Un popular fármaco contra la pérdida de cabello se asocia a un mayor riesgo de Depresión

Uno de los fármacos más usados contra la calvicie podría aumentar el riesgo de sufrir depresión.

Un popular fármaco contra la pérdida de cabello se asocia a un mayor riesgo de Depresión
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La presión estética que existe en nuestra sociedad actualmente azota a todas las personas. No importan aspectos como la edad o el género puesto que existen mensajes que nos hacen pensar que siempre hay algo que cambiar de nuestro físico, independientemente del momento vital en el que nos encontremos.

En el caso de los hombres, una de las grandes presiones recae sobre el hecho de tener pelo. Son muchos los hombres que prueban tratamientos constantemente para evitar la calvicie. El problema es que muchas veces se presentan como opciones sencillas e inocuas, pero no siempre lo son.

De hecho, una nueva revisión científica ha hecho saltar las alarmas sobre la finasterida, un médicamente que muchos hombres usan habitualmente para la caída del cabello. El autor del estudio ha encontrado una asociación consistente entre este medicamento, la ansiedad, la depresión e incluso el suicido. A lo largo de este artículo te explicamos los detalles.

¿Qué es la finasterida y cómo actúa en el cuerpo?

La finasterida es un fármaco que nació en los años noventa como un tratamiento para la hiperplasia prostática benigna —una condición común en varones de edad avanzada—. Sin embargo, a medida que empezaron a recetar este medicamento observaron otros resultados.

Quienes tomaban la finasterida experimentaron mejoras en el cabello y se aprobó su uso a dosis bajas para combatir la alopecia androgenética, que es la forma de calvicie masculina más habitual.

El principal mecanismo de este medicamento actúa sobre determinadas hormonas. Si bien es cierto que se ha visto que puede ayudar a frenar e incluso revertir parcialmente la caída del cabello, las alteraciones hormonales pueden tener consecuencias graves puesto que están implicadas en procesos que regulan el estado de ánimo, la motivación y la respuesta al estrés, entre otros.

La nueva revisión científica enciende alarmas

Recientemente se ha publicado en la revista The Journal of Clinical Psychiatry una nueva revisión científica que ha generado alarma y, sin duda, ha vuelto a abrir el debate sobre la seguridad del uso de este medicamento. Lamentablemente, los hallazgos de este autor no son algo desconocido, pero sí muy importantes.

El autor, experto en salud pública de la Universidad Hebrea de Jerusalén, analizó ocho grandes estudios epidemiológicos, publicados entre 2017 y 2023. Los resultados fueron claros: las personas que tomaron finasterida mostraban tasas significativamente más altas de ansiedad, depresión y pensamientos suicidas, en comparación con las personas que no tomaban este medicamento.

Además de observarse este patrón en los estudios incluidos en la revisión, también se reflejó en los registros nacionales de salud de países como Suecia, Canadá e Israel y en el sistema de reporte de eventos adversos de la FDA. Esto implica que los efectos adversos se dan en poblaciones diversas y que la finasterida no es inocua en este sentido.

Después de usar finasterida y los síntomas que persisten

Más allá de los casos en los que la depresión está relacionada al consumo de la finasterida, se ha observado que algunas de las personas que han recibido este fármaco han continuado presentando síntomas incluso después de haber interrumpido el tratamiento.

Esto es lo que se ha denominado como “síndrome post-finasterida”. El cuadro clínico incluye insomnio, ataques de pánico, disfunción cognitiva y pensamientos suicidas que persisten durante meses o incluso años después de haber finalizado el tratamiento con la finasterida.

Además de los síntomas previamente mencionados, se han observado otros que afectan a áreas diversas. Entre ellos, destacan algunos como la disfunción sexual, la ansiedad, la fatiga crónica, niebla mental, ginecomastia (aumento de las mamás) y la pérdida de masa muscular.

¿Cómo se ha llegado a este punto?

Este medicamento se aprobó en 1997 por la FDA para el tratamiento contra la calvicie androgenética. Desde entonces, millones de hombres han consumido esta sustancia. Como consecuencia, el informe publicado estima que miles de personas podrían haber desarrollado una depresión debido al consumo del medicamento.

Ya en 2011 la FDA reconoció que la depresión se incluía entre uno de los posibles efectos adversos de la finasterida. Fue en 2022 cuando se añadieron los pensamientos suicidas en la lista. Sin embargo, muchos investigadores ya habían alertado sobre estos posibles riesgos en 2002.

Por ello, el autor considera que los peligros inherentes a este fármaco fueron minimizados durante muchos años y esto ha supuesto un gran riesgo para muchas personas. Plantea que no se trata sólo de que se hayan registrado menos casos de los que realmente se han producido, sino de que esta situación ha supuesto un fallo sistémico en la farmacovigilancia.

Probablemente, el hecho de ser considerado un medicamento no esencial, destinado a la mejora del aspecto físico, ha interferido en los cálculos relacionados con los riesgos.

¿Qué deben saber los profesionales y los usuarios?

El autor de esta revisión, Brezis, plantea que es necesario que se apliquen ciertos cambios de forma inmediata. Por un lado, considera que se debe revisar la aprobación, supervisión y prescripción del tratamiento.

Por otro lado, plantea que el fármaco no debería ser comercializado con fines cosméticos (para la caída del cabello) hasta que se pueda garantizar la seguridad mediante los estudios, análisis y registros correspondientes.

Tanto profesionales como usuarios deberían tener en cuenta que, aunque la finasterida es un medicamento eficaz para frenar la caída del cabello, no es inocuo. Si bien es cierto que no en todos los casos se producen tales efectos secundarios, las personas que la consuman deben hacerlo bajo supervisión médica.

Por su parte, es importante que los profesionales adviertan de los posibles riesgos para que las personas puedan decidir con toda la información disponible.

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  • Brezis, M. (2025). Failing public health again? Analytical review of depression and suicidality from finasteride. The Journal of Clinical Psychiatry, 86(4), 25nr15862.

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Nerea Moreno. (2025, octubre 21). Un popular fármaco contra la pérdida de cabello se asocia a un mayor riesgo de Depresión. Portal Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/clinica/popular-farmaco-contra-perdida-de-cabello-asocia-mayor-riesgo-depresion

Psicóloga

Nerea Moreno es graduada en psicología, con mención en psicología clínica, por la Universidad de Barcelona. Cursó el Máster en Psicología General Sanitaria con la Universidad Autónoma de Barcelona. Posteriormente, se formó como experta en psicología de las emergencias y catástrofes. Tanto esta formación como la experiencia laboral en el campo, supusieron para Nerea el descubrimiento de un nuevo mundo: el trauma. Desde entonces, trabaja desde un enfoque integrador y no ha parado de formarse en trauma, sistema nervioso, apego, duelo y emociones.

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