie. Por ejemplo haber recibido abusos o malos tratos por parte de alguien con alopecia, o haber observado el fallecimiento de algún anciano o ser querido cercano con esta característica.
En estos casos es posible que el sujeto que padecerá la fobia asocie el hecho de ser abusado o de enfrentarse a la muerte con la calvicie, generando la exposición a este hecho un elevado nivel de ansiedad.
Otra posibilidad se encuentra en el hecho que remarcábamos en la introducción: el aspecto físico. Si bien en los últimos tiempos algunas personas consideran que la calvicie puede representar hombría, fuerza y personalidad, lo cierto es que la calvicie se ha asociado culturalmente a la decadencia física y se ha visto alejada del canon de belleza imperante en la sociedad. Ello podría generar un miedo aprendido a no ser considerado/a atractivo/a y ser socialmente rechazado.
Vinculado a los dos anteriores pimientos, debemos comentar que tradicionalmente se ha considerado la caída del cabello como algo propio del envejecimiento, suponiendo la pérdida de juventud y las capacidades propias de esta época y entrando en una etapa de pérdidas y un acercamiento a la muerte.
Tratamiento
El tratamiento de esta fobia va a variar dependiendo de los estímulos en cuestión que generen ansiedad.
La exposición al estímulo fóbico y la desensibilización sistemática son algunas de las técnicas más efectivas en el tratamiento de las fobias, estando basadas en la aproximación del sujeto a los estímulos fóbicos. Primeramente se elaborará una jerarquía entre paciente y profesional con el fin de determinar algunas de las principales situaciones generadoras de ansiedad, para organizarlas en función de la ansiedad que generan.
Tras ello se procederá a hacer exponerse al paciente a las situaciones temidas, empezando por situaciones que generen niveles medios de ansiedad para exponerse a ellos hasta que en al menos dos ensayos consecutivos el nivel de ansiedad disminuya hasta hacerse imperceptible. Tras ello, se podrá pasar al siguiente ítem de la jerarquía.
Otro tratamiento a tener en cuenta es la reestructuración cognitiva, muy necesaria de cara a modificar las creencias disfuncionales que puedan estar detrás del surgimiento o el mantenimiento de la fobia. También se pueden usar técnicas como la decatastrofización para reducir la importancia de la posibilidad de quedarse calvo.
Un último elemento que podemos tener en cuenta es la posibilidad de utilizar técnicas de relajación con el fin de reducir el nivel de ansiedad.