La importancia de la prevención invirtiendo en la Atención Psicológica

Un proverbio chino reza: “Excava el pozo antes de que tengas sed”. Al leerlo, lo primero que se nos viene a la mente es la importancia de planificar el futuro para reducir al mínimo las consecuencias negativas con las que podríamos encontrarnos. En este artículo, sin embargo, proponemos una lectura distinta del proverbio, enfocada en la importancia de la prevención de trastornos de la salud mental mediante la atención psicológica.

En esta línea, “excavar el pozo antes de tener sed” implicaría ahondar en nuestro propio dolor; indagar en nuestros pensamientos y emociones más difíciles, incluso cuando no tengamos síntomas compatibles con un trastorno psicológico.

El hecho de no sufrir una patología mental tampoco significa que esté ausente el sufrimiento. En otras palabras, no hace falta estar deshidratados para necesitar un poco de agua. Además, invertir en la atención psicológica nos permitirá prevenir este tipo de dificultades junto al acompañamiento de un profesional de la salud mental. Excavar el pozo requiere de mucho coraje, pero vale completamente la pena si lo que deseamos es ensamblar una vida cargada de significado.

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El rol preventivo de la atención psicológica en trastornos de salud mental

Algunas estadísticas recientes de la OMS, publicadas en 2019, señalan que una de cada ocho personas en el mundo sufre un trastorno mental, lo que roza el espeluznante número de mil millones de personas. Otros estudios señalan que un 30% de nosotros podemos esperar desarrollar un trastorno de ansiedad en algún momento de nuestras vidas. En este contexto, es primordial resaltar el lugar que tiene la atención psicológica como un modo privilegiado para prevenir los trastornos de salud mental.

No obstante, también es cierto que muchas personas tienden a acceder a los servicios de salud mental cuando se encuentran completamente desbordadas por una situación personal; cuando el consumo de alcohol ya es recurrente y son incapaces de permanecer varios días sin ingerir esa u otra sustancia; cuando las crisis de pánico comienzan a impedirles ir a trabajar o cuando el estado de ánimo deprimido apenas les deja salir de la cama. Todas estas circunstancias problemáticas han contado con una antesala, que operó como advertencia, y que la persona por algún u otro motivo no pudo responder y acudir con un profesional. No siempre se trata de una cuestión de voluntad, como a veces suele promulgarse en algunos discursos. En muchos países, el acceso a los servicios de atención psicológica son poco accesibles —ya sea por variables económicas, culturales, geográficas o bélicas—, lo que ocasiona que las personas tarden más tiempo en ser atendidas, si es que llegan a serlo.

Eso sí, creemos importante destacar que incluso en esos casos “avanzados” o “graves” en el transcurso de un trastorno es posible llevar a cabo una intervención. Existe un mito dentro del ámbito de la atención psicológica, y de la salud mental en general, que sostiene que hay ciertos casos que “están perdidos”; que no tienen ningún tipo de tratamiento y que, por lo tanto, no hay nada que un profesional pueda hacer.

Incluso en los casos más graves de trastornos por consumo de sustancias o trastornos psicóticos se puede intervenir. Quizás el tratamiento no suponga la cura; que los delirios y alucinaciones de una persona psicótica jamás desaparezcan; pero eso no quiere decir que un profesional no pueda hacer algo para ayudar a esa persona a construir una vida mejor, incluso con aquellas condiciones inmodificables. Por eso, la prevención también tiene lugar en aquellos pacientes que cursan un trastorno, sea cual fuere, ya que permitirá aminorar la severidad con la que la patología afecta negativamente en su vida y en la de los demás.

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Psicoterapia y prevención de recaídas

En relación a esto último, se ha probado de manera muy contundente a partir de estudios experimentales cómo las psicoterapias son capaces de prevenir la recaída de pacientes con distintos trastornos. Por ejemplo, se han llevado a cabo múltiples investigaciones sobre tratamientos basados en Mindfulness o atención plena, como el MBCT (Terapia cognitiva basada en atención plena), que demostraron ser efectivos para prevenir recaídas en personas con depresión mayor recurrente, sobre todo cuando habían presentado tres o más episodios depresivos previos. El motivo por el cual sería tan eficaz este tratamiento es porque este tipo de psicoterapia promueve que las personas sean capaces de detectar y reorientar los patrones de pensamiento de rumiación cuando están en una situación de riesgo, previniendo una recaída depresiva.

En general, los tratamientos se basan en acompañar a los pacientes para ayudarles a adquirir una serie de estrategias o habilidades que puedan poner en práctica a la hora de afrontar situaciones difíciles. Estas habilidades las puede practicar de forma segura con el terapeuta y en circunstancias menos desafiantes que la que se detecta como problemática (por eso, decimos que es preventivo).

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La prevención también tiene lugar en Internet

La prevención también tiene cabida en la era digital. Aunque la difusión de contenidos “psi” en medios de comunicación y redes sociales no suple de ninguna manera la atención psicológica, sí es posible compartir contenido psicoeducativo de calidad que pueda ayudar a las personas a reconocer con mayor rapidez en qué momentos es necesario consultar con un profesional.

El hecho de que la extensa mayoría de personas tengamos un dispositivo con acceso a internet de uso regular, más allá de factores como el nivel socioeconómico o grupo etario al que pertenezcamos, brinda la posibilidad de que grupos que normalmente no tendrían acceso a este conocimiento sean capaces de saber más acerca de la importancia de la atención psicológica. Además, gracias a ello es posible concretar campañas de prevención acerca de ciertos temas que tienden a permanecer velados bajo el estigma social y el tabú, como el suicidio.

En última instancia, la prevención en el plano virtual también cobra la forma de la atención psicológica mediante los nuevos medios digitales, como la terapia online, por videollamada, o la atención telefónica. Por ejemplo, algunos tratamientos como DBT (terapia dialéctico-conductual) utilizan esta última estrategia con el fin de ayudar al terapeuta a brindarle al consultante el sostén necesario para sobrevivir a las crisis y a que éste pueda aplicar en múltiples contextos las habilidades que aprendió en el contexto terapéutico. Esto, a fin de cuentas, tiene un fin preventivo, ya que reduce las conductas suicidas o desadaptativas que algunas personas límites suelen emplear para regular su estado de ánimo; como así también fomenta la adherencia al tratamiento.

Invierte en tu salud mental mediante los quequeos periódicos

Acudir a psicoterapia para realizar "chequeos de control" de manera regular, como por ejemplo una vez al año, es la mejor estrategia para prevenir problemas de salud mental.

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